Pikuniku es un claro ejemplo de lo que es un juego de XboxGamePass , para bien y para mal. Desde ciertos sectores se ataca al servicio de Xbox Game Pass diciendo que solo tiene Indies, e Indies «cutres». A primer vistazo, el juego de esta semana podría entrar en esta clasificación, ya que su aspecto gráfico es poco menos que básico. Pero es que claro, una vez que lo juegas y lo disfrutas… ojalá hubiera en GamePass más juegos «cutres» tan originales y diferentes como lo es Pikuniku.
Pikuniku es originalidad y sencillez
En Pikuniku controlamos a un ser rojo que solo posee piernas, cuerpo y ojos (al principio). Nada más «despertar» somos confundidos con el monstruo de la cueva. A ver somos diferentes, y hemos salido de una cueva, no les culpemos. Así pues en la primera ciudad que visitamos, sus aldeanos están asustados ya que además nos acusan de haber roto un puente, y nos encierran. Ciertamente el puente no era de muy buena calidad y se rompió solo a nuestro paso, pero con la promesa de ayudarles a reconstruirlo nos liberan.
Aunque el punto de partida parezca que tiene un podo de sentido puede ser lo único del juego. La historia se desarrolla en escenarios de scroll lateral, donde deberemos explorar mientras vamos girando, saltando y sobretodo dando patadas. A lo largo de nuestra aventura nos iremos encontrando con muchos puzzles, en su mayoría sencillos, que deberemos resolver arrastrando una caja hasta un pulsador, o saltando cual plataformas. Aunque la forma más habitual de resolver los puzzles será consiguiendo y equipándonos un nuevo objeto.
Equipamiento muy variado
A lo largo de nuestra aventura, nos iremos encontrando con una gran cantidad de objetos que podremos equiparnos. Un lápiz para hacer dibujos, unas gafas para resultar más molones, una regadera, ¡y hasta unos brazos! ¿os he dicho ya que el juego está lleno de humor y situaciones absurdas? Estos objetos son realmente variados y originales, y aunque la mayoría se usan solo para resolver puzzles puntuales, le aportan algo de variedad al desarrollo.
Lo mejor de todo es que muchos de los puzzles u objetos son totalmente secundarios. Si nos centramos en la historia principal, es posible que en 3-4 horas nos pasemos el juego. Nuestra misión principal, por llamarla así, será descubrir que pasa con unos robots que se dedican a recoger basura por el mundo. Pero aparte de esta historia, habrá muchas secundarias que nos harán partirnos de risa. Aproximadamente 2/3 del juego son misiones secundarias, minijuegos y coleccionables que una vez entréis en el juego no querréis dejar de conseguir.
Conclusiones Pikuniku
Pikuniku cuenta también con varios Minijuegos y escenarios que pueden disfrutarse en cooperativo. En la historia encontraremos minijuegos de baile, de baloncesto con sandias, etc… Respecto a los escenarios multijugador, contamos con un total de 9 pantallas, llenas de puzzles, más o menos difíciles que deberemos ir resolviendo junto con otro jugador. El estilo es muy similar a lo que encontramos en la historia principal, por lo que si te gustó y te quedas con ganas de más, no dejes de jugarlo. Por último podremos competir para ver quien es el primero en meter 3 canastas en el minijuego del baloncesto con sandías. No es lo mejor del minijuego pero sirve para echar unos ratos.
En conclusión Pikuniku destila humor y originalidad por todos lados, y además al ser cortito también nos da una buena cantidad de logros bastante rápido. Si os interesa el juego lo podéis adquirir desde la web de Microsoft por 12,99 €. También, tal como dice el título de este artículo, podéis disfrutarlo con vuestra magnífica, maravillosa, excelsa… perdón, que me emociono. Con vuestra subscripción a Xbox Game Pass Ultimate, tanto en PC, como en Xbox, como en Cloud.
Acerca del autor
Con alma de Seguero no puedo evitar jugar a todo aquello que tenga zombies, supervivencia o ciencia ficción. Nunca salgo de casa sin mi toalla.