Análisis Atomic Heart: ¿cumple con las expectativas?

La pregunta que siempre surge tras el lanzamiento de un juego con un gran márketing detrás es: ¿cumplirá con las expectativas que se generaron? Por lo tanto, ahora nos preguntamos: ¿lo habrá conseguido Atomic Heart?

En este caso, prometía ser un digno sucesor espiritual de BioShock. Ahora comprobaréis si el FPS de Mundfish y Focus Entertainment ha cumplido su objetivo, o si se ha quedado en una falsa promesa como tantas otras.

Acompañadme en este análisis e intentaré despejaros esa duda de la mejor manera posible.

Historia y ambientación muy bien logradas

Nos encontramos en una distópica URSS, donde los humanos conviven con las máquinas para hacer la vida y el trabajo más fácil. Todo parece muy bonito. Los robots están dispuestos a ayudar a las personas en lo que haga falta. De pronto, estos se revelan sin razón aparente y comienzan una batalla contra los humanos, provocando un apocalipsis.

La base del argumento, como podéis ver, no es algo novedoso ni mucho menos. Sin embargo, como he dicho esto es solo la base. A partir de aquí no puedo revelar mucho más por temas de posibles spoilers, pero la cosa se empieza a poner bastante más interesante conforme avanza la historia.

Gran parte del contexto se explica a través de textos que leemos en distintas terminales repartidas por el juego, escuchando unos audios a modo de coleccionables o hablando con humanos ya fallecidos. Estos humanos muertos son capaces de hablar gracias a un implante que llevan en la cabeza llamado PENSAMIENTO.

La ambientación es bastante oscura en líneas generales. Fusiona la Unión Soviética de los años 50 con máquinas, androides y tecnología futuristas en un mundo apocalíptico. Pero a pesar de esto, los personajes nunca dejan atrás el humor para hacernos reír incluso en un mundo devastado.

Protagonistas muy carismáticos

El protagonista principal es el mayor Niecháev (nombre en clave: P-3). Alguien con una actitud bastante chulesca y prepotente a quien le gusta mucho hablar usando palabras malsonantes. Sin embargo, consigue perfectamente que conectemos con él gracias al carisma que derrocha. También es capaz de sacar alguna risa con sus comentarios irónicos y sarcásticos.

Pero el mayor no está solo. Durante toda la aventura lo acompaña Charles, un guante robótico magnético consciente de sí mismo. Al principio, la relación entre estos dos se presenta bastante distante, sobre todo por la reticencia de P-3. Conforme avanzan los acontecimientos, la relación va mejorando cada vez más.

Hago una mención especial al doblaje de las voces, cuya adaptación al castellano es excepcional. Ahora bien, en el momento de escribir este análisis existe un problema: tras la última actualización del juego se eliminaron todos los doblajes excepto el original en inglés. Es una verdadera lástima que pase esto en los primeros días de lanzamiento, pero esperamos se corrija lo más pronto posible en una próxima actualización.

Mecánicas poco innovadoras, pero muy bien ejecutadas

El looteo es imprescindible. Gracias a Charles es posible saquear cajas, cofres, cajones, etc. simplemente extendiendo la mano, atrayendo los objetos magnéticamente. Podemos escanear el entorno para así mostrarnos dónde están situados los enemigos y objetos cercanos.

Además, hay un parkour que a veces resulta ser algo tedioso y frustrante. Se nota que se trata de una mecánica no del todo pulida. Aún así, le da un toque de dinamismo a nuestra odisea.

Y no olvidemos los puzles, que sin abusar de ellos, están muy presentes. No es que haya que pensar demasiado para resolver prácticamente ninguno, pero resultan entretenidos y, tal y como el parkour lo hace, da un cierto toque de dinamismo que queda genial y hace que solamente matar no sea el único objetivo de la aventura.

La variedad de armas, habilidades y enemigos en Atomic Heart

Uno de los puntos fuertes de este título reside en su arsenal. Y es que, prácticamente cada arma es totalmente distinta, disponiendo tanto de armas de fuego como de cuerpo a cuerpo. Desde un hacha o sierra hasta una escopeta, una pistola eléctrica, fusil de asalto… Es recomendable tener en cuenta a qué es débil cada amenaza para saber cuál arma usar. Todas se pueden mejorar gastando recursos en tiendas que se encuentran a menudo por el juego, y hasta instalarles otros tipos de munición. Además de poder fabricar algunas que no se nos proporcionan looteando como otras.

Buena parte de las piezas que podemos añadir a las armas se encuentran en una zona «semiabierta», donde incluso se puede conducir coches para hacer más amenos los viajes. En esta área tendremos que ir a ciertos puntos de interés secundarios donde, tras resolver unos puzzles, encontraremos dichas piezas.

Las habilidades o poderes son similares a los plásmidos vistos en BioShock. Podemos usar la electricidad, el hielo o un escudo protector, entre otros. No es estrictamente necesario usarlos puesto que la dificultad del juego (al menos la estándar) no es para nada elevada, pero aún así ayudan a hacerle frente a los hostiles. Nuestro personaje tiene sus propias aptitudes mejorables.

Y por último, los enemigos se presentan en forma de androides comunes con un aspecto inquietante, una especie de minitanques con patas, minitorretas voladoras que pueden reparar a sus compañeros robots, o infectados similares a los zombies. Tampoco hay que dejar de tener cuidado con las cámaras de vigilancia, ya que pueden ser un incordio si dan la alarma.

Apartado gráfico y artístico muy competentes, con una buena optimización

Hablamos de un título que, a pesar de haberse lanzado también en la anterior generación, resulta ser de un alto nivel tanto técnico como artístico. Fábricas, almacenes, túneles subterráneos o casas son algunas de sus zonas interiores. Debido a la situación tan devastadora del mundo, todo ha quedado desolado.

En cuanto al apartado gráfico, estamos sin duda ante uno de los más top. No se puede obviar que hay ciertas cosas que descuadran un poco para los tiempos actuales, pero a grandes rasgos se ha trabajado muy bien en este sentido.

Y pasando a la optimización, me gustaría ensalzar especialmente la versión de Xbox Series S. Sin llegar a la altura de su hermana mayor o de PS5 por obvias razones, no tenéis que temer en absoluto por jugar en la pequeña de Microsoft.

No obstante, es necesario reprochar que no haya opción, en ninguna plataforma, de ajustar el rendimiento o calidad gráfica según nuestras preferencias. Aunque se puede añadir posteriormente mediante un parche, aún no hay ninguna noticia al respecto.

Conclusión de Atomic Heart

Atomic Heart es un competente FPS con historia y ambientación muy interesantes. Lejos de ser una simple «copia», consigue añadir tantos cambios como para desmarcarse totalmente. Aunque la influencia que toman prestada es bastante notable, por supuesto.

Variedad de armas, habilidades y enemigos, un estupendo apartado gráfico y artístico, personajes carismáticos… Todo en conjunto (con algunos problemas, pero no tan graves) conforma uno de los mejores títulos en lo que llevamos de año, y promete ser una de las grandes propuestas de todo 2023, sin ser tampoco -ni pretenderlo- una obra maestra.

Sin más, os recordamos que Atomic Heart está disponible para Xbox Series X|S, Xbox One, PS5, PS4 y PC. También lo tenéis desde el primer día en Xbox Game Pass, por lo que os recomendamos encarecidamente que lo probéis por vosotros mismos.

Y si os ha gustado el análisis, aquí podéis leer más aparte de noticias diarias de vuestros videojuegos favoritos.

Atomic Heart

8.2

Gráficos

8.5/10

Sonido

8.0/10

Jugabilidad

8.0/10

Pro.

  • Buena optimización de rendimiento
  • Historia interesante, con protagonistas carismáticos y una muy buena ambientación
  • Buen gunplay y uso de habilidades
  • Variedad de armas y habilidades, y mejoras de las mismas
  • Impecable doblaje al castellano

Contra.

  • El parkour puede ser algo complicado
  • Los puzzles son demasiado sencillos
  • Falta de opciones de accesibilidad y de rendimiento, que podría ser arreglado con parches en un futuro

Acerca del autor

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Juego a videojuegos desde que tengo uso de razón, así que se puede decir que me gusta un poco hablar sobre ellos.

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