Alone in the Dark es una saga que no siempre tuvo mucha suerte en cuanto a éxito de refiere. Debutó en 1992 con un juego que es considerado como el verdadero padre del Survival Horror, ya que influenció a la saga más importante del género: Resident Evil. Desde entonces, fueron apareciendo distintas entregas de mayor y menor calidad, pero incluso las de mayor calidad (por ejemplo, The New Nightmare) no llegaban a un nivel de ventas suficiente.
Esto provocó la congelación de la saga durante bastantes años hasta el pasado 20 de marzo de 2024, fecha en que se ha lanzado otro reboot de la saga por parte de THQ Nordic y Pieces Interactive, que es el que nos concierne en este análisis, bajo el título de Alone in the Dark. Dicho esto, podemos dar comienzo:
Solo en la oscuridad
La historia nos sitúa en la Luisiana (EE.UU.) de los años 20 girando en torno a Emily Hartwood (interpretada por la actriz Jodie Comer), una de los dos protagonistas jugables de la aventura (más adelante hablaré de manera más distendida sobre esto). Esta decide acudir a la mansión Derceto junto con el otro protagonista, el detective privado Edward Carnby (interpretado por el actor David Harbour), en busca de su tío Jeremy Hartwood. Una vez llegamos a la mansión, nos informan de que Jeremy desapareció, y no nos quieren dar mucha más información. A partir de aquí, todo empieza a volverse cada vez más oscuro y macabro.
Durante todo el viaje estaremos sufriendo alucinaciones varias que nos transportan a un mundo tan terrorífico como peligroso para nuestra supervivencia, con monstruos de todo tipo que nos obligarán a utilizar todo el armamento y recursos que llevemos encima. No se abusa de la acción, pero cuando esta se presenta desde luego que os pondrá en tensión. Quiero destacar que, si bien el juego no busca asustar al jugador constantemente, es obvio que sí encontraréis algún que otro susto inesperado, sin llegar a ser nada muy exagerado.
Alone in the Dark es un Survival Horror del clásico, pero modernizado
Es obvio que la mayor referencia de este nuevo reboot de Alone in the Dark es, principalmente, el remake de Resident Evil 2 lanzado en 2019 por parte de Capcom. Aprovecha las mecánicas clásicas del Survival Horror, con una perspectiva y controles modernos, como la cámara situada detrás del personaje. Encontramos puzzles que, en su mayoría, nos harán pensar lo justo y necesario. De hecho, muchos se tratan simplemente de unir piezas hasta formar una imagen, lo que viene siendo un “puzzle” en sentido literal.
Aunque también visitaremos otros lugares, el nexo será la propia mansión Derceto. Habrá muchas puertas cerradas para las que tendremos que volver más adelante. Una vez hayamos conseguido la llave requerida simplemente buscándola, o bien mediante la resolución de un puzzle en otra habitación. Y no solo eso, ya que los “conjuntos” son coleccionables que estarán esperándonos en cada escenario para desbloquear ciertas recompensas. No resulta demasiado complicado encontrar la gran parte de ellos, algo que se agradece. Por supuesto, hay un mapa que podemos revisar en todo momento para recibir algo de ayuda.
Por otro lado, disponemos de varias armas de fuego (tampoco quiero haceros spoiler de cuáles son) con munición limitada, si bien en dificultad normal no tendréis mucho problema con esto. Además, las armas cuerpo a cuerpo son un complemento necesario para avanzar en según qué situaciones, así como defendernos de los enemigos cuando no tengamos munición o queramos ahorrarla. Las curas también son un objeto limitado, así que es obligatorio estar pendientes.
Dos protagonistas con un mismo destino
Como mencioné por encima previamente, Alone in the Dark nos permite seleccionar dos protagonistas jugables distintos que, en principio, pensaríamos que el camino sería diferente con cada uno. No hablo de grandísimas diferencias, pero sí algo similar a lo que hizo la saga de zombies de Capcom en su segunda entrega numerada, con algunos enemigos inéditos para cada protagonista, una perspectiva distinta de la historia, etc. Pues aquí esto no es así. Ya sea que elijas a Edward o a Emily, la realidad es que el viaje es casi idéntico. Las diferencias con las que cuenta no son lo suficientemente atractivas como para incitarnos a revisitar Derceto, limitándose a ligeras modificaciones en las escenas cinemáticas y poco más.
Esto no tiene porqué ser un punto negativo como tal. Lo es cuando vemos que este concepto ya lo llevó a cabo con éxito un título de 1998, que ni siquiera su remake de 2019 supo replicar de la misma manera. Creo que todos esperábamos una mayor diferencia entre una historia y otra, sin modificar el objetivo final, siendo este la búsqueda de Jeremy Hartwood. Edward es contratado por Emily para ayudarla en su búsqueda, por lo que se entiende que estén persiguiendo lo mismo.
Alone in the Dark se encuentra a un alto nivel técnico
Si perdonamos ciertos modelos o texturas debido a que se trata de una propuesta AA, Alone in the Dark goza de un nivel técnico muy competente con una optimización que no muchos títulos son capaces de alcanzar hoy en día. Incluso en Xbox Series S, el juego corre a unos gloriosos 60 fps bastante estables con una calidad gráfica que, como he dicho, si le perdonamos ciertas cosillas cumple increíblemente bien. Se nos da la opción de cambiar, a gusto del jugador, entre un modo gráfico que nos garantiza una tasa de 60 fotogramas por segundo, y otro donde estos se bloquean a 30 ofreciendo una mayor calidad técnica. Aunque, desafortunadamente, a fecha de redacción de este análisis el juego cuenta con algunos bugs que, sin ser tan graves, afean un poco la experiencia final.
Lo mismo ocurre con el sonido, donde los pasos de nuestro personaje, gritos de las abominaciones, disparos de las armas, música (ambientada principalmente en el jazz de los años 20), etc. supondrá un deleite para nuestros oídos. Sin embargo, el doblaje, aunque está igualmente bien trabajado y cuenta con actores profesionales, por desgracia no se encuentra doblado a nuestro idioma. Eso no quita que podamos disfrutar del título con unos subtítulos perfectamente localizados al español.
Alone in the Dark ha vuelto, y esperemos que sea para quedarse
Con todo lo redactado en este análisis, no puedo hacer más que recomendaros que os sumerjáis en la mansión Derceto y en su terror y peligros inminentes. Este nuevo reinicio de Alone in the Dark se posiciona como un gran Survival Horror al estilo clásico con claras inspiraciones en el remake de Resident Evil 2. Cuenta con una oscura historia sobre rituales que te mantendrá enganchado, así como puzzles interesantes en su mayoría y un backtracking muy bien implementado.
Tampoco podemos dejar de lado el fantástico apartado técnico y sonoro, ni los bugs que pueden, ciertamente, entorpecer -mínimamente- la experiencia. Por otro lado, aunque disponemos de dos personajes jugables, desgraciadamente esto no se ha aprovechado en absoluto, ofreciéndonos una aventura casi idéntica con ligeras modificaciones en ambos casos, lo que no nos incita para nada a revisitar Derceto. Menos aún si no disponemos de un modo Nueva Partida+.
Pese a sus puntos negativos, considero que estos tienen mucho menos peso que los positivos, ofreciendo una experiencia final muy competente que, sin duda, será del gusto de cualquier amante del género Survival Horror (como un servidor). Por tanto, recomiendo no dudar en darle una oportunidad a Alone in the Dark, pero sed conscientes de que no estamos ante un AAA.
Alone in the Dark está disponible para Xbox Series X|S, PS5 y PC. En Área Xbox tenéis más análisis, noticias y artículos de vuestro hobby favorito sobre vuestra consola favorita.
Alone in the Dark
Pro.
- Gran adaptación del clásico
- Puzzles interesantes
- Coleccionables asequibles de encontrar sin necesidad de recurrir a una guía
- Técnicamente a un nivel alto
- Optimización muy lograda, pero...
Contra.
- ... algunos bugs pueden afear un poco la experiencia
- Pocas diferencias entre el camino de Edward y el de Emily
- No existe un modo Nueva Partida +
Acerca del autor
Juego a videojuegos desde que tengo uso de razón, así que se puede decir que me gusta un poco hablar sobre ellos.
