Análisis de Dead Island 2

Por fin vuelve una de las sagas de zombies más queridas del mundo de los videojuegos. Después de tantos años de desarrollo, con más problemas e inconvenientes que otra cosa, y tras haber pasado por las manos de varios estudios, Dead Island 2 se presenta ante nosotros con un título que, sin haber hecho mucho ruido y para lo mal que lo ha pasado durante estos años, ha salido bastante bien.  

Estamos ante un divertidísimo juego de acción en primera persona con toques de rol, vibrante y con mucho estilo. Con una mezcla única de terror, humor negro y gore desmesurado que narra una típica aventura al más puro estilo de las películas de serie B. De la mano de uno de los 6 personajes seleccionables tendremos que abrirnos paso a través de la emblemática ciudad de Los Ángeles, que ahora se encuentra empañada por el terror y bañada en sangre.

Dead Island 2 y su tortuoso desarrollo

La primera vez que pudimos ver Dead Island 2 fue durante el E3 2014, hace ya casi 10 años. Todo parecía presagiar que pronto nos íbamos a encontrar con la secuela directa de una primera parte que resultó muy entretenida por su propuesta de masacrar zombies en un mundo abierto de tamaño considerable. No obstante, pasado un año de su presentación oficial, nos encontramos con la noticia de que Deep Silver, la editora, decidía prescindir de Yager, el estudio que se estaba encargando de su desarrollo. Tras romper relaciones el estudio que cogió el relevo fue Sumo Digital, que trabajó en Dead Island 2 durante 3 años. En 2019 de nuevo el proyecto sufrió otro revés y el desarrollador fue nuevamente sustituido por Dambuster Studios, un estudio interno de Deep Silver, que finalmente han sido los que han dado a luz al juego de zombies que tenemos hoy entre manos.

Como veis, Dead Island 2 podría considerarse como el verdadero superviviente a su propio proyecto, el cual todo el mundo daba ya por perdido.

¡Bienvenido a Los Diablos!

Bueno, Los Diablos es la traducción al español de un juego de palabras que sólo funciona en inglés. El nombre que se le da en el juego al mapa es “HELL-A” (Infierno A, pronunciado “hel-ei”) que hace referencia a L.A. (Los Ángeles, pronunciado “el-ei”). 

Un virus mortal se está propagando por Los Ángeles y convirtiendo a sus habitantes en zombies hambrientos. La ciudad está en cuarentena y los militares se han retirado. Pronto descubrimos que nuestro personaje es mordido e infectado pero, por una extraña razón que de momento desconocemos, resultamos ser inmunes y no nos transformamos. Solo nosotros y otro puñado de fanfarrones cazadores resistentes al patógeno, tenemos el futuro de Los Ángeles (y de la humanidad) en nuestras manos. A medida que descubramos la verdad detrás del brote, descubriremos la verdad de quién o qué somos. 

La historia no es nada memorable salvo por los peculiares personajes supervivientes que nos iremos encontrando, cada cual más estrambótico. También por los pintorescos escenarios que iremos recorriendo, que nos llevarán desde los frondosos barrios residenciales de Beverly Hills hasta el estrafalario paseo marítimo de Venice Beach. Todo esto sirve de buen telón para envolvernos lo que Dead Island 2 es en realidad: un mata-mata creativo de lo más entretenido.

Exterminar zombies es lo que importa

¿A quién le importa la historia? Lo divertido en Dead Island 2 es machacar a los no muertos a diestro y siniestro. Y esto el título lo hace realmente bien. El sistema de combate  está centrado sobre todo en el cuerpo a cuerpo y la verdad es que proporciona una experiencia muy intensa, visceral y cruenta. Resulta muy satisfactorio abrirte paso por los barrios de Los Ángeles a base de palos. Por lo general, los golpes se sienten muy contundentes aunque a veces ocurre lo contrario y parece que los zombies sean de papel. Pero ocurre muy pocas veces. 

Disponemos de una gran variedad de armas y opciones tácticas (y brutales) para abrirnos paso entre la horda de zombis. Ya sea rebanando, aplastando, prendiendo fuego, electrocutando o desgarrando, el juego quiere que lo sientas de verdad. Y lo consigue. Durante nuestro recorrido encontraremos bastantes armas improvisadas por las calles, casas, etc, pero también conseguiremos armas especiales cumpliendo misiones, tanto principales como secundarias.

Personaliza tus armas y mata con estilo

Los jugadores están armados con toneladas de armas, modificaciones y habilidades locas para subir de nivel. El sistema de creación y modificación permite a los jugadores crear un arsenal letal a la par que elegante. Experimentar con nuevas formas de matar a los zombies es uno de los principales alicientes de Dead Island 2.

Para personalizar nuestras armas, tendremos que dirigirnos a los bancos de trabajo que se encuentran repartidos por todo HELL-A y que estarán marcados en nuestro mapa. En estas mesas podremos reparar o personalizar las armas si es necesario usando las piezas y el dinero que llevemos en el inventario. Como es lógico, en este tipo de crafteos, para poder modificar un arma antes debemos encontrar su plano de modificación. Estos planos están repartidos por toda la ciudad y, al igual que muchas armas, los podremos conseguir también cumpliendo objetivos. 

Subir el nivel de las armas desbalancea el juego

Una cosa curiosa que no sé si acaba de gustarme es la subida artificial del nivel del arma. En los bancos de trabajo también podremos equiparar el nivel de las armas simplemente pagando un precio. Es decir, si al principio de la partida hemos conseguido un machete electrocutador que nos encanta pero conforme hemos ido subiendo de nivel notamos que ha quedado desfasado en las mesas de trabajo podremos subirlo de nivel. Con solo dejar pulsado un botón ese arma adquirirá el nivel del arma más fuerte que tengamos en nuestro arsenal. Entiendo que es una fórmula para no calentarse mucho la cabeza y que no te distraigas de lo que realmente importa, que es la muerte y destrucción de los zombies. Sin embargo, esto puede causar un desajuste en el nivel de dificultad del juego y puede volvernos muy poderosos en un momento temprano de nuestra aventura. Esto, además, se acrecenta cuando consigues las armas de fuego y el plano para crear su munición y modificaciones. En este instante, es posible que tu personaje se convierta de la noche a la mañana en un semi dios matazombis.

Dead Island 2 centra las habilidades de los personajes en cartas

Y si la customización de nuestro arsenal no fuese suficiente para convertirnos en el matazombis supremo, también tendremos a nuestra disposición las cartas de habilidades para personalizar a nuestro héroe. Dead Island 2 se olvida de los típicos árboles de habilidades para dar paso a un sistema de cartas que podremos ir colocando a nuestro gusto en los huecos disponibles. De esta forma, podemos personalizar a nuestro gusto las destrezas de cada superviviente y probar al instante toda clase de arquetipos disparatados. Se pueden intercambiar en cualquier momento para asegurarnos de tener las habilidades adecuadas para cada situación o ajustar un estilo de juego en particular. 

Existen cuatro categorías principales de habilidades: Destrezas, Superviviente, Asesinato y Numen. Los huecos que van en cada categoría se irán desbloqueando y ampliando con el transcurso de la aventura.  Hay un total de 15 espacios, más 2 cartas innatas (no personalizables) por cada personaje que otorga poderes únicos y habilidades especiales para ayudar en el combate. Mientras que algunas cartas son específicas de un matazombis, la mayoría son aplicables a todos los protagonistas. Las cartas de habilidad, al igual que algunas armas o planos, se obtienen al subir de nivel, encontrándolas o cumpliendo misiones.

Adiós al mundo abierto

Los escenarios del juego están al mismo nivel de protagonismo que los personajes o los propios zombies. Lo primero que choca en Dead Island 2 es ver que los desarrolladores han optado por deshacerse del mundo abierto que caracterizaba al primer título. En esta ocasión, el juego se compone de varias zonas que están conectadas entre sí pero que son muy diferentes unas de otras y están separadas por pantallas de carga. Esto ha sido un acierto para el título ya que, al centrarse en terrenos más pequeños, puede controlar mucho mejor todos los elementos y no dispersar la atención. Técnicamente, esto supone que el juego vaya perfecto casi el 100% de las veces. Además, al tratarse de terrenos más acotados el nivel de detalle gráfico es altísimo casi en todas las localizaciones. Digo “casi” porque hay zonas donde no se ha realizado tan buen trabajo, tanto de diseño de escenario como a nivel gráfico. El haber pasado de manos tantas veces se nota para mal en ciertas situaciones pero, como hemos mencionado anteriormente, el título ha conseguido sobrellevarlo de buena manera y está a muy buen nivel en casi la totalidad de la aventura. 

Escenarios interactivos para matar de forma creativa

A la hora de matar zombies el escenario y sus elementos juegan un papel muy importante. Al igual que pasaba en el magnífico Zelda: Breath Of The Wild los elementos de agua, electricidad o fuego se sienten muy orgánicos y nos ofrecen muchas posibilidades creativas para la acción. Por ejemplo, podemos coger un bidón de combustible y empapar la acera para después prenderle fuego con alguna chispa. El fuego se propagará por donde se haya extendido el combustible inflamable siempre y cuando no se tope con alguna masa de agua, que lo extinguirá. Esto funciona tanto para la aniquilación de zombies como para la resolución de ciertos puzzles. Si vemos un cable pelado cortado por la mitad en el suelo quizá sea buena idea hacer un charco de agua para que pase la electricidad entre las dos puntas del cable. Como véis, esta forma orgánica y natural de usar los elementos juega un papel muy importante en la aventura y nos permitirá dar rienda suelta a nuestra imaginación para resolver las situaciones de mil y una formas.

Técnicamente muy bueno, pese a todo

Al igual que ocurre con muchos otros aspectos del juego, Dead Island 2 ha salido muy bien parado a nivel técnico. Contra todo pronóstico, nos hemos encontrado ante un título muy sólido en todos los aspectos, al menos en Xbox Series X que es donde lo hemos analizado. Hemos jugado a 60 fps estables en casi todo momento y 4K sin tener que tocar ninguna opción gráfica. El combate cuerpo a cuerpo cuenta con unas colisiones coherentes y contundentes con casi todos los objetos y cuerpos. Por poner un pero, parece que los impactos con las armas de fuego no están al mismo nivel de contundencia y satisfacción pero no es una apreciación muy negativa.

A nivel gráfico el título está muy a la altura de las nuevas generaciones. No es que sea el techo técnico de su generación pero todo se ve de maravilla: texturas muy detalladas, juegos de luces volumétricas que funcionan muy bien, destellos en las superficies, reflejos de las imágenes en los materiales (no tiene RT) muy conseguidos y zombies detallados al milímetro, incluso cuando van recibiendo golpes y van perdiendo partes de su rostro, piel, huesos, ropa, etc.  

Ambientación perfecta en escenarios muy detallados

Los escenarios de L.A. están recreados hasta el más mínimo detalle. Todo aquel que haya tenido la suerte de viajar hasta allí podrá ver muchísimos lugares reconocibles representados en el apocalipsis zombie. El nivel de dedicación es altísimo, hasta tal punto de que puedes entrar en una habitación de una de las mansiones de Beverly Hills y deducir la historia de lo que ha pasado allí durante la pandemia y su evacuación. Por la disposición de los elementos que han quedado podemos ver cómo las personas intentaron salir huyendo, lucharon, se defendieron o se quedaron con sus seres queridos hasta el final.  Trastos desordenados, manchas de sangre, armas improvisadas, ventanas rotas…todos los elementos nos cuentan una historia de supervivencia.  

Una cosa que me chirría mucho es el hecho de las superficies reflectantes como los espejos. El reflejo del resto de la estancia, los elementos estáticos, está muy bien conseguido. No obstante, no aparece nuestro reflejo en ellos, ocasionando una disonancia que resulta molesta. Ya sabemos que esto ocurre en muchos videojuegos pero en este especialmente la cantidad de espejos y superficies reflectantes es tan elevada (en cada mansión habrá como 5 o 6 espejos) que a mitad de la aventura nos dará la sensación de estar jugando con un vampiro. Puede que sea una tontería pero a nivel visual molesta, sobre todo cuando el título presenta unos gráficos más que decentes.

Efectos sonoros que “duelen”

En cuanto a nivel sonoro nada que objetar. Dead Island 2 posee una banda sonora potente, mezclando canciones licenciadas y propias. Se le podría haber sacado más partido porque hay momentos en los que pasa un poco desapercibida pero, en general, no es reprochable. Ofrece momentos de auténtica tensión y subidón a partes iguales. 

Los efectos sonoros están a un nivel muy alto. Cada arma tiene su propio “silbido” al balancearse y su propio sonido al impactar, dependiendo de la parte del zombie que se haya golpeado con ella. Podríamos ser capaces de distinguir por su sonido qué arma estamos usando con los ojos cerrados. Los diálogos están en inglés pero están muy bien traducidos al español. Cada protagonista cuenta con su propia personalidad proporcionada por el actor o actriz de turno y tiene un elenco de frases únicas y originales.

El cooperativo: la gran baza de Dead Island 2

Dead Island 2 no es un juego especialmente corto. La trama principal puede durar alrededor de las 15 horas dependiendo de nuestra habilidad y de lo contemplativos que seamos con los escenarios. Si decidimos ir a por las misiones secundarias (y las terciarias) el juego nos puede llevar a las 25 horas fácilmente. Y, por supuesto, todo esto se alargará hasta el límite que nosotros le pongamos cuando juguemos en el modo cooperativo. Podemos compartir partida con dos amigos (hasta 3 jugadores simultáneos) y recorrer las infernales calles de Los Ángeles abriéndonos paso entre los zombies a machetazos mientras nos partimos de risa con los compañeros. He de reconocer que he jugado la mayoría del tiempo solo pero cuando probamos el cooperativo la cosa funcionó de maravilla. Muy divertido. Es verdad que el juego pierde un poco de tensión cuando vas acompañado pero su misión principal es divertir mientras matamos zombies. Y esto lo consigue con creces con el multijugador. 

La única pega que se le puede echar al título es que peca de ser repetitivo. Te muestra todas las mecánicas muy pronto y el resto de la aventura es repetir y repetir. Esto puede llegar a cansar a los menos fans pero si eres como yo, que te pones creativo y disfrutas cada matanza como si fuese la primera tendrás diversión por mucho tiempo.

Dead Island 2 es el superviviente de su propio apocalipsis

Pese a todo lo que ha sufrido el título durante estos años y a punto de ser cancelado varias veces, Dead Island 2 ha resultado ser un producto bastante redondo. El juego es una experiencia de acción auténtica; ofrece numerosas misiones emocionantes, un elenco de personajes disparatado y una trepidante historia de serie B que te sumerge en su retorcido universo. Gracias a la inclusión de varios personajes diferenciados, las inmensas posibilidades creativas y a su modo cooperativo la rejugabilidad está garantizada. 

Es verdad que en muchas ocasiones, el haber pasado por tantas manos hace que el juego se resienta, tanto en el aspecto gráfico de alguna zona como jugable. No obstante, el resultado final es francamente satisfactorio, sobre todo si te gusta el género. Su problema más notable es la falta de ideas nuevas que ofrecer durante su larga aventura, puesto que todo lo que tiene te lo ofrece enseguida. No tiene capacidad de sorpresa y puede llegar a ser bastante repetitivo. Sin embargo, si te gustan los zombies y disfrutaste de Dying Light 2 (creo que este está por encima del título de Techland) Dead Island 2 es un videojuego muy a tener en cuenta. 

Dead Island 2 ha sido analizado en Xbox Series X gracias a un código ofrecido por Plaion.