Análisis Dark Quest 3

La saga Dark Quest nos es poco conocida a los usuarios de consola. La saga tiene otras tres entregas, y solo su segunda parte llegó en 2019 para Xbox One. Tras este paso de puntillas de anteriores iteraciones, tras un año en early access en Steam, llega la versión definitiva de Dark Quest 3 a consolas. El título es una mezcla de roguelite basado en cartas y combate por turnos, que homenajea los juegos de rol de tablero o mesa como Heroquest o Descent.

¿Qué es Dark Quest 3?

Como ya he adelantado, Dark Quest mezcla varios géneros. En primer lugar, es un roguelite en el que en cada “run” intentaremos progresar más para desbloquear personajes y otros extras. Todo escenario tiene su baraja de cartas, que hace las veces de “master” o “director de juego”, desvelando las cartas estas nos pondrán en un contexto que muchas veces podremos resolver de varias maneras. Eso sí, dependiendo de si tenemos buena mano al lanzar el dado.

Estas situaciones son muchas y variadas; algunos ejemplos son enfrentarnos a una emboscada enemiga, decidir si explorar o no un túnel, un encuentro con un vendedor, caer en una trampa… En resumen, la mayoría de situaciones que podríamos encontrarnos en una típica partida de un juego de mazmorras de tablero. Como ya hemos dicho, el éxito dependerá del personaje que realice la acción y lo que saquemos en la tirada, dejando mucho que decidir al azar. Aunque eso sí, tendremos cierto número de “re-rolls” limitado que tendremos que usar bien para revertir una complicada situación. Por otro lado, tenemos unos combates por turnos que tienen más profundidad de la que en principio puede parecer. La clave son las habilidades de nuestros personajes.

Combatiendo por turnos y mejorando nuestra “party”

Comenzaremos con bárbaro, mago, guerrero y arquero ya disponibles para nuestra “party”. A medida que progresemos en los escenarios, podemos pagar cristales que obtendremos del gremio de ladrones para desbloquear más personajes, apariencias, o ayuda extra en los escenarios. En muchas ocasiones, al terminar un combate se nos darán dos opciones; mejorar una sola habilidad o mejorar el daño de un solo personaje. Y en esto se apoya casi todo el sistema de combate del juego, en elegir bien y planear estrategias a corto o largo plazo, según nos convenga.

Cuando entremos en combate, pasaremos a un escenario dividido en casillas, donde moveremos y actuaremos con los personajes en base a sus puntos de acción. Aquí también tendremos que hilar fino, ya que los enemigos no perdonan el mínimo error y son implacables. Tendremos que elegir muy bien el orden de actuación de nuestro grupo, ya que muchas veces de ello dependerá si nuestra partida termina en ese combate.

No olvidéis que estamos en un roguelite, si morimos, tendremos que volver a empezar de cero. Aunque por el camino quizá hayamos desbloqueado algunas mejoras que nos harán más fácil nuestras siguientes aventuras. Durante las “runs” también ayudarán las distintas cartas de equipo que obtendremos, aparte de las runas, que solo se obtienen derrotando a poderosos jefes y nos darán una mejora pasiva.

Apartado técnico, la sencillez por bandera

Dark Quest 3 apuesta por la sencillez en su apartado visual, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Salvo en los combates, el resto de partida será simplemente movernos por menús y elegir opciones. Y aquí tengo que poner un pero, ya que estos menús son bastante toscos y el control para movernos por ellos es bastante mejorable. Es uno de esos juegos que está realizado cien por cien para compatibles y se ha adaptado como han podido. El cursor no se mueve todo lo rápido ni finamente que nos gustaría, haciendo que cometamos errores al elegir la opción correcta en más de una ocasión.

El control durante los combates peca de lo mismo, y al tener más margen de maniobra incluso empeora en este aspecto. Por otro lado, no hay animaciones de los personajes durante los ataques salvo un simple movimiento de la “figura” que lo representa. Algo que si nos ha agradado son los retratos y el estilo artístico elegido para ciertos escenarios, pero desde luego lo técnico es el aspecto más pobre en el conjunto del título.

No podemos decir lo mismo del sonido, que sin ser la repera, ambienta muy bien las situaciones con melodías y sonidos para los efectos de las cartas, tiradas. Tenemos que hacer una mención especial a la voz del master, que nos irá narrando lo que sucede durante la partida y le da un toque verdaderamente de juego de mesa a la partida.

Dark Quest 3, conclusiones finales

Brain Seal Limited nos trae otra entrega numerada de su saga de roguelite de tablero, que mejora la fórmula ya conocida de sus anteriores entregas. El juego sabe mezclar bien el género roguelite, mazos de cartas y combates por turnos con movimiento por casillas. El título homenajea de muy buena manera los juegos de tablero de mazmorras, aunque su tosco control es algo incómodo y pesa con el paso de las horas. Si eres el tipo de jugador que disfruta de alguno de estos géneros o la temática de tablero,y le de una oportunidad, raro será el día que no haga una “run” o dos. Dark Quest 3 tiene su fuerte en su sistema de combate, mejoras y desbloqueos, y si eso está bien, todo lo demás puede llegar a funcionar. Para estar al día de toda la actualidad del universo Xbox, no dejes de visitar nuestra web, Área Xbox.

Dark Quest 3

6.5

Gráficos

5.5/10

Jugabilidad

7.0/10

Sonido

7.0/10

Pro.

  • Buen sistema de progresión
  • La sensación de estar jugando a un juego de mesa
  • La voz del "master"

Contra.

  • Control y movimiento tosco por los menús
  • Visualmente no es ninguna maravilla

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