En este análisis vamos a embarcarnos en una de esas aventuras que pasan desapercibidas, sin hacer mucho ruido, pero que por ello mismo acaban siendo una grata sorpresa para quien da el salto. Debo reconocer que mi caso era el mismo. Iba a jugarlo sin ningún tipo de expectativa, pero su peculiar universo y lo oscuro de su ambientación han sido más que suficientes. Studio Kiku presenta una obra que tira de puzles y una narrativa sutil a través de lo que el jugador ve y hace para contar ese algo. A más de uno le explotará la cabeza en ciertos momentos, y es que hay situaciones muy surrealistas a la par que inquietantes. ¡Quédate si quieres saber más sobre The Plane Effect!
The Plane Effect presenta un diseño sencillo y oscuro lleno de «grises»
Lo que nos encontramos nada más empezar nuestra andadura en The Plane Effect es una paleta de colores muy simple, tirando al blanco y negro con detalles mínimos resaltados en color. A medida que avanzamos, descubrimos que hay nuevos elementos, e incluso pantallas más coloridas, aunque manteniendo el tono «oscuro» en todo momento. De alguna manera, el color que podamos ver más adelante sigue quedando opacado por lo surrealista y extraño de lo que vive nuestro protagonista.
En cuanto al nivel de detalle de los escenarios, no esperéis encontrar grandes espacios y ni mucho menos objetos u otros elementos destacables. El juego parece más de lo que realmente es, y es que sus puzles (de lo que hablaremos más adelante) así lo provocan. Sin embargo, todo contribuye a dar ese toque especial a la ambientación, este parece ser en todo momento un mundo de pesadilla, o al menos, de fantasía en según que momentos. No puedo extenderme todo lo que me gustaría ni entrar en tantos detalles debido a los spoilers, pero las diferentes pantallas y niveles se sienten realmente diferentes, con personalidad propia.
Algún defecto también he visto, y es que a veces, esa intención de hacer que todo quede tan perfectamente integrado en los escenarios, contribuye a la confusión del jugador por momentos. No sucede siempre, y pese a terminar hallando la solución de los puzles, me temo que algunos jugadores podrían verse atascados en varias ocasiones, independientemente del nivel de dificultad escogido. Por lo demás, nuestro protagonista cuenta con un diseño acorde al estilo artístico del juego, con animaciones bastante básicas, pero que cumplen al fin y al cabo. Me han gustado especialmente algunos planos de transición, que otorgan mayor variedad y nos acercan a Solo.
Los puzles como principal argumento jugable
Pudiera parecer que esta es la típica aventura independiente que sustituye al plataformas con vista lateral por esta vista isométrica. Sin embargo, The Plane Effect consiste en algo más que ir avanzando con la excusa de que nos cuenten una historia o interactuar con algún objeto medianamente relevante. Esta aventura intimista, emplea cada pantalla como una oportunidad de presentarnos nuevos rompecabezas, y de esa forma ir avanzando en la aventura.
El control de nuestro personaje es bastante sencillo, con las mecánicas justas para resolver dichos puzles y poco más. No es demasiado profundo en este sentido, y se echa en falta una mayor interacción con el entorno. Da la sensación de haberse desaprovechado el potencial de los propios puzles y todos los escenarios de cada pantalla. Puede que no todas las pantallas den pie a esto, pero por ejemplo, en una en la que salimos del metro a las calles, no tuve oportunidad de conocer mucho más sobre el universo que rodea al protagonista.
En lo referente a los puzles en sí, si bien no son excesivamente complejos, hay que destacar dos cosas; están bien tirados, pero a la vez pueden complicarse más de la cuenta por la confusión del propio jugador. Generalmente, el juego se ciñe a presentarnos una pantalla, más o menos extensa, en la que la sucesión de elementos con los que interactuamos activan ese algo que nos permita avanzar.
Y hasta aquí todo bien, pero el problema es que a veces cuesta comprender como funciona todo a nuestro alrededor. No me malinterpretéis, no es una queja por su dificultad, que de hecho puede escogerse al principio, sino que a veces he tenido la sensación de haber estado perdiendo el tiempo tontamente con según que puzles. Algo que podría resolverse facilitando lo que el estudio pretende transmitir al jugador, y en lo que veo ciertas lagunas.
La intriga en The Plane Effect te empujará a seguir
Como decía más arriba, The Plane Effect nos invita a vivir una aventura surrealista, y desde luego extraña como ella sola hasta el final. Poniéndonos en la piel de Solo (nuestro protagonista) viviremos nuestro último día en la oficina, pero lo que no se imagina es la odisea que le espera tras salir a la calle. A medida que avancemos, todo se irá volviendo más oscuro y siniestro, atravesando lo que parece una sociedad distópica. Todo parece estar muerto, vacío, sin nadie que nos acompañe o nos ayude en nuestro camino.
Esto es algo que han sabido plasmar desde Studio Kiku. Si bien estamos solos en todo momento, de alguna manera logra cautivar y mantener en alerta al jugador desde el principio. No hay nada que nos aceche aparentemente, pero no pude evitar pensar en más de una ocasión que algo o alguien seguía mis pasos. De hecho, hay varias sorpresas por el camino, aunque tendréis que descubrirlo por vosotros mismos.
Antes hablaba de la dificultad, pero no es que exista un nivel fácil, intermedio o difícil en cuestión. En The Plane Effect la aventura no modifica realmente su nivel de dificultad, lo que nos permite el juego es escoger cómo de profundas pueden ser las pistas para guiarnos en los puzles. Se ciñen a indicar o no la acción que quiere llevar a cabo Solo. Esto aparece al pulsar LB, de forma que un dibujo sobre Solo indicará la acción final a realizar. Yo escogí el nivel intermedio, pero me da la sensación de que incluso con todas las ayudas, más de uno puede atascarse en ciertas pantallas.
Dicho esto, y con alguna que otra pega, el título me ha hecho seguir en todo momento, queriendo averiguar todo cuanto pueda. La narrativa es sutil, no hay un narrador, ni tampoco habla nuestro protagonista. Todo fluye a través de lo que vemos, y eso hace que uno quiera seguir hasta el final. Esa es quizá la mayor virtud del juego, que a veces juega en su contra sí, pero que nos mantendrá pegados a la pantalla.
El sonido, nuestro único acompañante
El apartado sonoro es otro punto destacado de The Plane Effect, y no porque resalte excepcionalmente, sino porque por el propio planteamiento del juego, es lo único que acompañará a Solo durante su viaje. Hay que decir que no es ni mucho menos mediocre, los efectos sonoros del entorno cumplen satisfactoriamente. Incluso la interacción al golpear una lata o caminar por diferentes terrenos está genialmente representado.
Eso sí, no hay una banda sonora reconocible. A veces, algunas melodías contribuyen a ciertos momentos de tensión, o simplemente vaticinan un devenir intenso y peligroso para Solo. Aún así, tampoco necesita mucho más, pues la aventura de Studio Kiku pretende lograr esa sensación de soledad absoluta, de indefensión, y realmente lo consigue. Una cosa no quita la otra, pero como digo, no he echado de menos en ningún momento alguna pista musical más compleja. Me han gustado especialmente algunos puzles en los que la música era parte esencial de los mismos, aunque esto dejaré que lo descubráis vosotros mismos.
¿Merece la pena esta aventura distópica?
Podríamos debatir constantemente sobre el mensaje del videojuego, si hay cosas mejorables aquí y allá, pero atendiendo al tipo de producto que tenemos delante, creo que es lo suficientemente sólido para el público al que va dirigido. Es una de esas aventuras breves que apetecen jugar de vez en cuando, con un poderoso trasfondo. La rutina y las enfermedades mentales son perfectamente asociables a lo que vive Solo, y sin ánimo de desvelar spoiler alguno, solo os diré que parte de la solución del acertijo comienza en el propio nombre del juego.
No esperéis encontrar una banda sonora icónica, diálogo alguno, o mecánicas ingeniosas. Aquí lo que prima es la experiencia, aprovechando así elementos y recursos ya conocidos de sobra por los jugadores. Studio Kiku busca contar algo, y aunque hay algunos puntos mejorables, o añadidos que le habrían sentado de maravilla, no se puede negar que han logrado su objetivo. Incluso con una trama compleja y que puede resultar algo… difícil para más de uno, The Plane Effect es toda una experiencia. Breve e intensa, pero divertida a la vez si os gustan los puzles y aquellas propuestas diferentes a nivel artístico.
The Plane Effect
14,99€Pro.
- Hay muchos puzles ingeniosos y bien planteados
- Una trama que anima a seguir
- La sensación de indefensión y soledad contribuye a la inmersión
Contra.
- El planteamiento hará que muchos jugadores se pierdan con algunos puzles pese a la simplicidad de los mismos
- La banda sonora brilla por su ausencia
Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.