Análisis Little Nightmares 2

Tarsier Studios con la distribución de Bandai Namco nos traen la esperada secuela del exitoso Little Nightmares. Esta segunda parte promete traernos de vuelta a un aterrador y siniestro mundo del que deberemos escapar.

Recordando el original Little Nightmares

El título original salió allá por 2017. En el juego controlábamos a una hambrienta niña de nueve años llamada Six. Ésta es secuestrada en Las Fauces, un misterioso barco poblado de siniestras criaturas y del que tendría que escapar. El juego no era en sí pionero. Playdead ya había creado los maravillosos Limbo (2014) e Inside (2016). Ambos con referencias muy interesantes como el cine negro o la obra 1984 del escritor George Orwell. Y ambos, también, con el plataformeo y los puzzles como su principal baza.

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Si bien Little Nightmares no fue pionero, la especial estética de cuento clásico unido al tono onírico le otorgaron un halo especial. A ello se unía la explotación del miedo atávico a la oscuridad, lo desconocido y a un tema por el que todos hemos pasado: las pesadillas. Ésas que de pequeño te hacían estremecer y despertarte gritando y llamando a tus padres.

La sencillez en la jugabilidad, la diversión y la estética se mezclaron para dar un título que gustó a todo tipo de públicos. El éxito fue abrumador hasta el punto de que Little Nightmares había conseguido ventas de tres millones de copias hasta el pasado diciembre de 2020.

Volviendo a la pesadilla

El éxito de ventas de su primera parte, dejaba a las claras que su secuela era sólo cuestión de tiempo. Y es así como volvemos a un mundo de pesadillas infantiles, ésta vez aún más evidente.

Si en la primera entrega era más la sugerencia estética y ambientación, esta vez los miedos infantiles son los claros protagonistas. Un bosque, un colegio, un hospital… son algunos de los escenarios que tendremos que recorrer. Eso sí, todos dominados por la oscuridad y por unos seres grotescos que nos pondrán la piel de gallina.

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En este caso la historia nos lleva a Mono, un chico atrapado en un mundo que ha sido tergiversado por la extraña transmisión de una torre de emisiones. En este juego también aparecerá Six, la niña protagonista de la primera parte, como su guía, aunque esta vez manejada por la IA. Mono y Six recorrerán un largo camino para descubrir los oscuros secretos que se ocultan tras la Torre de Señales y con ello, tratar de salvar a Six de su terrible destino.

La jugabilidad por bandera

El planteamiento del juego es muy similar a la de su primera parte y Little Nightmares 2 apuesta por la misma fórmula de juego: las plataformas con pequeños puzzles. Y de nuevo los controles responden perfectamente a las físicas y los saltos y los agarres siguen siendo perfectos. Esta vez, además, podemos hablar de algo más de acción.

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Mono será más agresivo que Six y en momentos puntuales podemos coger determinadas armas o utensilios, para atacar a las criaturas que nos acechan. Además tendremos que medir bien los tiempos de ataque, puesto que las armas son de mucho mayor tamaño al nuestro, por lo que pueden suponer una pesada carga y por tanto, lentitud en su ejecución.

Esto, unido al compañero controlado por la IA suponen un soplo de aire fresco y algo muy loable para no convertirse en «más de lo mismo». Pese a ello, la introducción de un compañero «automático» que incluso se adelanta a tus acciones, supone un problema al mismo tiempo. Y es que si ya sabemos por dónde hay que ir o lo que hay que hacer, porque vemos como ha actuado Six, el reto es mucho menor. A ello se une que los retos a superar no suponen una gran dificultad. Por el contrario la opción de ser dos personajes introduce un nuevo botón, el de llamar, para hacer acciones coordinadas que serían imposible con un solo personaje.

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También destacar las partes de infiltración sin ser vistos o huida de monstruos, que ayudan a evitar la monotonía que pueda suponer el salto-puzzle como fórmula recurrente. Pese a ser dos situaciones completamente distintas, ambas serán capaces de ponernos en una situación de gran tensión y dar más vida aún al juego.

El Unreal Engine sigue siendo un disfrute visual

Gráficamente el juego sigue siendo impecable. Con unos escenarios cargados de detalles y con una estética onírica, en ocasiones casi «Daliniana», como dijimos al principio, que ha sido perfectamente plasmada.

Los diseños de personajes, los tratamientos de luz y texturas, todo ralla a un altísimo nivel sin encontrarnos con ningún tipo de descuido.

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El único punto negativo es que en algunas animaciones, como el golpe con armas, he sufrido algún pequeño bug gráfico. En él, algunos elementos se han quedado «pillados» en el aire en pantalla. Esperemos que este punto sea subsanado en posteriores actualizaciones.

Una pequeña novedad es la posibilidad de configurar ligeramente nuestro personaje con distintos tipos de sombreros. Mono por defecto aparecerá con una bolsa de papel en la cabeza. Pero durante el juego, podremos localizar algunos otros y equipárnoslos para dar un toque más personal.

Ambiente sonoro perfecto

Recordemos que durante el juego la música es escasa, al igual que en la primera parte. Pero el apartado de FX es una auténtica maravilla, con unos ruidos, gruñidos, gritos o sonidos de caídas de todo tipo de objetos en distintas superficies de un nivel increíble.

La ambientación sonora tiene poco que envidiar a la gráfica y consigue adentrarnos aún más en esta sobrecogedora aventura. El crujir de la madera al pisar o los gruidos emitidos por estas criaturas son algunos de los ejemplos más sobresalientes para este apartado que está brillantemente resuelto.

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Conclusiones Little Nightmares 2

Estamos ante una cita ineludible para cualquier persona que disfrutara con su primera parte. Little Nightmares 2 es un juego hecho con mimo y cuidado en los detalles.

Es un juego para saborear y paladear. Para detenerte en algunas pantallas a disfrutar del cuidado ambiente visual y a agarrar objetos por el mero placer de romperlo o ver como interactúa con otros objetos o superficies. Además podremos interactuar con objetos que no afectan directamente a la historia, aparte de darnos algún que otro logro. Por lo que invita a recorrer sus escenarios en busca de estos pequeños detalles.

Todo ello, unido al comentado excepcional apartado sonoro nos lleva a recomendarlo encarecidamente. No sólo a los aficionados al plataformeo, si no, para aquellos que gustan de jugar a juegos distintos, con esencia y con estéticas particulares y alejadas de juegos más generalistas. Además para los gamers que disfruten con ediciones físicas, el juego cuenta con una preciosa edición física que incluye un diorama de Mono y Six, un libro de arte, steelbook, banda Sonora en CD y digital y contenido extra digital.

Desde ÁreaXbox os recomendamos este título, así como su primera parte. Eso sí, esperamos que los monstruos del juego no aparezcan en vuestras pesadillas…