Poco a poco tenemos mas datos sobre la próxima generación de consolas que se lanzarán (en teoría) a finales de año. Uno de los aspectos que se ha discutido es a cerca de los juegos entre generaciones que seguramente nos abordaran durante el próximo año. Microsoft lo ha aceptado más que Sony, con uno de sus títulos más grandes de Xbox Series X: Halo Infinite, el cual han confirmado también estará en Xbox One.
A parte de ser una noticia bien recibida, también ha generado cierto escepticismo, puesto que se pone en duda la puesta a punto de los ports para Xbox Series X.
Phil Spencer habló con GamesIndustry y consideró que ese aspecto no sería una problemática a tener en cuenta. Así, descartó la idea de que Xbox Series X vaya a salir damnificada de estas portabilidades, argumentando que igual que los desarrolladores logran optimizar para PC los juegos en diferentes hardwares, los estudios también lograrían optimizar los juegos para Xbox Series X.
«Xbox Series X saldrá este año. Yo juego con ella todos los días en casa, y puedo decir que hay diferencias con Xbox One X. Deberíamos aplaudir el trabajo que se está realizando con el SSD y el audio como ejemplo del esfuerzo de Jim Ryan y Mark Cerny y su equipo en PlayStation. Deberíamos aplaudir los tiempos de carga y la fidelidad de las escenas, la velocidad de fotogramas y la latencia de entrada y todas estas cosas en las que nos hemos centrado con la próxima generación…»
También apuntábamos hace un tiempo que desde el inicio de su campaña, Microsoft ha transmitido con Xbox Series X un mensaje pro consumidor. Ofreciendo una transición de bibliotecas, logros y archivos guardados, así como la compatibilidad con los accesorios que funcionan en Xbox One.