Esta generación ha sido el florecimiento de propuestas que buscan el retorno a la estética retro, la recuperación de los 8 o lo 16 bits como estética de los videojuegos. Y eso ha traído para los videojuegos una proliferación de juegos increíblemente hermosos, pero también increíblemente mediocres y malos. Kuhd0 se aventuraron dentro de este influjo para traernos su nuevo juego, Grizzland.
Grizzland lleva esta apuesta mucho más allá, jugando con una propuesta de juego bastante amplia, una suerte de mundo abierto, pero dotado todo de un minimalismo de base. No tiene una premisa o configuración real en el mundo del juego cuando comienzas, pero a medida que navegas por el mundo e interactúas con sus ubicaciones y NPC, aprendes partes y piezas. Sin embargo, sigue siendo en gran medida vago y misterioso. Una narración vaga sin un sentido real de dirección para la búsqueda.
Aquí puedes ver la guía completa realizada por nuestro colaborador @MLGMakun:
Un metroidvania de mundo abierto
Que Grizzland sea de mundo abierto, quiere decir básicamente que no vas a saber qué puedes hacer. Justo cuando te lanzas a este mundo, la aventura que se avecina se presenta como un poco de prueba y error, donde los controles suelen ser receptivos pero comprensiblemente retro. Al principio, tomas una espada y luego la habilidad de saltar. Una vez logramos tener esto, ya nos hemos enterado de que habrán nuevas habilidades aprendidas más adelante, las que usaremos para acceder a áreas anteriores. Lo que significa volver visitar a zonas.
Dada lo poco claro que es el motivo y sentido de nuestra búsqueda, es bastante fácil perderse. Muchas veces me pasó a mi sentirme frustrado, por quedar atrapado y tener que autodestruirse (lo que tendremos que hacer muchas veces) para volver a un punto de guardado anterior. Esta mecánica de juego nos habla del tipo de juego que es Grizzland. Un juego que te va a frustrar mientras encuentras tu camino, porque no da ninguna pista.
La arquitectura de niveles es bastante interesante, con su diseño minimalista, sus caminos imposibles, y la necesidad de adquirir herramientas para volver a visitarlos. De vez en vez nos encontramos con NPC que nos darán misiones. Con resultados ambiguos sobre lo que puedes recibir, pero también relacionado con lo que esperas recibir. Grizzland es un juego para quienes les gusta sentirse perdidos y en búsqueda de sentido.
Un combate no es lo más emocionante
El combate es muy torpe, no muy responsivo en situaciones de muchos enemigos. Sobre todo cuando hablamos de combate cuerpo a cuerpo. Esto tiene que ver mucho con el enfoque retro y minimalista del juego. Tu espada es muy lenta e incómoda de usar, y balancear te pone en un estado muy vulnerable por un tiempo. Saber cuándo es seguro atacar es mucho más importante que sus reflejos.
Cada área del juego en pantalla es independiente de las otras, por lo que puedes controlar los obstáculos que ahí se te presentan, seguir los patrones de los enemigos y moverse metódicamente. Esto será la clave para tener buena cantidad de salud.
En el camino, enfrentaremos a algunos enemigos básicos, cada uno con un comportamiento específico y predecible. Murciélagos de los que puedes huir, dinosaurios que te persiguen, y unos hombres enanos que explotan. Sin embargo, el combate no es lo que hace que Grizzland sea genial. Está descubriendo cómo completar cada cuadrado del mapa y encontrar todas las notas que exponen lo que realmente está sucediendo en el mundo del juego.
Conclusión
Este es un juego bastante interesante para quienes les guste los juegos retro. No es un juego retro más, es una apuesta arriesgada a hacer de esta estética una norma de juego, explorando además la idea de los mundos abiertos y los metroidvania. Griizzland tiene algunas peculiaridades que lo vuelven un juego interesante en general. Es un juego de exploración, que puede hacerse monótono por su paleta de colores y por su estilo minimalista, pero que siempre tiene algo qué ofrecer.
El sonido, del que no hablamos hasta ahora, debo decir que no decepciona. La música y los efectos sonoros se enmarcan dentro de la propuesta estética retro. Pero ofreciendo una experiencia satisfactoria. Con su precio económico y una longitud bastante bien para el tipo de juego que promete ser, es un juego que podría recomendar. Aunque eso sí, adentrarse lo que promete Grizzland lo cumple, para bien y para mal.
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