Cuando te enfrentas a un city builder o un juego dentro del género de creación y gestión de ciudades, esperas una epopeya que permita evolucionar a tu gran civilización a través de eras y hacer de todo ello un proceso muy complejo en el que tengas que estar pendiente de varias cosas. Pero, en el siguiente análisis de Fabledom, os quiero transmitir como principal idea el hecho de que, de vez en cuando, también hay citybuilders más pequeños y mas íntimos, en el que al final te preocuparás más por coger cariño a su mundo y sus personajes que no a intentar que tu civilización sea la más importante.
Siguiendo la estela de juegos como The Settlers o Kingdoms and Castles, nos llega Fabledom, lanzado hace ya casi un año en acceso anticipado en Steam de momento sólo para PC. Obra de Grenaa Games, sus autores ya destacaron en trabajos anteriores como The Dungeon of Nahuelbeuk o Souldiers.
Análisis Fabledom: Modos de juego y mecánicas jugables
En esta ocasión nos propone un clásico juego de construcción de ciudades en el que, lo más importante y creo que es la sensación que han querido transmitir, es que te sientas a gusto.
Empezamos hablando por la propuesta jugable que hay detrás de Fabledom. Al inicio de nuestra partida, como ya ocurre en otros juegos del estilo, tendremos dos modos de juego. El modo Creativo será un modo sandbox en el que no tendremos límite de ningún tipo. Ni de recursos, riquezas, tecnologías etc. Tendremos todo a nuestra disposición y libertad total para construir y gestionar cuanto queramos.
Por otro lado, y donde se suele recomendar empezar, tenemos el modo estándar, donde debemos progresar y hacer crecer nuestro reino a través de lo que seria el equivalente al sistema de eras de los juegos de la saga Civilization.
Será en este modo donde empezamos ya escogiendo inicialmente si queremos ser un príncipe o una princesa, y personalizando ciertos detalles de nuestro personaje hasta el punto de sus gustos culinarios. Seguidamente, tocará escoger nuestra ubicación dentro de las varias disponibles y ahí empezará nuestra aventura.
No faltan las mecánicas clásicas de city-builders
Empezando con unas herramientas muy básicas, deberemos dar cobijo a todos aquellos que se acerquen a nuestra aldea. Pero no sólo tendremos que resguardarlos, sino que habrá que hacerlos trabajar y asignarles profesiones. Empezaremos por las profesiones más clásicas de este tipo de juego: granjas de cultivos, canteras para recoger roca o serrerías para producir madera.
En el lanzamiento definitivo, habrá más contenido.
Gracias a la riqueza generada por nuestros ciudadanos, (y el oro que acumularemos por los diezmos) podremos ir agrandando nuestro territorio. Destaca por encima de otros el cuartel de héroes, que nos permitirá gracias a un héroe (además de guerrear) espiar y visitar ruinas.
En definitiva, nada que no hayamos visto ya en un city bulding pero añadiéndole pequeños detalles que, sobretodo al inicio, tienen su gracia y aportan algo de variedad.
Otro aspecto que he encontrado curioso es la opción de “cortejar” a princesas/príncipes de reinos adyacentes. Obviamente, para que aquella princesa “nos dé su amor” nos pedirá algo a cambio y será tarea nuestra conseguírselo.
A menor reto, mayor comodidad
En cuanto a su dificultad, enlazo con lo que comentaba al principio cuando decía que sus desarrolladores quieren que nos sintamos a gusto. Se trata de un juego muy asequible en cuanto a dificultad se refiere. Apenas habrá reto en las partidas y tan sólo puede haber algún pequeño momento de crisis que suele estar protagonizado por el invierno.
El juego tiene climatología variable y, además de visualmente ver el resultado de las diferentes estaciones, en las épocas de crudo invierno nuestras granjas no producirán y deberemos “reorientar” la economía hacia otros sectores como la pesca que no sufran tanto las inclemencias del tiempo y de la tierra. Pero he de decir que con guardar algunos recursos es más que suficiente para superar ese pequeño reto.
Fabledom no quiere poner a prueba tus dotes de líder ni de constructor. Quiere que te sientes y disfrutes, que hagas evolucionar a tu pueblo y a los tuyos sin ningún tipo de estrés o amenaza recurrente. El tiempo pasa muy rápido cuando entras en Fabledom y aquellos 20 minutos que querías jugar se convierten en una hora fácilmente y sin darte cuenta. Por eso, porque te sientes a gusto y en casa.
Y para ello utiliza muy bien sus armas, y su principal baza será su estilo artístico y su paleta de colores, así como la música. Todo está orientado a conseguir un tono muy “cozy” y hogareño. Te sentirás muy a gusto gestionando y viendo cómo evoluciona tu gente. Además de la música que acompaña genial tus ratos de gestión, es un juego al que querrás volver, aunque sólo dispongas de 30 minutos para jugar.
Rendimiento y visual
En lo técnico, a pesar de ser un early-acces, al llevar casi un año el juego apenas tiene bugs y no hemos encontrado problemas graves, salvo a veces lo caprichoso de la cámara y lo que tiene que ver con los edificios. Además, sus bajos requisitos hacen que funcione en casi cualquier PC actual. El juego es compatible parcialmente con Steam Deck. He probado de jugarlo y he de decir que, aunque se ejecuta correctamente, por el tipo de juego que es no seria la mejor experiencia para el PC consolizado de Valve.
Análisis Fabledom: Conclusiones
Con un tono acogedor y que te abrazará sin darte cuenta (haciendo que pases horas y horas sin darte cuenta casi) Fabledom es lo que se podría denominar como “cozy” city builder medieval, donde apenas existe reto y todo está pensado en el bienestar del jugador, desde la escasa dificultad hasta las infinitas posibilidades de su modo creación. Si eres de los que has abandonado algún city builder porque veías que no podías manejar las exigencias del mismo, debes dar una oportunidad a Fabledom, él te acogerá en sus brazos y tu marcarás lo exigente que quieras ser.
Pro.
- Su estilo visual
- Sin apenas reto
Contra.
- Algún problema con los controles
- Quien busque reto o profundidad no lo encontrará
