Análisis de Company of Heroes 3

Tras prácticamente una década desde el lanzamiento de Company of Heroes 2, llega una tercera entrega muy esperada. De la mano de todos unos maestros de la estrategia como es el caso de Relic Entertainment, se presenta ante nosotros un título al que es complicado ponerle pegas. Sin duda alguna, cuando pasa tanto tiempo entre una y otra entrega, el paso de los años suele notarse. No obstante, con Company of Heroes 3, esto no ocurre. La compañía ha sido capaz de recuperar la fórmula clásica y aderezarla con novedades muy interesantes.

En este sentido, podemos decir sin miedo a equivocarnos que uno de los títulos en los que se ha inspirado el estudio para dar vida a esta nueva entrega es la saga Total War. Una franquicia que es sinónimo de calidad. Así pues, el equipo ha dispuesto todo esto en una coctelera y nos presenta una entrega sobresaliente. Si quieres conocer todos los detalles de este lanzamiento, no puedes perderte el siguiente análisis.

De vuelta a la Segunda Guerra Mundial

Company of Heroes 3, nos trae de vuelta a uno de los mayores eventos bélicos de toda la historia. A pesar del sinfín de adaptaciones con las que contamos a día de hoy, Relic se las ha apañado para hacer sentir fresca esta nueva aventura. Para conseguir esa sensación, el equipo ha trabajado tanto el apartado jugable como el técnico con un mimo exquisito. Prueba de ello son las animaciones con las que cuentan nuestras tropas. Ver a nuestros soldados avanzando por las ruinas de una casa, lanzando granadas o simplemente tomando cobertura frente al fuego enemigo es un auténtico lujo.

De igual forma, tal y como ocurrió con la cuarta entrega de Age of Empires, el estudio ha realizado un trabajo documental prácticamente perfecto. Vivir las dos campañas que nos ofrece esta entrega nos hará revivir el conflicto de una forma espectacular. Contando, con datos e imágenes reales que trasladarán el conflicto bélico a nuestras pantallas.

A esto se le suma la jugabilidad de corte minimalista con la que se creó la saga. Es decir, una estrategia desarrollada en base a pequeños pelotones o comandos. Esto hace que tengamos que medir muy bien nuestras acciones, posicionando a nuestras tropas en puntos estratégicos del mapa y aprovechando al máximo el potencial de su arsenal. En este sentido, el juego sigue funcionando como las entregas previas, con algún mínimo retoque para refrescar la fórmula. El resultado es simplemente soberbio, convirtiéndose en uno de los juegos más satisfactorios dentro del género.

Tomar a nuestros zapadores para colocar minas y poder emboscar a un pelotón enemigo, o bien asaltar una casa con nuestro equipo de unidades especiales, son acciones simples pero que hacen que cada enfrentamiento sea único. Todo ello ayudado de una pausa táctica que nos permite programar hasta un total de 8 movimientos por unidad antes de volver a la acción en tiempo real.

Un giro de tuerca a sus campañas

Cómo ya adelantamos, el juego cuenta con dos campañas diferenciadas. Una de ellas nos llevará a África y cuenta con un sistema de lo más clásico. Los amantes de la segunda entrega se sentirán como en casa, ya que se trata de una serie de misiones bastante extensas donde tendremos que ir cumpliendo objetivos. En este sentido, nada ha cambiado, más allá del trabajo documental que ahora brilla con luz propia. En sí, se trata de una acción directa y sencilla, una experiencia de Company of Heroes de hace una década.

La verdadera revolución viene en su campaña italiana. Es aquí donde sale a la luz las similitudes con la saga Total War. Y es que, aquí la campaña no es para nada lineal. Haciendo uso de un mapa de campaña al igual que Total War, tendremos que ir tomando decisiones sobre como avanzar por el mapeado, qué ciudades atacar o cómo hacer frente a las incursiones del enemigo. Aún así, hay que destacar que ni por asomo es tan complejo como el ejemplo citado. Company of Heroes, sigue siendo consciente de que su principal virtud reside en el combate. Es por ello que toma prestado esta funcionalidad, pero la adapta a su manera.

Uno de los principales alicientes de esta nueva campaña es ver cómo nuestras decisiones impactan en el progreso de nuestra misión. Existe una gran cantidad de eventos inesperados que ocurrirán durante la campaña dependiendo de las decisiones que tomemos durante nuestra aventura bélica. Esto hace que sea mucho más extensa que la campaña del continente africano y cuente con muchas más posibilidades. A pesar de esto, si eres un veterano del género, puede que sientas que su mapa de campaña no se ha aprovechado tanto como sería de esperar.

Sin límites

La realidad es que tras poder disfrutar de esta aventura durante horas, la sensación que me deja es que el juego roza la perfección en lo que se propone. Esta tercera entrega vuelve a la carga con todo lo bueno de sus predecesores pero con un buen soplo de aire fresco gracias a su campaña italiana. Además de esto, su apartado técnico es un auténtico espéctaculo tanto a nivel sonoro como gráfico. El hecho de poder destruir prácticamente la totalidad del escenario es algo muy pocas veces visto en un juego de estrategia. Además de esto, el juego no oculta la dureza de la guerra, siendo posible ver desmembramientos al lanzar una granada o las salpicaduras de sangre.

Si bien es cierto que su modo campaña no es especialmente complejo, tampoco creo que sea algo que lastre la experiencia. Como ya mencioné párrafos atrás, Relic sabe lo que se hace y sabe perfectamente que el jugador medio de Company of Heroes busca una acción mucho más directa. Y vaya que si lo consigue.

Este primer acercamiento a Company of Heroes 3, no sólo me ha dejado un gran sabor de boca, me ha hecho ver que es muy probable que su versión para consolas llegue en unas fantásticas condiciones. Y es que, durante la partida no se hace extremadamente necesario el uso del teclado, es más realizamos casi todas las acciones con el ratón. Esto a la hora de trasladar su acción a un mando facilita mucho las cosas.

En definitiva, acogía con cierto temor el regreso de la franquicia tras una ausencia tan prolongada. Sin embargo, Relic lo ha vuelto a conseguir. Ha trasladado la esencia de un clásico de la estrategia a nuestra modernidad, obteniendo con ello un resultado sobresaliente.

Recordad que tenéis este y muchos otros análisis justo aquí.

9.2

Gráficos

9.0/10

Sonido

9.5/10

Jugabilidad

9.0/10

Pro.

  • Vuelve un clásico de la estrategia
  • Técnicamente es realmente bueno
  • Una jugabilidad que sigue funcionando
  • Un gran mimo al detalle

Entradas relacionadas