The Foundation es la primera expansión que llega a nosotros, de las dos planeadas para Control. Lo que presenta es un contenido relativamente corto, pero sustancioso. Con un espacio nuevo, algunas mecánicas replanteadas (sin demasiado riesgo), y el regreso de algunos de nuestros personajes favoritos, este DLC ofrece una gran experiencia que amplía la base jugable del juego original.
El análisis que van a leer a continuación fue escrito por alguien que disfrutó enormemente con el juego base, y que por eso iba con las expectativas altas. Ahora, lo primero que quiero hacer es agradecer a 505 Games Spain que nos dio el código para este análisis. Fue un gran viaje por los lugares recónditos de la Fundación. Lo logrado por Remedy con esta expansión es de verdad un trabajo de admirar.
Un viaje a los cimientos del Buró
La Casa Inmemorial fue nuestro hogar, no solo el de Jesse Faden. Con sus espacios laberínticos en los que podías perderte por horas, sus diferentes transformaciones, lograba darte esa sensación de estar en un espacio que se extendía infinitamente y que se transformaba constantemente. Sin embargo, siento que luego de terminarte el juego base, y si de verdad te dedicaste a las misiones secundarias, volver a la Casa Inmemorial podría no motivar tanto.
No me malentiendan, yo de verdad disfruté el juego base. Pero la idea de un DLC que implicara volver a recorrer los pasillos del Buró, me hacían dudar sobre qué tan divertido, completo sería. The Foundation, sin embargo, ha hecho una jugado que yo llamaría magistral. Sigues en la Casa Inmemorial, pero vas a sus cimientos, y esto significa que te transportas a un espacio de cuevas extrañas, que siguen conservando el sentido laberíntico, pero que tienen de particular que en éstas el Plano Astral rompe distintos espacios.
El espacio que construyó Remedy en The Foundation te permite sentirte en un juego renovado. La atmósfera es diferente, aunque sin duda sigue siendo Control. Y esto para mi fue algo definitivamente genial. Sin contar con todas las zonas ocultas que te abren a nuevos espacios, y los jefes de misiones secundarias, que te ofrecen cada uno una experiencia nueva. Todo lo genial que tuvo el juego base dentro de su género de Metroidvania.
Nuevas mecánicas que no renuevan demasiado pero funcionan
La primera gran pregunta que uno debería hacerse es cuánto renueva este DLC en mecánicas el juego. No es corriente que los DLC renueven demasiado un juego, y The Foundation no es la excepción. Sin embargo, junto con la renovación del escenario, se incluyen dos nuevas habilidades para Jesse, que consisten en la manipulación y destrucción del terreno. Estas habilidades además de tener un lugar en la exploración, se usan muy inteligentemente en los combates.
Además de esto, también cuentas con la ayuda de un «Ranger» que te asiste. Aunque esto se limita a ciertos espacios en donde exista la posibilidad de llamarlos. Este añadido me pareció la más simple de todas, tanto porque solo llega a usarse en dos ocasiones, como porque no resulta orgánica. Se siente casi innecesaria, pero lo cierto es que en los dos momentos en que te apoya el soldado son momentos críticos de combate (que igual podrías haberlo hecho tu solo).
Los nuevos enemigos, las confrontaciones que hay entre los enemigos de The Foundation, llamados id, con los enemigos del Hiss, como también los nuevos retos y decisiones. Y el nuevo personaje como el diseño de Bosses secundarios, todo esto trajeron novedad en este DLC y lo hicieron sentir una experiencia completa.
Dura lo suficiente pero le faltó la chispa final
Para mi, The Foundation es un DLC que vale cada euro que pagas por él. Lo debo decir fuerte y claro. Te ofrece más Control, que es para mi el mejor juego de Remedy hasta el momento, pero no te satura con más de lo mismo, sino que renueva el espacio completamente, añade una nueva historia, que sigue estando tan bien como la anterior, y te añade mecánicas que enriquecen el juego para hacerlo aún más satisfactorio. Si te gustó el juego base, este DLC lo vas a disfrutar de principio a fin.
Sin embargo, se queda corto en algunas cosas. Y la principal de estas, es el jefe final. Su trascendencia en la historia es notable, pero esta batalla final deja mucho que desear, más que nada porque es termina siendo un batalla con un enemigo más. La falta de esa sensación de épico que tiene este momento se hace más evidente cuando has enfrentado a la cámara de cine, por ejemplo. Esa batalla es artísticamente superior, y jugablamente ofrece una experiencia diferente a todo lo demás que tienes en el juego. Hubiera sido mucho más grato encontrar algo así en la batalla final del DLC.
Esta es mi crítica principal. Creo que no tengo ningún otro reparo. Y lo más importante, es que esta batalla final sigue siendo buena en términos generales, y no arruina para nada la experiencia general del juego. También debo añadir que The Foundation cumple en cada uno de sus aspectos y por eso no me queda más que recomendarlo.
Puedes leer el análisis de Control (juego base) pinchando aquí o también ver el gameplay que hicimos para este juego aquí.