El formato de acceso anticipado cada vez está tomando más fuerza en cuanto, sobre todo, a lanzamiento en juegos de PC se refiere. Si bien en consolas no está tan popularizado (y es lógico por la diferente base de usuarios), cada vez son más los estudios que lanzan su obra en early-acces a través de Steam para, poco a poco, ir puliendo la fórmula e ir escuchando a su comunidad de jugadores. Hoy os hablamos de uno de estos casos, Hellcard, cuya versión definitiva se lanzó el pasado 1 de febrero tras estar casi un año en formato de acceso anticipado. El juego ha sido desarrollado por Thing Trunk, los mismos que nos trajeron obras como Undying (del que aquí os dejamos su análisis) y editado por Skystone Games y Surefire Games.
Definido como un juego de cartas roguelike cooperativo, os pasamos a desgranar nuestras sensaciones y que nos ha parecido tras varias horas en este análisis de Hellcard para PC.
La sombra de Slay the Spire es alargada
Sin duda alguna, cuando hablamos de “deckbuilders” hemos de hablar de Slay the Spire y cuan diferentes o similares son a éste. Realmente el juego se sustenta en bases muy sólidas: builds totalmente válidas y variadas, reglas del juego claras y una interfaz de usuario clara y visualmente limpia.
Toda la obra, eso sí, estará “impregnada” del tono del anterior juego del título “Book of Demons”, sólo que en el anterior caso estábamos hablando de un Action RPG y aquí hablamos de un género totalmente diferente. Toma elementos prestados del juego ya que, como ocurre en Book of Demons, tus enemigos serán hordas más que enemigos muy fuertes y que escaseen en número. Así pues, el foco estará puesto en el “control de masas” y en saber escoger muy bien el objetivo concreto dentro de todos los disponibles.
Pero habrá diferencias también
Este hecho comentado es un punto diferencial, el otro es el gran añadido del cooperativo online. Pero no os preocupéis ya que el juego se puede jugar perfectamente en solitario ya que la IA será la que nos acompañe con otros personajes, cada uno de ellos con sus mazos, sus habilidades pasivas y sus propios recursos y salud. Además, estos compañeros funcionarán muy bien y nos dará la sensación de ser casi casi autónomos ya que ellos mismos mejorarán su propio mazo y escogerán su camino.
Jugablemente nos espera una aventura a lo largo de 12 niveles en el Infierno en la que, para empezar, podrás escoger entre un mago, un arquero o un bárbaro. Podremos ir mejorando nuestro personaje y sus características conforme lo vayamos utilizando en los combates. Dichos combates, al igual que ocurre en Slay the Spire, serán una mezcla de, a la vez, intentar hacer el mayor daño posible al enemigo, pero, por otro lado, intentar mitigar el daño que te puedan hacer.
Si uno de nuestros héroes fallece, sólo lo podrás revivir en una sala especial. A lo largo de las 12 plantas (cada una de ellas generadas proceduralmente) tendremos una armería para mejorar nuestro mazo, un campamento para curarnos e incluso una sala del tesoro para obtener nuevas cartas.
En medio de la batalla, podrás jugar con sus cartas como si fueran las tuyas, eso sí, limitado a escoger una entre dos de ellas y no libremente entre todo el mazo. Y si no te convencen los compañeros asignados por la IA, tranquilo porque a mitad de partida te encontrarás con más personajes a los que podrás reclutar y deshacerte de alguno de tus compañeros que no te acabe de convencer.
Análisis Hellcard: Siempre pensando en la estrategia
Este hecho abre un gran abanico de posibilidades ya que podrás “utilizarlos” para según que tareas más agresivas/defensivas y luego cambiar sus roles por otros en caso de necesidad. También servirá para jugar con los diferentes niveles de salud de tus compañeros, ya que los nuevos miembros se unirán con la barra de salud a tope y puede servir para hacer esa micro gestión de la salud del grupo.
Y créeme que no lo necesitarás ya que Hellcard es un juego difícil. Tendrás múltiples tácticas y opciones, pero también serán “múltiples” porque múltiples serán los enemigos a los que te enfrentarás. Insistimos en el apartado que os comentábamos anteriormente que Hellcard da mucha importancia más al número de enemigos que a la fuerza de los mismos.
La importancia de tu party será vital ya que no sólo será una batalla de poder contra poder, sino que la importancia del equipo se nota, por ejemplo, en el hecho de que las cartas más poderosas suelen tener efectos negativos en tus compañeros y te tocará estar siempre pendiente de pensar en el grupo y no solo en tu personaje. El bien común será lo que te haga ganar una batalla y siempre será preferible el equipo al individualismo.
Como buen roguelike, aunque vayamos a perder y veamos que no tenemos manera de ganar, la sensación de progreso en la derrota es latente y nos dará ganas de emprender una nueva run con la que, seguro, llegaremos más lejos.
En cuanto al apartado audiovisual, cero quejas y creo que el tono empleado en la paleta de colores encaja muy bien con al propuesta planteada. El tono de juego de mesa está claramente implantado y conjuga muy bien con lo que jugablemente haremos durante horas y horas.
Analisis Hellcard: conclusiones
Si te gustan los deckbuilders y te gustó Slay the Spire, sin duda alguna te gustará Hellcard. Eso sí, orientado más hacia el multijugador, hay ligeras diferencias que quizás te puedan agradar más que la obra cumbre del género o, por contra, eches de menos en éste. En todo caso, recomendado para todos aquellos que amen los roguelikes y los juegos de cartas
Pro.
- La importancia de tu party y la gestión de la misma
- Como todo roguelike, la sensación de progreso hasta en la derrota
Contra.
- Si lo juegas en solitario seguramente no exprimas al 100% sus bondades
- La sombra de Slay the Spire es alargada
