Análisis de Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin

Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, supone una nueva aventura para una de las franquicias más emblemáticas del mundo. De la mano del equipo de Frontier, nos llega un nuevo título de estrategia en tiempo real que rememora grandes clásicos como Dawn of War. Esto significa que estamos ante una estrategia minimalista, pocas unidades que cuentan con habilidades únicas y donde la gestión de las mismas será vital. Atrás quedan los combates a gran escala de la saga Total War, aquí la acción es muy diferente.

Antes de adentrarnos en lo que es el juego en sí, tenemos que mencionar que Age of Sigmar es la apuesta de Games Workshop para revivir Warhammer: Fantasy. Una versión más simplificada de la obra original que tiene como principal objetivo atraer a nuevos jugadores a sus mesas. Es por este motivo, que este lanzamiento desarrollado por Frontier cuenta en cierto modo con la misma premisa. Ahora bien, ¿cómo ha sido este nuevo experimento del estudio británico? ¡Te lo contamos!

La épica por bandera

Sin duda alguna, una de las cosas que busca todo fan de la franquicia Warhammer es que la épica de sus libros y novelas se vea reflejada en la pantalla. Objetivo que se ha tomado muy en serio Realms of Ruin y que, ha logrado sobradamente. La historia de este lanzamiento se sitúa años después de la llegada del poderoso Sigmar, eso sí, no hay una fecha concreta. El equipo ha preferido no pillarse los dedos y explorar esta época sin ningún tipo de atadura con el lore. Así pues nos encontramos en un mundo hostil repleto de Orruks, en busca de un poderoso artefacto, mientras encarnamos a un grupo de sigmaritas comandados por Demecrios, Sigrun e Iden.

La campaña desde un primer momento nos presenta a grandes personajes que muestran en todo momento su personalidad y se sienten realmente cercanos al jugador. Adicionalmente, el magistral doblaje con el que cuentan los personajes ha dado sus frutos haciendo que el jugador se sienta parte de esta épica campaña. En lo personal, he de decir que en las 6-7 horas que dura su campaña me he sentido totalmente prendado por este trío de personajes. Además de esto, creo que estamos ante una de las mejores historias de la franquicia, al menos en el mundo del videojuego. Si bien es cierto, que creo que puede sentirse desaprovechada al sólo contarnos la visión de uno de los bandos.

La historia nos guía a través de una serie de escenarios cerrados y que no son especialmente grandes. En ellos tendremos que cumplir con una serie de objetivos para continuar avanzando con su historia. En este sentido, contamos con objetivos principales y opcionales. El cumplimiento de estos segundos nos dotará de ciertas ventajas, aunque siempre contarán con sus riesgos.

Gran resultado a nivel visual

Por otro lado, me gustaría destacar el buen hacer del estudio con el apartado técnico y artístico. Para ser un título de estrategia contamos con personajes con un altísimo nivel de detalle. También es cierto que su acción minimalista se presta a ello, pero siempre es de agradecer que los personajes de una saga como Warhammer cuenten con el mimo que se merecen.

Además de esto, los escenarios por los que nos movemos a pesar de ser reducidos cuentan con un alto grado de detalle. De igual forma, los efectos de combate cuentan con ese mismo nivel de mimo, por lo que podremos observar un fantástico resultado en el combate cercano, así como en las luces y efectos de partículas. No obstante, me ha sorprendido que la violencia tan característica de la franquicia no se ha visto reflejada en este título.

Combate extremadamente simple

Dicho todo esto, tenemos que entrar en uno de los aspectos fundamentales de este título, su jugabilidad. En sí, Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, no hace nada nuevo dentro del género. De hecho, lo que busca es simplemente cumplir. De esta forma, nos encontramos con un lanzamiento que cuenta con una jugabilidad realmente sencilla. En gran parte, no creo que sea una mala idea, ya que podría ser una buena puerta de entrada para muchos jugadores a un género que en ocasiones resulta complejo. A pesar de esto, la acción de Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, peca al mostrar unos combates y una acción extremadamente simplona, lo que hace que se convierta en muy poco tiempo en un juego repetitivo.

Entrando en mayor detalle, el combate del título se asemeja a una versión simplificada del fantástico Company of Heroes. De esta forma, tendremos que mover a nuestras unidades en tiempo real por un mapeado en el que podremos capturar diferentes localizaciones. A través de estas localizaciones conseguiremos recursos con los que poder reclutar unidades, mejorarlas o simplemente lanzar habilidades. El problema que encontramos con este título es que no existe una gran variedad de habilidades y unidades, por lo que los combates se simplifican en exceso. Así pues, el jugador meramente se limita a mover a las unidades por el mapa y emplear habilidades siempre que sea necesario. El juego no se presta a realizar emboscadas o bien tener un combate dinámico donde los flanqueos sean necesarios. En muchas ocasiones se limita a un combate directo entre unidades que lanzan habilidades de vez en cuando.

Sin duda alguna, creo que este es el punto que más se ha descuidado. Es una verdadera lástima, ya que considero que el juego cuenta con grandes mimbres para ser una experiencia mucho más redonda.

Más allá de la campaña

Además de su modo campaña, el cual es el rey de la fiesta, el juego cuenta con el clásico modo multijugador donde podremos combatir contra otros jugadores en batallas de hasta 4 jugadores. En estas batallas al igual que en su modo conquista podremos seleccionar una de sus cuatro facciones, por lo que podremos explorar otras unidades y héroes más allá de la que encontramos en el ejército sigmarita. Esta modalidad ofrece la mejor experiencia jugable del título y resulta muy entretenida.

Por otro lado, también se incluye un modo denominado conquista. En este modo se emplean mecánicas roguelite para generar partidas con cierta variedad para el jugador. No obstante, tras este transfondo, nos encontramos un modo de juego que únicamente consiste en enlazar batallas, las cuales debido a la jugabilidad tan simplificada con la que cuenta Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, pueden resultar pesadas. Si bien es cierto que los combates contra jefes que se encuentran en los últimos estadíos de este modo añaden algo de variedad a su acción.

En definitiva, Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin, es un título que cuenta con muchas virtudes que podrían convertirlo en un título sobresaliente. No obstante, su simpleza, hace que el jugador no tarde en perder el interés en una acción que se vuelve repetitiva en muy poco tiempo. De igual forma, no creo que estemos ante un mal título, es más, los fans de la franquicia podrán disfrutar de una campaña que es llevada con gran acierto. Siguiendo esta línea, creo que se trata de una buena forma de adentrarse en un género que en muchas ocasiones resulta inaccesible para muchos jugadores.

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Warhammer Age of Sigmar: Realms of Ruin

7.3

Gráficos

7.5/10

Sonido

9.0/10

Jugabilidad

5.5/10

Pro.

  • Gran resultado técnico
  • Campaña interesante y llamativa
  • Doblaje magistral

Contra.

  • Extremadamente simple
  • Pocas facciones

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