Análisis Daymare: 1994 Sandcastle; Un gran survival horror indie

Daymare 1994 Sandcastle

Invader Studios vuelve a la carga con Daymare: 1994 Sandcastle, la segunda parte de Daymare: 1998. El estudio afincado en Italia estuvo trabajando en un cancelado remake fan de Resident Evil 2, antes de que Capcom lo lanzase oficialmente. Este dato seguro que ya os dice mucho sobre la inspiración tomada del survival horror de la vieja escuela.

¿Amantes de este género? Entonces os interesa quedaros aquí, seguro. Sin más dilación, dentro análisis:

Historia que sirve a modo de precuela

Somos Dalila Reyes, antigua espía del gobierno ahora perteneciente a la organización H.A.D.E.S. (ya presente en el primer juego). El objetivo es adentrarnos en un complejo de investigación militar que igual os suena: el Área 51, lugar protagonista de numerosos secretos que siempre ha tenido intranquilos a los más conspiradores. Una vez allí, empezarían a ocurrir sucesos inexplicables.

La historia de 1994 Sandcastle funciona a modo de precuela de Daymare: 1998. Se nos explican los sucesos que dieron lugar a todo lo ocurrido en este último, por tanto nos da un contexto previo necesario sin un avance hacia adelante de los acontecimientos. Si queréis jugarlos cronológicamente, tenéis que empezar por 1994.

No obstante, a pesar de ser una precuela, la narrativa es lo suficientemente interesante. Cumple lo bastante como para mantenernos mínimamente atentos con cinemáticas no muy largas y textos o notas de audio repartidos por toda la aventura. A esto ayuda mucho el buen doblaje de voces del que goza el título, en perfecto inglés eso sí. Además, hay algún que otro giro de guión inesperado.

Daymare: 1994 Sandcastle recupera el survival horror de la vieja escuela

La premisa principal de Daymare se basa en la vuelta al survival horror de la vieja escuela, implementado sobre todo por la saga Resident Evil de Capcom. La inspiración que toma Invader Studios es más que evidente, pero lo que nos interesa saber es si han sabido recoger correctamente los elementos del survival horror clásico, cosa no siempre conseguida con un resultado a tener en cuenta.

Los elementos principales de este género son, como su propio nombre indica en el idioma de Shakespeare, la supervivencia y el terror. La supervivencia implica tener recursos limitados, que si malgastamos innecesariamente nos costará caro posterioemente. Eso está presente en este juego, y según la dificultad escogida podemos llegar a pasarlo realmente mal.

Lo mismo sucede con el terror, con una ambientación tétrica y oscura, a la par que el guión. Monstruos de pesadilla con aspecto horripilante intentarán darnos caza y asustarnos más de una vez. De hecho, lo consiguen sobradamente, sobre todo al jugar con auriculares conectados. El sonido de las armas, disparos, pisadas y demás, está muy logrado.

Armamento disponible y puzzles por doquier

Hay otro elemento habitual dentro del susodicho género, que son los puzzles. Más sencillos o más complicados, la verdad es que nunca sobran en ninguna aventura si están bien implementados. Este justamente es el caso de Daymare: 1994 Sandcastle.

Aunque la gran mayoría de acertijos que encontraremos no serán nada complicados y no nos llevarán demasiado tiempo resolverlos, lo cierto es que resulta muy divertido afrontarlos y varios de ellos son bastante originales. Están cuando tienen que estar, es decir después de los momentos de acción, sirviendo como pequeño descanso.

No todos los puzzles son obligatorios para completar la partida. Hay algunos opcionales que nos darán como recompensa recursos variados como botiquines o munición. O accesorios para nuestras armas, mejorando las capacidades de estas. Hablando del armamento, se echa en falta algo más de variedad, al disponer únicamente de una escopeta y un subfusil.

El Frost Grip, un gran añadido a la jugabilidad

El Frost Grip es, seguramente, el añadido más importante de Daymare: 1994 Sandcastle con respecto a su predecesor a nivel jugable. Se trata de un dispositivo atado a la muñeca de la protagonista, que nos permite congelar a nuestros enemigos, apagar fuegos que nos obstaculicen o enfriar tuberías calientes necesarias en ciertos puzzles.

Al morir, los enemigos básicos (porque a veces aparecen algunos enormes) sueltan una descarga eléctrica que, si no las congelamos antes, se desplazarán hasta otro cuerpo para revivirlo, o hasta uno de sus aliados ya en pie, buscando aumentar su poder. Los monstruos fortalecidos, con rayos de color rojo que recorren su cuerpo, son inmunes a las balas tal cual. Es necesario congelarlos previamente con nuestro Frost Grip.

Este nuevo dispositivo también se puede mejorar, en estaciones especiales repartidas por las zonas que visitaremos. Es imprescindible estar ojo avizor, porque no suelen estar a simple vista. Se nos abre un menú donde podemos elegir la mejora deseada en ese momento, que va desde aumentar el alcance o la eficacia del spray congelador hasta permitirnos poder crear minas trampa de hielo, entre otros.

Optimización en consolas muy mejorada

Si recordáis, la optimización de Daymare: 1998 en consolas no estaba tan trabajada como quisiéramos. La tasa de fps no solo estaba bloqueada a 30, sino que la mayoría del tiempo ni siquiera llegaba a esos 30 fps. En 1994 Sandcastle se ha querido poner más énfasis en la optimización, logrando llegar esta vez a los 60 fps en Xbox Series X|S y PS5. Sin ser 100% estables, las caídas no son tan molestas.

Por otro lado, a nivel gráfico sigue en la misma línea, con una pequeña actualización. Por obvias razones no estamos ante un título puntero en este apartado, ni podemos pedírselo debido a que estamos hablando de un indie con un presupuesto limitado. A pesar de esto, es digno de elogio el trabajo realizado aquí dadas las circunstancias.

Ahora bien, desconozco si ocurre en otras plataformas, pero en Xbox Series S la carga de texturas en ciertas ocasiones es deficiente. Personalmente, me he topado con texturas borrosas constantemente que, por más que esperase, nunca terminaban de cargarse correctamente. Aún así, no es en absoluto nada grave.

En definitiva, Daymare: 1994 Sandcastle…

Invader Studios ha vuelto a realizar un trabajo muy a tener en cuenta. Con algunos -no muy graves- fallos o problemas que, en mi opinión, podemos pasar por alto tratándose de un estudio indie con presupuesto limitado. Daymare: 1994 Sandcastle se posiciona como una de las mejores propuestas que podemos encontrar basadas en la fórmula de la archiconocida franquicia de Capcom. Su duración promedio es de 6 a 8 horas, dependiendo de cada jugador.

Aunque no implementa demasiados añadidos jugables en comparación a su predecesor, los que hay resultan suficientemente jugosos e innovadores. Principalmente el Frost Grip, lo más novedoso y original de esta nueva entrega que cambia totalmente el sistema de combate.

Daymare: 1994 Sandcastle está disponible en Xbox Series X|S, Xbox One, PS5, PS4 y PC (pronto en Nintendo Switch). Podéis seguir aquí, en Area Xbox, para más análisis como este de vuestros juegos favoritos.

Daymare: 1994 Sandcastle

8

Gráficos

7.5/10

Sonido

8.0/10

Jugabilidad

8.5/10

Pro.

  • Survival horror de la vieja escuela
  • El Frost Grip da un dinamismo no presente en la primera entrega
  • Ambientación y doblaje muy logrados
  • Optimización en consolas muy mejorada con respecto a su predecesor ...

Contra.

  • ... Pero siguen habiendo pequeños problemas con los fps y la carga de texturas.
  • Poca variedad de armas

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