Análisis de RIDE 5, el motociclismo más realista de Milestone

Tras el lanzamiento de RIDE 4, siendo prácticamente redondo en octubre de 2020, Milestone vuelve a la carga en busca del motociclismo más realista de los videojuegos. La saga del estudio italiano no ha parado de evolucionar, y han trabajado de manera constante para ampliar las posibilidades de su particular “forza” de las motos. Porque sí, podría decirse que RIDE es el equivalente a una saga como Forza Motorsport o Gran Turismo en Playstation respectivamente, pero centrado en las dos ruedas.

RIDE 5 llega con numerosas novedades, centradas en la mejora del manejo y las físicas, así como nuevos contenidos que nos harán pilotar durante horas y horas frente a nuestra pantalla. Ahora que la experiencia se centra exclusivamente en la nueva generación, llega el momento de comprobar hasta dónde es capaz de llegar el potencial de Series X/S con esta quinta entrega.

Centrados en la nueva generación

Milestone vuelve dando gas con una de las principales sagas de motociclismo, y al fin lo hace sacando partido a todo el potencial de Series X/S. Si ya RIDE 4 era espectacular, la quinta entrega hace alarde de un apartado técnico a la última, con novedades de lo más interesantes en lo que se refiere a climatología dinámica y su ciclo de día y noche. A nivel gráfico, todo se ve de escándalo, pese a tratarse de una versión sin pulir al 100%. Pero que nadie se asuste, pues desde sus responsables ya nos aseguran que el juego se lanzará con parche día uno, lo que corregirá pequeños errores y supondrá la puesta a punto final.

El uso de la iluminación y las sombras es uno de los puntos más fuertes de RIDE 5, y demuestra lo mucho que puede mejorar la experiencia tocando un elemento, a priori, tan… ¿”simple”? Pues sí, el ciclo de día y noche queda genial en las carreras de resistencia, de las que hablaremos más adelante. Mola muchísimo el estar corriendo en pleno atardecer, y que de repente se enciendan los focos del circuito, que junto a las luces de las motos, conforman una estampa preciosista. Un baile que no suele verse en este subgénero de la conducción con estas condiciones tan particulares.

El otro aspecto a destacar, y que ya lo hacía en RIDE 4, son los efectos climatológicos, donde la lluvia no solo nos pondrá las cosas difíciles, sino que se muestra más realista que nunca. Esto, unido a un modelado enfermizo al detalle con cada moto, y su ya conocido modo foto, sirve para retratar de la mejor manera cada uno de los circuitos. Las gotas de lluvia harán acto de presencia hasta en nuestras mejores fotos.

¿Hay tanta diferencia a los mandos de RIDE 4 y RIDE 5?

Mi experiencia con RIDE 4 ya fue muy buena, y puedo asegurar que MIlestone domina la fórmula como nadie, gracias también a los desarrollos de Moto GP. Si buscais la mejor combinación entre simulación y un nivel técnico a la última, sin duda los italianos son los número uno.

Cuando las cosas se hacen tan bien, resulta difícil mejorar lo ya conseguido, pero la realidad es que esta gente sigue superándose. Nuevamente, en RIDE 5 se eleva un puntito más las sensaciones de manejo, con motos que reaccionan de manera más imprevisible ante los resaltos, cambios de dirección, pianos… Sin embargo, también responden a la personalización, sobre todo en aquellas motos de calle. Al incorporar neumáticos slicks para circuito, el agarre cambia por completo, así como la aceleración o la estabilidad, ya sea cambiando los frenos, el escape o la suspensión. ¡Y ojo con el desgaste de los neumáticos! se ha mejorado el modelado de los mismos para lograr una sensación más realista.

En mojado, controlar la frenada es crucial, pues si ya debemos anticiparnos en seco, la lluvia hará que perdamos el control más fácilmente. Una frenada brusca y al límite es tan necesaria como arriesgada, pero la vibración del mando nos dará toda la información para intuir si podemos perder el control. Aunque siempre podéis optar por toquetear las ayudas a la conducción o redistribuir los controles a vuestro antojo. Una buena medida si no estáis habituados, es utilizar el gatillo izquierdo como freno delantero y trasero al mismo tiempo, lo que otorga una frenada equilibrada en cada curva.

¿Ha mejorado la IA?

Sin importar el videojuego, la IA se ha convertido en uno de esos elementos que más deben mejorar en los juegos del futuro, y en casos como estos son aún más palpables. Existen juegos sorprendentes por sus gráfcos, bandas sonoras o jugabilidad, pero la IA sigue siendo un factor diferencial cuando se da con la tecla, y en juegos como este no basta con hacerlo bien, sino que toca buscar la excelencia.

Quizá en parte sea más por mi que por el propio juego, pero sigo notando pocos avances en este apartado, pues el comportamiento de los rivales no dista mucho del que tenían en RIDE 4. Si vas algo más lento de lo normal, si tratas de adelantar o si tienes un accidente, el resto de pilotos no tratan de esquivarte, sino que más bien chocan contigo y te empujan al exterior de la pista. En las rectas, que es donde menos problemas deberían darse, también se estrellan conmigo.

Desde Milestone aseguran que este aspecto también estará más pulido cuando se lance el videojuego, pero visto lo visto, dudo que pueda mejorar mucho más. Como digo, puede ser cosa mia en las curvas, que más allá de la dificultad escogida y el nivel de IA, uno no sepa afrontar según qué maniobras, pero… ¿en las rectas?

RIDE 5 implementa un nuevo modo trayectoria y las carreras de resistencia

Hay razones de peso para pasarnos horas y horas compitiendo en RIDE 5, y no es para menos si atendemos a sus diferentes modos de juego. El protagonista sigue siendo el modo Trayectoria, donde una vez más competiremos en diversos eventos, que combinan carreras tradicionales, pruebas contrarreloj y, una de las nuevas irrupciones de esta entrega, las carreras de resistencia. Generalmente todas las carreras tienen una duración bastante reducida, de 3 o 4 vueltas, pero en el caso de esta categoría, correremos como mínimo veinte minutos.

Estas carreras requerirán dar el máximo en cada vuelta, pues las condiciones de la moto y la pista irán cambiando a medida que pase el tiempo. La moto acusará el desgaste, y necesitaremos al menos una parada para completar la carrera. Para ello, RIDE 5 no permite el control de la moto en el pitlane, sino que todo estará automatizado hasta que nuestro piloto llegue a su correspondiente lugar. Una vez ahí, solo tomaremos el control para decidir qué neumáticos queremos emplear para terminar la prueba; duros, medios o blandos. El tiempo de la parada dependerá de cuan rápidos seamos tomando nuestra decisión.

El clima y el ciclo de día y noche se acelerarán en estas carreras, cosa que también es aplicable a cualquier otra que hagamos libremente, por lo que las condiciones irán cambiando a mitad de la prueba y dando ese toque imprevisible. A lo largo de la trayectoria, también se darán carreras de uno contra uno, contra algún piloto destacado, pues la finalidad de este modo es ir escalando en una clasificación global de pilotos, superando a ciertos rivales directos. ¡Ah! y por cierto, se mantienen las recompensas en forma de motos si alcanzamos los objetivos de puntuación.

Corre como quieras donde quieras

Ya hemos mencionado el tema de las ayudas, a lo que hay que sumarle la gran cantidad de motos y circuitos a elegir. Y es que, aunque no he podido probar el modo multijugador (por razones obvias), debéis saber que en cualquier otro modo podréis correr de la forma que mejor se adapte a vuestras habilidades. Además, el título ofrece la posibilidad de jugar con pantalla dividida, una opción que, en mi caso, resta más que suma, por aquello de que se pierde buena parte de la inmersión. Pero si sois de los que no dan importancia a perder una buena parte de vuestra pantalla, sin duda os supondrá otro “plus” extra.

En cuanto a los circuitos, RIDE 5 sigue ofreciendo una importante variedad de pistas. Hay de sobra para elegir entre Asia, Europa y América. Entre ellos, se incluyen algunos tan míticos como Laguna Seca, los dos Nurburgring, Mugello o Suzuka. También se incluye alguna que otra pista urbana, así como circuitos totalmente nuevos en la saga; Blue Wave (USA), Autopolis (Japón), Sonoma (USA), Le Mans (Francia) y el andaluz Costa de Almería (España), cada uno con sus variantes.

Con las motos sucede lo mismo, hay de todo tipo y de todas las épocas… Suzuki, Kawasaki, Aprilia, Honda, Ducati, las principales marcas están ahí. Nuestra colección irá aumentando a medida que corramos los diferentes actos del modo Trayectoria, sumando motos en forma de recompensa o adquiriéndolas con los créditos ganados. La presentación de las mismas refleja que, efectivamente, estamos ante un juego para entusiastas hecho por entusiastas. También se han incluido algunas animaciones de transición entre las carreras, y ahora podemos conseguir la mejor posición optando por la clasificación a una vuelta en todos los modos.

RIDE 5 sigue brillando en el apartado sonoro

Este apartado ya presentaba un nivel de sobresaliente en la anterior entrega, y lo sigue manteniendo en RIDE 5. Las pistas musicales, ya sea en las repeticiones o los menús son más que suficientes, a las que se suman voces a modo de guía para introducirnos en los diferentes contenidos.

Si nos metemos de lleno en la pista, el sonido de las motos es tan realista como cabe esperar en un título de estas características. Cada modelo es único, al igual que su rendimiento, por lo que a nivel sonoro también pueden distinguirse unas de otras. El simple hecho de correr una contrarreloj por nuestra cuenta, es una experiencia divertida e inmersiva, acompañada por el satisfactorio petardeo del escape. Menos pulido está el ruido que podamos hacer al sufrir un accidente o rozarnos con otros rivales, pero personalmente no le doy tanta importancia.

Por otra parte, no he podido apreciar grandes cambios (sonoros) tras instalar ciertas mejoras mecánicas en las motos, aunque también aclaro que no soy el mayor experto en la materia. Sea como sea, el trabajo de Milestone en este campo sigue dando sus frutos, y podéis estar seguros de que los efectos de sonido estarán a la altura como ya ocurrió en RIDE 4.

¿Merece la pena dar el salto de RIDE 4 a RIDE 5?

Tratándose de dos juegos con tres años de diferencia, uno podría pensar que la respuesta más evidente es “sí, merece la pena”. Os diría que en parte es así, pero con matices. Digamos que RIDE 5 mejora lo suficiente para ofrecer un título más completo y redondo en sus apartados, pero al mismo tiempo, cuenta con una cuarta entrega que ya estaba muy bien, y que sigue siendo perfectamente disfrutable a día de hoy. Es más, RIDE 4 cuenta con versión mejorada en Series X/S.

Dicho esto, RIDE 5 es el primer título de la saga que sale exclusivamente para la actual generación, lo que se traduce en un apartado técnico superior. Esto se nota especialmente en elementos como la iluminación, que da una mayor sensación de realismo a las motos y circuitos. También se ha dado un paso en firme hacia adelante en lo que referente a la climatología y al ciclo dinámico de dia y noche. Este último destaca especialmente en las carreras de resistencia, en las que si añadimos un poco de lluvia, nos da como resultado una carrera alocada y muy muy divertida. El contraste son algunas animaciones, que se sienten desfasadas, un manejo totalmente automatizado de la moto en el pitlane, y una IA que, si bien no estropea la experiencia, sigue siendo mejorable.

¿Son suficientes estos cambios para adentrarse en RIDE 5? esa es una cuestión que dejo en vuestras manos, pero lo que puedo asegurar es que cambios hay, y pueden apreciarse.

RIDE 5

79,99€
9.4

Gráficos

10.0/10

Jugabilidad

8.8/10

Sonido

9.5/10

Pro.

  • A nivel gráfico, Milestone sigue manteniendo la saga RIDE en lo más alto
  • El manejo alcanza un puntito más de realismo
  • Las carreras de resistencia, combinadas con el clima y ciclos de día y noche son espectaculares
  • Contenido de sobra que aumentará en el futuro

Contra.

  • Hay que seguir trabajando en la IA
  • Algunos errores visuales que se deberían solucionar mediante un parche día 1

Acerca del autor

He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.

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