Young Souls llega a consolas de sobremesa tras un largo tiempo siendo exclusivo de Stadia. Una de las fuertes bazas de la plataforma de Google se traslada a nuestra querida Xbox y lo hace por la puerta grande, estando disponible desde el primer día en la suscripción de Xbox Game Pass.
Young Souls está desarrollado y distribuido por 1P2P y The Arcade Crew, respectivamente. Se trata de un interesante título beat´em up de la vieja escuela aderezado con unos toques de rol que recuerdan mucho a River City Girls, otro grandioso juego de peleas al que le dedicamos unas palabras en Área Xbox. Pensamos que no llega a la altura de este debido a ciertas carencias pero, sin duda, es un título a tener en cuenta para los amantes de los “Yo contra el barrio”.
Dos gemelos en busca de su padre adoptivo
En Young Souls encarnamos el papel de los gemelos Jenn y Tristan. Estos huérfanos deslenguados son adoptados por El Profesor, que los acoge como si fueran sus propios hijos. Un buen día, por desgracia, el Profesor es secuestrado mientras realizaba unos trabajos en su laboratorio. Sin pensarlo dos veces, nuestros protagonistas deciden ir en su busca pero pronto descubrirán que el asunto es más turbio de lo que parece.
La malvada raza de los goblins existe y vive bajo tierra. Haciendo un claro paralelismo con el nazismo alemán (incluso estas criaturas utilizan palabras en dicho idioma) los goblins no sólo han secuestrado al Profesor y lo han llevado a su mundo sino que preparan una invasión a gran escala del mundo de la superficie. Los gemelos viajarán a través de unos portales a este mundo subterráneo para intentar recuperar a su padre adoptivo y desbaratar los planes de estas horribles criaturas.
Una de las grandes bazas de Young Souls y lo que lo diferencia de otros beat ‘em up más convencionales es su componente narrativo. No sólo iremos hacia delante repartiendo mamporros sino que, poco a poco nos iremos sumergiendo en una historia mucho más adulta de lo que parece. Que no os engañen sus bonitos gráficos estilo cartoon porque Young Souls cuenta una historia donde dos jóvenes supervivientes se encuentran con el concepto de la muerte cara a cara y muy de cerca.
No se trata de aporrear los botones
El juego de 1P2P tiene un marcado carácter beat ́em up de las antiguas recreativas de los años 90. Sin embargo, pronto descubriremos que no todo es aporrear los botones para limpiar la pantalla de enemigos. De hecho, no conseguirás llegar muy lejos si sólo te limitas a hacer esto puesto que es un juego mucho más táctico de lo que aparenta.
Es un título sorprendentemente exigente y tras varios fracasos por nuestra parte descubriremos que los combates hay que plantearlos de una forma sensata, más pausada y controlando en todo momento el tempo de los movimientos. Disponemos, como es lo habitual, de botones de ataque normal, ataque fuerte (usa maná), salto y agarre, básicamente. Sin embargo, los comandos que de verdad van a hacer que salgamos airosos de los enfrentamientos son los movimientos defensivos. Estos son el deslizamiento (esquiva que consume la barra de aguante) y, sobre todo, el bloqueo con escudo. Nuestro éxito va a depender de que sepamos dominar al arte de la defensa y el contraataque puesto que si decidimos ir al ataque como pollos sin cabeza vamos a ver nuestra muerte en más de una ocasión y eso conlleva a reiniciar el nivel.
Young Souls: beat´em up con toques roleros
Como hemos mencionado anteriormente, el componente RPG es lo que diferencia a Young Souls de otros títulos del género de las peleas callejeras. Jenn y Tristan irán subiendo de nivel conforme vayan ganando experiencia y cada vez se harán más poderosos, incrementando así sus atributos de fuerza o resistencia. Además, conforme vayan avanzando en su aventura irán consiguiendo elementos clásicos de los juegos de rol como diferentes armas, armaduras, escudos, zapatillas o artefactos. Todos estos elementos dotarán a nuestros personajes de características diferenciales, otorgándoles unos atributos, habilidades pasivas e incluso ataques especiales.
Este sistema de equipamiento es bastante simple pero efectivo. Los elementos son únicos y no se pueden repetir. Esto significa que, si has encontrado una cimitarra especial, sólo podrás equipársela a uno de los dos protagonistas. Esto te obligará a pensar un poco y repartir los objetos de una forma equilibrada e inteligente. Además, cuando juegas de forma individual esto adquiere una tremenda importancia ya que te permitirá configurar dos clases diferentes para tener más posibilidades de éxito.
Dos mejor que uno…¿o no?
Si hay algo por lo que siempre han destacado estos juegos de lucha es por la posibilidad que se nos ha brindado desde el principio de los tiempos de compartir la partida con uno o varios amigos. Es curioso que la denominación coloquial de este tipo de títulos haya acabado definiéndose como juegos de “Yo contra el barrio” cuando, en realidad, sería más correcto denominarlos como “Nosotr@s contra el barrio”. Cuando era pequeño, no recuerdo ni una vez en la que haya ido a los recreativos a jugar al Double Dragon o al Final Fight yo solo. De hecho, cuando iba solo y quería jugar a este tipo de máquinas siempre encontraba a alguien por allí dispuesto a compartir la partida conmigo.
Es verdad que de esta manera la experiencia es siempre más divertida pero no cambia la esencia del juego. Sin embargo, en Young Souls ocurre una cosa muy curiosa y es que ya no sólo cambia la experiencia sino el sistema de juego en sí. El título no se desarrolla del mismo modo jugando solo que en cooperativo. Son cambios ligeros, sí, pero apreciables y que cabe mencionarlos.
Cuando jugamos una partida en solitario manejaremos a los dos gemelos, llevando solo uno a la vez pero pudiendo cambiar sobre la marcha entre uno y otro con solo pulsar un botón. Esto nos permitirá configurar a cada personaje de forma diferente para ir combinándolos según las necesidades del combate. Y créeme: lo haremos constantemente. Mientras juegas con uno el otro hermano está “en el banquillo” descansando y recuperando vida poco a poco. El cambio instantáneo de personajes nos permitirá realizar combinaciones de ataque y defensa de muchos tipos y adecuarnos a las necesidades en todo momento.
Jugando a dobles la experiencia cambia
Jugando a dobles esto no pasa. Cada jugador podrá configurarse a su personaje como le plazca pero en ellos radica la voluntad de personalizárselo de una forma u otra y quizás a ninguno de los dos le apetezca jugar más de mago o llevar un tipo de arma u otra. Aquí entra en juego el factor de la compenetración y la cesión. Son males menores pero lo cierto es que no se juega igual a la hora de combinar las habilidades y ataques de uno y otro que si jugases en solitario. Además, siempre defenderé que es mucho más divertido jugar a este tipo de juegos en cooperativo pero este tiene algunos inconvenientes más a parte del ya comentado.
El modo cooperativo está solo disponible en local y no parece que la compañía tenga ninguna intención de implementar el modo online. En los días que corren no entendemos esta decisión que nada contracorriente. Esto de compartir la pantalla implica que, cuando los dos jugadores se separan, la cámara por defecto seguirá la acción del jugador 1, incomodando bastante la experiencia del jugador 2. Se podría haber solucionado impidiendo que ambos jugadores pudiesen traspasar los límites de la pantalla o con un efecto de zoom out (existe, pero se prodiga muy poco) para mantener a los jugadores encuadrados. No obstante, será muy común ver al jugador 2 fuera de cuadro en más de una ocasión.
También hay un problema de espacio y es que los escenarios donde se combate suelen ser un poco estrechos. Los movimientos y los ataques son bastante espectaculares, con montones de efectos, luces y colores. Por contra, esto impide muchas veces en el fragor de la batalla una visión clara de la situación y recibiremos muchos ataques por el simple hecho de no poder ver bien. El resultado es muy vistoso pero el que está combatiendo en un primer plano tapará en muchas ocasiones con sus acciones al que se encuentra por detrás. Jugando en solitario este problema se reduce considerablemente.
Hermoso apartado artístico y traducción magistral
Ya que mencionamos los problemas de visión vamos a hablar de los gráficos del título. Se desenvuelve en un estilo artístico tipo cartoon que le sienta de maravilla. Todo está diseñado a mano y, aunque no se centra demasiado en los detalles, todo está tratado con un mimo excelente y resulta muy vistoso. Mención especial para el diseño de los gemelos, que son la auténtica joya de la corona y cuya animación resulta brillante en algunos momentos. Los jefes finales gozan también de un magnífico diseño pero no ocurre lo mismo con los enemigos normales, poco inspirados y con modelados repetitivos. Los escenarios tampoco son nada del otro mundo, llenos de color pero vacíos y con líneas muy simples.
En cuanto al sonido cabe mencionar que las melodías son bastante correctas y que no hay voces. Esto no sería nada del otro mundo si no fuese porque la historia toma mucha importancia. A diferencia de otros títulos del género, Young Souls nos llevará por una trama más profunda y madura de lo habitual usando numerosos diálogos escritos. Hay que reconocer que en algunas ocasiones estas escenas de diálogos son bastante extensas para un juego de este tipo. A los jugadores más ansiosos les va a costar un poco más seguir el ritmo que propone el título y estarán deseando pasar los diálogos velozmente para centrarse en la acción. Eso sí, el juego está perfectamente traducido a nuestro idioma y cuenta con una localización magistral. Se ha respetado al milímetro la forma de hablar de la juventud más rebelde y pronto nos sorprenderemos con expresiones bastante faltosas pero muy realistas.
Conclusiones sobre Young Souls
Young Souls es un juego notable que propone cosas interesantes al mezclar los géneros de peleas callejeras con elementos de rol. Asistiremos a interesantes peleas más pausadas y tácticas de lo normal contra no muchos enemigos. La personalización de los protagonistas es simple pero efectiva y, conforme avanza la aventura, nos permitirá crear nuestras propias clases de luchador diferenciadas.
Tiene algunas deficiencias como el exceso de efectos en pantalla que impiden una visión clara, la repetitividad de algunas fases, una dificultad a veces excesiva o la ausencia de un modo cooperativo online. Pero si tenéis a alguien en casa con quien compartir la partida este título se convierte en algo verdaderamente interesante. Es muy divertido y mucho más profundo de lo que parece en un principio. Además, lo encontraréis ya disponible en el Game Pass así que os animo a que le deis un tiento lo antes posible.
Acerca del autor
Gamer desde los 80. Amante de los animales y el buen cine. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. A veces salgo en películas por detrás.