Desarrollado por la pequeña Bird Bath Games, un equipo de desarrolladores de tan solo tres personas y la publicado por Raw Fury, nos llega un fantástico título de corte roguelite, Atomicrops.
¿Te deprime la vida ajetreada de la ciudad? ¡Qué suerte! Acabas de heredar la granja de tu difunto tío. Es hora de hacer las maletas y empezar de cero en un apacible entorno rural. ¿Qué podría salir mal? Pues un apocalipsis nuclear, eso es lo que sale mal. Con esta intro comienza nuestra aventura en Atomicrops.
Se trata de un simulador de granja estilo roguelite de mucha acción. Armados con nuestra azada, una regadera y un simple lanzaguisantes, tendremos que plantar cultivos mutantes atómicos para alimentar al pueblo mientras nos llevamos unas monedas. Tendremos que estar atentos ya que al caer la noche, nos asaltarán bichos mutantes a reventar nuestra cosecha y nuestra misión no será otra que defenderla.
Gráficos
Al igual que en otros juegos de estilo indie, nos encontramos ante un nuevo escenario pixelart que evoca la época retro tan de moda actualmente. Escenarios en 2D que, gracias a la imaginación de sus desarrolladores, se llenan de acción para el gozo de los amantes del género roguelite.
Aunque los escenarios no son alucinantes, hay un buen trabajo detrás con animales mutantes tipo «tomacco» como en aquel mítico capítulo de Los Simpsons. Animaciones decentes, más llamativas en los enemigos que en los protagonistas como originales creaciones como una cebolla con tacones, alcaldesa de la zona.
A pesar de la simplicidad, hay momentos interesantes donde todo el mapa se llena de acción, sacando nuestro arsenal para defendernos del ataque extraños animales. Mientras, la plantación continuará creciendo sin dejar momento a la quietud, lo que resultará bastante divertido.
Sin muchas florituras, el resultado de Atomicrops es muy atractivo a la vista y nos mantendrá enganchados desde el principio por su colorido y movimiento.
Sonido y textos
Durante este largo juego, que nos mantendrá entretenidos muchas horas, nos acompañarán pegadizas melodías. Sus ritmos, en algún momento llegarán a ponernos bastante tensos, sobre todo cuando estemos en peligro.
A destacar también los efectos sonoros en objetos y movimientos. Nos referimos a divertidos sonidos como bocinas de payaso o timbres de bicicleta, que resaltan la parte bromista de este título.
Contamos con una localización de textos al español currada, incluyendo hasta palabras de nuestra jerga. Así como también, tendremos la opción de cambiar el idioma hasta la friolera de 17.
Jugabilidad
Sin duda, el mejor de punto de este juego, al igual que muchos indies, recae en su jugabilidad. La acción transcurre rápido y llegaremos a estar muy concentrados para no caer en errores que, para jugadores que no están acostumbrados a este estilo, podrían ser pesados. Esto ocurrirá sobre todo en la larga intro de este título. Un incentivo es la cantidad de premios y combos que nos vamos encontrando, pero advertimos que no hay momento para quedarse parado, y a veces ni para pensar, ya que estaremos en constante riesgo de ataque, tanto de día como de noche.
Nuestra misión es cultivar y defender nuestras plantas de los enemigos, que vendrán especialmente de noche. Los niveles de Atomicrops están divididos en cuatro estaciones, y cada una de esas estaciones en tres días.
Cada día tiene su mañana y su noche, por la mañana debemos aprovechar para explorar y plantar, y por la noche, como ya hemos dicho, nuestra misión será defender nuestra cosecha de las hordas de enemigos mutantes. Tened cuidado, ya que al tercer día siempre aparece un gran jefe que realmente nos pondrá en peligro.
Tenemos dos escenarios, por un lado el mapa donde estaremos la mayor parte del tiempo que es donde tienen lugar todos los acontecimientos, donde peleamos, cultivamos y defendemos nuestra granja. Por otro lado, está el segundo escenario que visitaremos menos pero al que deberemos acudir para vender nuestros productos. Es la aldea, donde gastaremos nuestros recursos e incluso tendremos momento para relaciones personales (casarnos y luchar en pareja contra los mutantes).
El año, como dijimos más arriba se divide en estaciones, y tal como ocurre en la vida real al final de cada una habrá fiesta y según nos haya ido la cosecha podremos conseguir algún premio que nos dará la cebolla con tacones, nuestra alcaldesa.
A nivel de dificultad, Atomicrops es difícil, realmente cuesta sobrevivir y pasar esa franja del principio del juego que como hemos comentado, es algo tediosa. Aún así es muy divertido y adictivo, realmente invita a superarnos y volver a jugarlo para desatascarnos en ese punto. Nos da la sensación de que se podría haber ajustado un poco mejor la experiencia con el mando, ya que en algunas ocasiones se nos hace un poco incómodo.
Conclusión
Definiríamos este título como un apocalipsis cargado de colores y de acción que no permitirá que nos aburramos y que mezcla dos tipos de juegos como los de granja y batallas intentando llegar a más jugadores. En algunos momentos el juego nos recordará en su diseño a Cuphead, salvando obviamente la distancia de calidad. Tiene guiños de humor que nos ha sacado alguna que otra sonrisa.
Sencillo en sus controles supondrá un reto de rapidez y poca estrategia. Nos sentiremos como auténticos granjeros plantando, regando, eliminando malas hierbas, cosechando y hasta vendiendo los cultivos en la aldea, con el añadido de ser también soldados defendiendo nuestro fuerte.
El juego pudo haber sido mejorado en algunos aspectos, tales como esa mejor integración del mando en consola, o hacer menos tedioso ese principio. Pero eso no resta en que sea un fantástico título que para haber sido desarrollado por tres personas tiene bastante mérito.
En definitiva, Atomicrops, es un título que recomendamos probar y saborear sus mieles y que todo fan de los roguelite estamos seguros que disfrutará. Si te gustan los títulos de corte roguelite, te recomendamos que le eches un ojo a Rush Rover.
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