Análisis de Halo Infinite, vuelve el Jefe Maestro

Halo Infinite, es posiblemente el título más esperado en esta recta final de año y uno de los que más expectación ha generado desde su anuncio. Sin embargo, el camino que ha tenido que recorrer la última obra de 343 Industries, no ha sido nada fácil. El retraso del lanzamiento, las dudas sembradas en la comunidad con aquel gameplay donde aparecía nuestro querido Craig, han sido sólo algunas de las dificultades que ha tenido que superar el estudio. A pesar de todo esto, el equipo ha conseguido rehacerse y cumplir su promesa de que Halo Infinite llegaría a nuestras consolas este año.

La propuesta de esta nueva entrega es posiblemente, la más ambiciosa que hemos visto hasta ahora dentro de la saga del afamado Spartan 117. Y es que, por primera vez, el mundo de Halo nos da la oportunidad de explorarlo más allá de sus misiones. Un añadido que a su vez también ha generado dudas, unas dudas en las que me incluyo. No obstante, aun con todo este mar de dudas e inseguridades, debo decir una vez que te pones a los mandos todo se disipa. Ha pasado tanto tiempo desde Halo 5, que me había olvidado de la épica, la magia y la acción que envuelve a la saga. Ahora sí, ha vuelto el Jefe Maestro, prepárate para la lucha.

Una nueva guerra

Tras 18 meses de los acontecimientos mostrados en Halo 5, volvemos a ponernos en la armadura del Jefe. No tardaremos en darnos cuenta de que han cambiado muchas cosas en este tiempo y que ahora debemos investigar los entresijos de un anillo que es más de lo que parece. Con la ayuda de un piloto de Pelican, deberemos hacer frente a la amenaza de los Desterrados. Una despiadada fuerza extraterrestre contra la que ya hemos combatido en títulos como Halo Wars 2. La aventura contará con muchos personajes e historias que rememorarán acontecimientos previos de la saga.

Dicho esto, no queremos entrar en demasiados detalles, ya que, esta historia debe ser descubierta por el jugador. Sólo podemos decir, que es el título más personal de 343i. Un juego que se esfuerza en querer mostrarnos el lado más humano del hombre que se encuentra bajo la icónica armadura verde. Para ello contaremos con muchos diálogos y recuerdos que irán humanizando al Jefe. En cierto modo, es una lucha constante entre el soldado y el hombre, una guerra en la que los pensamientos fríos y robotizados se enfrentan con las emociones y sentimientos.

Para crear este ambiente, volvemos a vivir una aventura que se disfruta enteramente bajo la visera del Jefe. Aquí no hay otros equipos de spartans, únicamente uno, con el que tendremos que acabar con la lucha frente a los Desterrados. Algo que le ha sentado genial a esta entrega.

Vuelve la épica, vuelve el héroe

Como es indudable, el Jefe Maestro es sinónimo de héroe, de lucha, de superación y de convertir lo imposible en algo rutinario. Así fue como fue concebido el personaje y así es como vuelve a nuestras consolas una vez más. Para remarcar esta sensación tendremos grandes escenas que vuelven a venir acompañadas de una banda sonora simplemente espectacular que recuerda a los tiempos de Marty O’Donnell. Temas míticos que vuelven a resonar en nuestros auriculares, haciéndonos recordar que Halo ha vuelto. También encontraremos otra gran variedad de melodías que acompañaran perfectamente lo que acontece en pantalla. Algo que ayuda mucho a sumergirnos en los momentos más emotivos.

Otro punto a destacar es que el juego llega perfectamente doblado al castellano. El trabajo de adaptación a nuestro idioma ha sido soberbio y sin duda es uno de los aspectos que ha hecho que haya disfrutado tanto esta entrega. Un trabajo que no sólo se queda en adaptar a la perfección los diálogos de los protagonistas, sino que, todos nuestros enemigos cuentan con una gran extensión de líneas, lo que hace que los combates sean mucho más inmersivos. No hay nada como acabar con un élite y escuchar a los Grunts gritar «¡El Spartan ha matado al élite!».

Esto es un simple ejemplo, pero la realidad es que nuestros enemigos reaccionarán a nuestras acciones, gritándose tácticas, hablando entre ellos para organizar una búsqueda, o si nos topamos con un grupo de enemigos que simplemente patrulla por el anillo, les encontraremos hablando de situaciones mucho más banales. Sumado a todo esto, encontramos unos efectos sonoros simplemente impecables, donde cada arma tiene sus propios efectos distintivos, donde cada impacto se siente de verdad. En definitiva, es uno de los mejores apartados sonoros de siempre.

Halo Zeta

Con lo que acabamos de mencionar, te podrás ir haciendo a la idea de que esta nueva entrega llega pisando fuerte. Sin embargo, el apartado más importante de la saga siempre ha sido la jugabilidad. Un aspecto que en esta entrega no se ha dejado al azar ni ha sido olvidado, de hecho introduce algunos cambios muy interesantes y que resultan en un completo soplo de aire fresco para la franquicia. El primero y más evidente de estos cambios es su mundo. El Anillo Zeta es una localización totalmente abierta y que cuenta con una extensión bastante considerable que puede ser explorada de principio a fin. La libertad para explorar este espacio es total y tan sólo se encuentra limitada por algunos bloqueos que irán desapareciendo a medida que avancemos en la historia.

Ahora bien, ¿cómo se siente este mundo? Pues bien, debo decir que este era sin duda uno de los aspectos que más dudas me generaba de Halo Infinite. No obstante, una vez que comienzas a jugar entiendes el significado del mundo abierto que ha planteado 343i. Durante toda la saga siempre nos hemos movido por unos escenarios bastante extensos para tratarse de un FPS, mapeados que siempre han propiciado múltiples opciones al jugador y que han sido una seña muy reconocible de la franquicia. En Halo Infinite esto se lleva un paso más allá y es sin duda una evolución que se siente natural.

El mapeado con el que contamos en el Anillo Zeta es bastante más grande de lo que hemos visto hasta la fecha, por lo que contaremos con vehículos, el gancho (del cual hablaremos próximamente) y unas bases que si capturamos podremos usar como viaje rápido. Todo esto nos permitirá recorrer su mundo con suma facilidad.

Juega tal y como quieras

Siguiendo esta línea, el juego cuenta con un esquema de misiones lineal al igual que ha hecho siempre, sin embargo, entre misiones podremos explorar este mundo. El Anillo Zeta cuenta con varios elementos que tenemos que tener en cuenta. Lo primero que debemos mencionar es que ahora podremos mejorar los gadgets de nuestro protagonista. Para ello deberemos conseguir núcleos para nuestra armadura que se encuentran esparcidos por el mapa, como si se tratasen de un coleccionable más, aunque por lo general suelen estar cerca de las misiones secundarias que nos propone la aventura. Espera, ¿has dicho misiones secundarias? Sí, pero tranquilo. El mundo cuenta con diferentes misiones secundarias o más bien tareas secundarias que podremos realizar si queremos o no. Estas tareas no afectan en absoluto al desarrollo de la aventura, de hecho son un añadido totalmente complementario.

Es por ello, que puedes elegir si ir directamente a la misión principal o si quieres explorar las bondades de su mundo. Debo decir que hay algunas tareas mejores que otras, siendo una de las que más me han gustado las cacerías de caciques de los Desterrados. En estas tareas deberemos acabar con poderosos soldados que contarán en su haber con variaciones de armas únicas que obtendremos si les derrotamos. También contamos con misiones de rescate a pelotones de la UNSC, misiones de asedio a bases entre otras. En lo personal, he sentido que algunas misiones son muy genéricas, sin embargo, tal y cómo digo, puedes obviarlas sin ningún tipo de penalización verdaderamente preocupante. No obstante, si las realizamos obtendremos Valor, un recurso que nos permitirá obtener armas y vehículos en las diferentes bases del juego.

Aun con sus más y sus menos, debo decir, que me ha costado mucho resistirme moverme por los campos de Zeta sin detenerme a realizar sus misiones. Y es que, a pesar de que no son especialmente inspirados, son una excusa perfecta para volver a disfrutar del gunplay del juego.

Gunplay pulido al máximo

A pesar de la inclusión del mundo abierto, Halo no se ha olvidado que sigue siendo un FPS. Es por este motivo que encontramos un gunplay sencillamente perfecto. Las sensaciones que me había transmitido en primera instancia el multijugador, han sido más que superadas desde los primeros compases del juego. Halo Infinite hace todo bien en este apartado. Cada una de las armas de su excelso y extenso arsenal se siente única, ofreciendo no sólo una respuesta diferente en las manos del Jefe, sino que también en nuestros enemigos. Golpear a un brute con una bulldog mientras arremete contra nosotros y ver cómo cada impacto genera una reacción diferente en él, es algo que da auténtico placer.

Este simple ejemplo es una muestra de un comportamiento extensible a todas y cada una de las armas del juego, así como a los enemigos. Unos enemigos que cuentan con una inteligencia artificial brillante, ofreciendo unos combates tan divertidos que harán que no quieras parar de jugar. Dependiendo del enemigo que tengamos frente a nosotros realizará un comportamiento u otro. Ver como intentan flanquearnos, atosigarnos con granadas o bien buscar cobertura serán la tónica habitual de estos combates.

Por si esto fuera poco, tenemos que hablar de los gadgets del Jefe. En esta ocasión contamos con diferentes accesorios que suman un plus a nuestros arsenal. Pasando por el dash y el escudo hasta llegar al gancho. De hecho, el gancho es un accesorio que al final del día te preguntas ¿cómo hemos podido jugar sin él? Desde tomar posiciones elevadas, hasta acercarnos a enemigos o tomar armas del suelo, las posibilidades son tan elevadas que una vez que lo pruebes te olvidarás del resto de accesorios. Además, el gancho nos permitirá explorar a nuestras anchas todo el mapeado, ya que estamos ante el título más vertical de la franquicia.

Un apartado técnico sólido

Como habrás visto, hasta este punto he tocado todos los apartados de Halo Infinite, a excepción del apartado gráfico. Esto se debe a que ha sido el único apartado que no ha alcanzado la excelencia absoluta. Halo Infinite fue muy criticado en el pasado por su aspecto gráfico, lo cual motivó en gran parte el retraso de su lanzamiento. Ahora bien, ¿qué tal luce a día de hoy? Pues bien, tenemos que tener en cuenta que estamos ante un juego intergeneracional, es decir, este título no puede sacar partido a todas las virtudes que ofrecen las consolas de nueva generación ya que tiene que seguir funcionando en Xbox One, una consola que lleva con nosotros 8 años.

Con esto no quiero decir que el juego luzca mal, de hecho no es así, pero tampoco es un apartado que brille tal y cómo lo hacen el resto. En escenarios reducidos, propios de la línea general de la campaña encontramos unos resultados muy buenos, contando con grandes efectos lumínicos. A su vez, los primeros planos del Jefe Maestro, son espectaculares mostrando unos detalles en la armadura nunca antes vistos. Sin embargo, cuando nos alejamos de esto y vamos directamente al mundo diseñado en Zeta, encontramos más problemas. El mundo cuenta con texturas y modelados que no destacan en su mayoría. Asimismo, siento que el Anillo Zeta tenía potencial para mostrarnos mucho más, con este me refiero a una mayor variedad de biomas y escenas.

Aun así, el juego cuenta con algo que se sobrepone a estos matices, es una auténtica bestia en cuanto a rendimiento. Su modo campaña puede ser disfrutado en dos modalidades gráficas, calidad y rendimiento. Ofreciendo la segunda de estas la opción de jugar la campaña con una tasa de refresco de 120 FPS, sólida y estable como una roca. Y éste es el principal hito logrado por el equipo de 343i, un shooter que cuenta con un rendimiento soberbio. Además, cabe mencionar que durante mi periplo en el Anillo Zeta no me he topado con ningún bug y me ha dado la sensación de que en todo momento el juego está muy pulido.

Un multijugador para jugar y jugar

Antes de finalizar este análisis, tenemos que dar paso a una de las características estrellas de esta entrega; su multijugador. A pesar de que ya lo habíamos podido probar, no podemos obviar que sigue siendo parte del producto final de Halo Infinite. Cabe recordar que este apartado lleva ya disponible un tiempo a modo de Beta. Y si Xbox no lo hubiese aclarado tajantemente, bien podría considerarse una versión final por su excelente rendimiento. El juego funciona perfectamente a unos sólidos 120fps, a lo que hay que sumar otras opciones de configuración para adaptarlo al gusto del usuario.

El gunplay es extremadamente adictivo, y algunas de las habilidades disponibles, como el nuevo gancho, aportan una mayor variedad jugable. Estamos hablando probablemente del mejor multijugador en la historia de la saga, y no estoy exagerando. Se siente más ágil, más frenético, y en definitiva, más divertido que nunca. Pese a contar con pocos modos de juego (y uno que se sumó temporalmente), el multijugador invita constantemente a seguir jugando. Tenemos los típicos capturar la bandera, capturar las zonas, o victoria por bajas. Ha sido tendencia la cuestión de la progresión, y en este análisis aclararé dos cosas. Primero, es un Free to Play al uso, nada de Pay to Win, y segundo, su pase de batalla ya ha sido actualizado para que la progresión deje de ser tan lenta.

Los mapas 4vs4 son los ya vistos en las pruebas anteriores, con algún que otro matiz a tener en cuenta. En el caso de Behemoth, pienso que los vehículos son más un incordio que otra cosa, aunque no es un desastre. Y quizá el peor en todos los sentidos sea Launch Site, un mapa con vehículos excesivamente grande para 8 jugadores. Sin embargo, los Bazaar, Aquarius, Streets, Recharge y compañía presentan unos entornos que dan muchísimo juego.

En cuanto al modo Guerra entre Equipos, las sensaciones siguen siendo fantásticas. Estos mapas masivos cuentan con grandes extensiones y localizaciones icónicas. También presentan pocos modos de juego, pero como decía anteriormente, no ensombrecen para nada la experiencia. En sus modos 12vs12, siempre hay vehículos disponibles, recovecos que explorar o usar a nuestro favor, y alocadas batallas con Spartans armados hasta los dientes. Al igual que en 4vs4, las habilidades y armas están correctamente distribuidas por el mapeado, y su equilibrio hace que cada partida sea suficientemente satisfactoria. No podréis parar de jugar.

En definitiva Halo Infinite…

Finalmente, tenemos que decir que la experiencia que nos ha brindado Halo Infinite ha resultado ser maravillosa. Las dudas que han rodeado al lanzamiento son rápidamente disueltas una vez comienzas a jugar. Se pueden mencionar muchas virtudes de este título, pero la mejor de todas es que es un juego que te atrapa y que no puedes dejar de lado hasta terminar. Estos días que he podido disfrutar del acceso anticipado a la campaña, han hecho que no haya dejado de pensar en Halo en ningún momento del día.

La última aventura del Jefe Maestro se siente muy sólida y se ha convertido rápidamente en uno de mis títulos favoritos del año. Es complicado encontrar FPS con unas mejores sensaciones a los mandos que las que me ha transmitido Halo Infinite. Desde su gunplay, pasando por su inteligencia artificial, su rendimiento y cómo no su espectacular apartado sonoro. Sin duda, una aventura diseñada para el disfrute del jugado.

No podemos terminar este análisis sin agradecer a Xbox España por el código que nos ha posibilitado realizar este análisis.

Si estás deseando que llegué el día 8 para convertirte en el Jefe Maestro, te recordamos que estamos sorteando ahora mismo una copia física de Halo Infinite.