Análisis de Furwind: plataformas, magia y estilo clásico con alta dificultad

Furwind es un juego de plataformas desarrollado por la Boomfire, una desarrolladora española, que se ha tomado el trabajo de traernos un título colorido, animado al estilo pixel art, con elementos de acción y que sin duda rememora la esencia de los clásicos de las épocas doradas de los 16 bits, pero con una animación cuidada, un arte increíble y unas mecánicas que hacen que se sienta un juego actual.

La historia de Furwind va como los juegos del pasado: simple y sin demasiadas complicaciones. Furwind es un pequeño zorro que habitaba los bosques y al que le llega de la nada la obligación de salvar el bosque de la corrupción del mal. Darhûn, un ancestro que había sido condenado en el pasado por su deseo de poder y adoración, está siendo regresado a la vida por unos cultistas. El bosque ha sido transformado por estos cultistas en un lugar lleno de demonios, seres malvados, dejándolo a merced de la corrupción que está por consumirlo por completo. Todo esto de lo cuentan en los primeros minutos con algunas pequeñas adiciones posteriores.

Boomfire Games es un estudio pequeño que tiene su sede en Córdoba, España, que ha decidido adoptar como base de sus desarrollos la búsqueda de crear experniencias únicas de juegos actuales con las maravillas que representaban los juegos del pasado. El juego Kick Or Die disponible para iOS y Android muestra ese estilo sencillo que buscan representar mediante una recuperación de la estética de los videojuegos de los noventa.

Además de esto, Furwind fue uno de los cinco mejores juegos indie en desarrollo del 2017 para IndieDB.

Gráficos

Aunque Furwind es un juego con gráficos retro del estilo de 16 bits, la verdad es que tiene un diseño y un arte bastante increible, las animaciones, el modelado el movimiento de los personajes, tanto nuestro zorrito como de los enemigos está muy bien hecho.

Hay color en abundancia, escogido con sabiduría para representar el mundo del bosque. Encontramos pájaros que vuelan cuando pasamos, platas, un buen diseño de texturas. Nuestro protagonista Furwind tiene un movimiento muy bien logrado al correr, saltar, golpear con su cola. Todo se ve muy bien. También los efectos visuales de lava, oscuridad, luz, y otros aspectos.

En cuanto a variedad, podemos decir que el juego peca un poco de falta. Pero vayamos poco a poco El juego se divide en tres actos, y cada uno de estos actos nos apareceran los niveles que deberemos enfrentar. La primera vez parece un gran diseño, sin embargo, los otros actos tienen el mismo diseño con un color diferente. Esto se trata de sustentar narrativamente pero se queda corto. El diseño enemigos no logra ser realmente muy diverso, son más o menos los mismos que conocemos en los primeros niveles, agregando algunas modifiaciones de color y de dificultad para enfrentarlos.

Ahora, que esto sea una falta mayor del juego podemos ponerlo en cuestión. Realmente es un juego corto y lo que ofrece no llega a cansar. Solo se echa en falta un poco más de variedad. Sin embargo, destaca que lo presentado durante las horas de juego está tan bien diseñado que uno se siente bastante motivado y sumergido en la propuesta visual del juego. Más aún, el apartado visual logra complementar la falta de narrativa.

Sonido

La música de este título es uno de los compomentes más interesantes, y logra llenar el mundo de Furwind de magia. Su música está diseñada por tipos de niveles, y aunque no hay demasiada variedad en su composición, no se siente jamás tediosa o repetida. Al contrario, es un complemento perfecto para el Gameplay.

La primera vez que entramos el juego y escuchamos su tonada más tocada, entendemos que el mundo que abriremos será toda una experiencia videojueguil. Lo mismo cuando enfrentamos a los miniboses o cuando pasamos las pruebas de los ancestros, lo boses finales, los retos. La música cumple el papel de infornos la dificultad de lo que enfrentamos, la tensión emocional que debemos tener y la manera como debemos reaccionar a los retos propuestos.

En cuanto a los efectos sonoros, en este aspecto Furwind resulta un juego bastante cuidado, cada cosa que hacemos o vemos tiene su propio sonido característico, lo que también nos ayuda a navegar por el nivel y sumergirnos en su propuesta.

Jugabilidad

En este apartado es donde encontramos el plato fuerte de virtudes y defectos de Furwind. Como juego de plataformas, sin duda debemos decir que es un juego que cumple. Aunque debemos tener en cuenta que es un título indie desarrollado por un estudio pequeño y que cuesta 10 euros. No porque no se pueda y se deba exigir calidad a un indie de solo 10 euros, sino porque debemos ajustar nuestras expectativas a lo que este tipo de títulos puede ofecernos.

La primera pregunta es obvia: ¿era necesario otro juego de plataformas? La respuesta es que si este juego es Furwind, seguro que nos hacía falta. No es una obra perfecta, pero lo que ofrece este título es bastante ingenioso y novedoso en varios aspectos de su gameplay. ¿Pero qué ofrece de nuevo o de singular este juego para que valga la pena?

Lo hemos dicho ya, a lo que le apuesta este Furwind es a recordarnos cómo eran los juegos de 16-32 bits: simples en historia pero difíciles y retadores. Hasta aquí algo no necesariamente nuevo. Nuestro protagonista es un zorro cuya arma es su cola (la que no podemos agitar sin pensar, porque tiene límite), y su máxima virtud es el doble salto (que será la base del gameplay). También tendremos la oportunidad de probar nuestra valía ante tres ancestros que nos darán poderes.

Pero con todo, siempre seremos solamente un pequeño zorro que tiene la misión de salvar al bosque pero que está en desventaja. Esto, sin duda, es una virtud del Furwind, porque nos hace contar con los límites de nuestro personaje y sus armas (limitadas e inefectivas también) para poder sortear los obstáculos. Estas mecánicas en general hacen sentir al juego mucho más adelantado de lo que su propuesta retro logra mostrar. Lo más importante es el uso del mando que hace el título, tan simple como preciso en saltos y movimientos.

El juego tiene un diseño de escenarios bastante creativo que se renueva en la medida en que se agregan enemigos, obstáculos o se nos enseñan a usar mejor las escasas habilidades con que cuenta Furwind. La propuesta es más o menos así: el juego está dividio en tres actos, cada acto tiene el mismo número de niveles que se van desbloqueando en la medida en que pasamos los niveles y desbloqueamos unos niveles llamados «retos» coleccionando unos pergaminos que siempre son dos por nivel. Hay niveles normales que pueden ser niveles en el bosque, niveles en torres de lava y fuego o niveles en cavernas oscuras.

Cada uno de estos niveles tiene dos check points que para activarlos tendremos que pagar con un número de monedas, y que se hace más costoso en la medida en que los usamos. Si tenemos presente que las monedas son necesarias para comprar mejoras a nuestras habilidades en la tienda local llamada Tienda Mística en la que atiende un pájaro llamado Korvo, entonces resultará claro que guardar nuestro progreso por nivel es algo que deberemos pensar muy bien.

Para poder terminar estos niveles deberemos eliminar a dos jefes distribuidos en el mapa que nos darán dos partes de un talisman que abrirá una puerta que también deberemos encontrar.

Además de los niveles normales están los retos que son niveles en los que tendremos que superar obstáculos y puzles para lograr salir de él. Estos niveles son de lo más creativo y entretenido que tiene el juego, en la medida en que se diversifican por su dificultad y reto. También están los niveles donde rescatas aldeanos a partir de abatir a todos los enemigos.

Y están las pruebas de los ancestros que son básicamente niveles sin check points donde el objetivo es lograr atravesar muchos retos saltando adecuadamente mientras la pantalla avanza para consumirnos. Son estas pruebas las que si aprobamos nos concederán un poder. En total son 3. También serán tres los jefes finales que deberemos vencer para avanzar al siguiente acto de la historia.

En general, el diseño de niveles tiene como virtud que no son demasiado extensos, sino más bien laberínticos. Pero esto compensa bastante la dificultad, y hace que volver a jugarlos muchas veces no se torne en una experiencia frustrante al nivel de abandonarlo. Para un juego de alta dificultad, un motivante como este me parece destacable.

En general el gameplay ofrece una diversidad muy interesante que peca principalmente de algo: los niveles de retos y de rescatar aldeanos no son obligatorios. No tan mal dirán. Bueno, peor aún, no tienen ningún tipo de recompensa. Están ahí para que ser superados, si quieres, pero no hay ninguna motivación para hacerlo. Pero jugar Furwind y no pasar estos niveles es no tener la experiencia real de juego, sobre todo porque en estos niveles están los ingredientes más originales del juego.

En estos niveles ni siquiera hay monedas que podamos recolectar, solamente están para ser terminados sin ningún beneficio. Claro, hay uno, y es que definitivamente te entrenan en las dificultades que tienen los otros niveles. O pueden ser pensandos como retos, y por tanto, lo único que muestras es tu valía. Pero se echa de menos que Boomfire no haya pensando en una recomensa interesante. Un ejemplo: las mejoras que debemos comprar pudieron ser premio de algunos de estos niveles. O darnos monedas. Alguna cosa para incentivar al jugador a cursarlos. Esta es quizás la falla principal que tiene Furwind.

Por otro lado, hace falta un poco más de trabajo en el diseño de los actos. Lo único que cambia entre los tres actos de la plantilla donde vemos los niveles es el color. Esto realmente no le resta nada al juego, pero de nuevo, hubiera sido un detalle que beneficiaría al título. Una última cosa que podría criticarse: a veces se siente que los poderes no son tan últiles como quisiera uno. Esto último creo que es parte del juego, ofrecer una experiencia de dificultad elevado donde nos sintamos como lo que es Furwind, un pequeño zorro que tuvo que asumir liberar al bosque pero que no estaba preparado.

Duración

La duración de este título no puede determinarse con facilidad. Su propuesta sin duda es basar su duración en la dificultad. Así, en cuanto a cantidad de niveles realmente no tenemos mucho. Pero su dificultad representa un reto tal que nos obligará a recomenzar muchas veces. Además de que con la escases de checkpoints, o incluso la falta de estos en los distintos niveles, lo que enfrentamos es un desafío de muchas horas.

Un jugador muy hábil podría terminar Furwind en un estimado de 4 – 7 horas, tal vez menos. Pero a un jugador normal podría tomarle un poco más de eso. Tal vez mucho más. Sin embargo, el juego nunca se hace tedioso, ni tampoco dan ganas de abandonarlo. Por el contrario, es un juego que incita a ser terminado, a mejorar las habildiades, y a seguir hasta que logremos derrotar al malvado Darhûn.

Conclusión

Este es un juego que sin duda un jugador de videojuegos debería jugar. La experiencia que ofrece es novedosa, satisfactoria y por sobre todo retadora. No hay nada más satisfactorio que lograr superar un nivel que nos ha tenido atascados más de quince muertes seguidas. Pero además, si te gustan los juegos de plataforma, este es sin duda un título para no perderse.

La música, el arte y el diseño de niveles destacan por su originalidad. El uso del mando se ha convertido en parte de la experiencia: nos permite sentir que lo que pensamos será lo que haga Furwind. Es un juego que logra su cometido, y su precio tan accesible lo sitúa en un rango bastante elevado. Cierto, tiene problemas, sobre todo no recomensar adecuadamente al jugador por superar todos los obstáculos que le propone, y tornarse un poco repetitivo en el diseño de niveles y mecánicas. Pero ninguno de estos probleams le resta al juego diversión ni desmejora la experiencia.

https://www.youtube.com/watch?v=tnYoXWERooE&feature=youtu.be
Gameplay de Furwind

Nota final: 8

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