He de advertir que, para contextualizar este análisis de Taxi Life, he vivido más de 25 años en Barcelona y, aunque ya no vivo ahí, voy todos los días a trabajar a la ciudad condal. Además, por temas laborales, en varias ocasiones he de coger un taxi para desplazarme. Así que, que mejor persona para analizar este juego? Pues bien, acompañadme en este análisis para ver cuan real y entretenido es la experiencia que nos propone el estudio Simteract y que, gracias a Nacon, está disponible en consolas y PC desde el pasado 7 de marzo.
Como podéis deducir por sólo el título del juego, estamos ante un simulador en el que encarnaremos a un taxista en la ciudad de Barcelona y, por ello, nuestra misión será recoger pasajeros y llevarlos a la ruta indicada. Pero hay algo más que esa simple mecánica jugable ya que deberemos estar atentos a otros aspectos. Desde repostar y lavar/reparar nuestro vehículo hasta y progresando lo suficiente como para gestionar una empresa y tener toda una flota de vehículos.
Antes de salir a la calle, a la autoescuela
Pero nada más empezar el juego, y como suele ser lógico, tendremos que pasar por la autoescuela. Este breve tutorial nos enseñará los aspectos más básicos del coche, desde poner en marcha hasta el uso de los intermitentes. También deberemos aprender a aparcar y las maniobras básicas.
Cuando tengamos las nociones básicas aprendidas, no quedará otra que lanzarse a la calle y intentar hacer dinero. Nada más abrir el mapa al inicio de la partida, veremos figura de peatones que podemos recoger y deberemos dirigirnos allí para que se ejecute una breve cinemática en la que el pasajero entra en el coche. Tendremos 3 tipos de “carreras” según el nivel o distancia (fácil, normal y difícil). Lo lógico es empezar por las fáciles, donde serán trayectos cortos y sencillos. Al dejar a nuestro pasajero en destino, recibiremos el pago y, si hemos sido buenos conductores y amables, es posible que hasta nos dejen propina.
Para que nuestro pasajero no se enfade y esté lo más a gusto posible, deberemos conducir de manera correcta. Todo viaje aceptado hará que debajo del mini-mapa tengamos una barra que, con el tiempo, se irá reduciendo. En caso que demoremos mucho o seamos malos conductores, esta barra irá bajando y si se agota antes de llegar a destino, perderemos al pasajero y el dinero que nos tendría que haber dado por el trabajo.
Tocará cumplir las normas de tráfico
No sólo para contentar al público deberemos ser buenos conductores, sino porque, como en la vida real, habrá que cumplir con las señales de tráfico y demás. Y si pisamos más de la cuenta el acelerador, es posible que nos quiten unos euros por multa de velocidad.
En este aspecto, la simulación está muy cuidada. Todas las normas y semáforos tendrán consecuencias, aunque si que creo que el castigo es pequeño y que, el ser más estrictos habría ayudado a un mayor realismo. Me he encontrado en ocasiones que he podido hacer varias “pirulas” y maniobras que, si fuera en la vida real, haciendo 2 o 3 de esas te quitaban el carné…
A medida que vayas progresando, podrás adquirir nuevos vehículos y hasta nuevos conductores a tu disposición con los que ampliar tu “imperio”. Obviamente no hablamos de la profundidad de un Football Manager, pero se agradece ese pequeño toque de gestión y que no todo sea conducir.
En definitiva, y para resumir la jugabilidad de Taxi Life, estamos ante un juego cuya propuesta pide calma y saber que no puedes hacer el loco. Deberás ser el mejor conductor posible y cumplir a rajatabla las normas. Por ello, estamos ante un ritmo muy pausado que no será para todos los estómagos. Acostumbrados a tener juegos de conducción donde lo que prima es llegar el primero o batir el crono, aquí estamos en el polo opuesto. Deja las prisas fuera e intenta ser el conductor más obediente y amable.
Análisis de Taxi Life: el coche también se cala…
Si hemos hablado de una base jugable que cumple, ahora toca hablar de las partes más flojas del mismo.
Por un lado, la IA necesita urgentemente varios arreglos ya que, tanto como se comportan algunos peatones como los demás vehículos, es en ocasiones muy caótico y erróneo. Nos ha pasado en más de una ocasión estar parados en un semáforo y que vengan por detrás y nos embistan sin motivo aparente. O que justo el coche de delante frene en seco sin motivo.
Además el comportamiento de los peatones también deja bastante que desear, con actitudes bastante incoherente.
Otro aspecto que necesita mejoras es la vertiente técnica del mismo. Hemos jugado al título en Xbox Series X y la tasa de frames tenía caídas muy severas. Además de haber popping y el horizonte definirse por sorpresa, en ocasiones en que había muchos vehículos o edificios con mucho detalle, el juego se ha ralentizado bastante haciendo la experiencia bastante incomoda.
En lo técnico deja mucho que desear y hace bastante insufrible muchas situaciones que deberían estar mucho más cuidadas. Si el atractivo de un juego es la conducción y los escenarios por los que pasas, éstos deben formar parte del conjunto de manera orgánica y que no sea un aspecto deficiente. El rendimiento debe ser uno de esos aspectos más cuidados ya que si la propuesta del juego se basa en conducir del punto A al punto B, este trámite debe ser placentero y bien ejecutado. Y en Taxi Life no es el caso.
¿Barcelona por trozos?
En cuanto a la recreación de la ciudad de Barcelona, una de cal y una de arena. Si bien lo que se ve está fielmente recreado y tanto las calles como los diferentes edificios son perfectamente recreados y reconocibles (en el mapa tendrás la oportunidad de visitarlos a modo de “coleccionables”), advertimos que la zona del juego no abarca toda la ciudad. La partida tan solo se desarrolla en una parte de Barcelona que, si bien es la más turística y cercana al mar, se echan de menos otras zonas icónicas como por ejemplo las zonas adyacentes al Camp Nou o a la Sagrada Familia.
Ni sabemos si más adelante se nos venderán esos “trozos” de ciudad en forma de DLC, pero quien busque una recreación completa de la ciudad, está advertido que está no lo es y que echará de menos algunas zonas igualmente icónicas.
Análisis de Taxi Life: Conclusiones
En definitiva, Taxi Life es una experiencia que da lo que promete: ser un taxista en la ciudad de Barcelona. Con un ritmo muy pausado, este simulador está dirigido a un nicho de público que debe aceptar de antemano que dejará el frenetismo y la acción de lado en pos de una simulación real del tráfico. Lamentablemente, dos piedras en el zapato lastran al juego de ser el simulador definitivo. Por un lado el comportamiento de la IA (tanto en vehículos como en peatones) y, por otro, el rendimiento en lo técnico, deficiente en cuanto a tasa de frames y presencia de popping. Si aceptas sus fallos y buscas una experiencia relajada, podrás disfrutar de Taxi Life, sabiendo que la propuesta jugable del título es la que es.
Pro.
- La recreación de la ciudad
- El ritmo pausado del juego...
Contra.
- ... que puede desesperar a otros
- Fallos en la IA y en el rendimiento
