Redfall, es el último título de una compañía que siempre ha rozado la excelencia. Arkane Studios, ha sorprendido a los jugadores prácticamente desde sus orígenes, con títulos como la saga Dishonored o el más reciente Deathloop. Debido a esta trayectoria, había muchas miradas puestas en la nueva aventura del estudio. Una nueva aventura que llega de forma exclusiva a los ecosistemas de Microsoft.
No obstante, desde unas semanas previas al lanzamiento han comenzado a aparecer ciertas dudas con Redfall. Principalmente ante un rendimiento que se ha puesto en entredicho al conocer que sólo alcanzaría, por ahora, los 30 FPS en consola. Un verdadero palo para muchos jugadores. Sin embargo, dejando esto a un lado, hay que centrarse en cómo ha llegado Redfall a los jugadores. ¿Cumple las expectativas? Si quieres saberlo no te pierdas el siguiente análisis.
Gran ambientación
La historia de Redfall, nos conduce a una isla con el mismo nombre que el videojuego que se ha visto infestada por hordas vampíricas. Nuestros protagonistas ven como su intento de huida se ve truncado debido a un poderoso vampiro. Debido a esto, nos vemos arrinconados en esta peculiar isla de Nueva Inglaterra. Así pues, sin escapatoria posible nos vemos obligados a combatir a esta amenaza de la noche.
Una vez que tomamos el control de nuestro personaje no tardaremos en observar que uno de los puntos fuertes de este título reside en su ambientación. La isla está muy bien recreada ofreciendo muchos lugares que visitar y explorar, lo cual es uno de los principales alicientes del título. Acompañando a este diseño artístico de notable, nos topamos con un apartado sonoro simplemente magnífico. El doblaje al castellano es una maravilla, al igual que los efectos sonoros que nos acompañan durante nuestras cacerías en la isla. Asimismo, la música tiene ese toque tan característico de las películas de terror de serie B que tanto han explotado el género vampírico.
No obstante, todo este desempeño se ve empañado rápidamente por un pobre rendimiento. Más allá de los 30 FPS, el juego arrastra notables problemas técnicos. Desde bugs gráficos hasta caídas de fotogramas muy notables. Es en este punto donde comenzamos a verle el cartón a Redfall.
Acción y exploración
A pesar de este punto tan negativo, el estudio es capaz de crear una atmósfera muy interesante que hace que el jugador quiera continuar jugando. Su modo campaña nos presenta un esquema de misiones y submisiones que nos harán movernos por el mapa con cierto sentido. La historia principal se sigue con bastante interés y creo que plasma muy bien el sello de identidad de Arkane, al igual que ocurre con las diferentes notas y cintas que encontramos por el mapeado.
Ahora bien, lo principal en Redfall es su acción. El gunplay sigue la misma línea de lo que vimos y disfrutamos en Deathloop, aunque ahora contamos con un arsenal mucho más variado. Pasando por armas clásicas como las escopetas o los fusiles de asalto hasta un lanzaestacas. Probar las armas del juego es bastante interesante y nos posibilita vivir la acción desde diferentes prismas. Algo que mejora de forma notable gracias a su modo cooperativo. Jugar con amigos a Redfall hace que en la mayoría de las ocasiones el caos tome las riendas. Aunque, como viene siendo común en los juegos del estudio, existen muchas formas de afrontar su acción.
También contaremos con diferentes eventos que nos animarán a explorar, desde nidos vampíricos, que actúan como fortalezas, hasta diferentes coleccionables que nos permitirán mejorar nuestro desempeño en el combate.
En esencia, todo esto funciona, sin embargo, no tardaremos en ver el principal problema de este lanzamiento; su inteligencia artificial. Acompañando a los problemas de rendimiento que hemos descrito previamente, nos topamos con una de las peores I.A. que recuerdo. Y es que los enemigos tienen cero sentido común, siendo en la mayoría de las ocasiones simples esponjas de balas que no reaccionan a las acciones del jugador. Algo que se ve extremadamente resaltado cuando jugamos con Jacob, uno de los héroes que cuenta con la habilidad de hacerse invisible. Me resulta dramático ver cómo los enemigos cancelan un patrón de ataque al hacerte invisible y, lejos de buscar al jugador, permanecen estáticos esperando recibir la siguiente ráfaga. Teniendo todo en cuenta, creo que este es el mayor problema con el que cuenta el título, puesto que tira por la borda el fantástico trabajo realizado en la ambientación.
Poderes de cazavampiros
Por otro lado, Redfall no es un mero FPS, sino que juguetea con varios géneros siendo en algunas cosas (salvando las distancias) similar a Borderlands. El juego cuenta con un total de 4 héroes, contando cada uno de ellos con unas habilidades diferenciadas y que nos orientan hacia uno u otro estilo de juego. Pasando del sigilo a personajes más orientados al apoyo del equipo. Para sacarle mayor jugo a este elenco de personajes, el juego nos presenta un pequeño árbol de habilidades con el que seguir mejorando a nuestro héroe. El sistema de progresión es sencillo y no se hace para nada engorroso.
Esta simplicidad se traslada al armamento, el cual sigue empleando los colores para diferenciar la calidad del equipo. En este sentido, tengo que matizar que no estamos ante un looter shooter donde cada dos pasos tendremos equipo nuevo. En Redfall cuesta un pelín más encontrar equipo de calidad.
Es por esto que siento que en muchas ocasiones el juego se queda a medio camino de lo que quiere ser. Parece que el equipo de Arkane haya tenido miedo de desligarse de su esencia y hubiera mantenido algunas convicciones de sus títulos para un jugador, lo que genera que ambas experiencias se sientan un tanto inconclusas.
Entonces…¿qué es Redfall?
Sin duda alguna, en los próximos días se avecina un buen aluvión de críticas hacia Arkane, críticas que en ocasiones estarán justificadas pero que en otros casos irán meramente a hacer daño. Dicho esto, quiero hablar claramente sobre mi realidad jugando a Redfall y sobre cómo ha sido mi trayectoria camino a este análisis. En las primeras horas de juego me sentí entusiasmado por la ambientación y por el gran trabajo sonoro y artístico realizado por el equipo. Creo que desde un primer momento puedes apreciar que estás jugando a un título desarrollado por el equipo que nos trajo Dishonored. Explorar la isla y todos sus rincones me parecía una experiencia fantástica, el uso de la música y la iluminación para presentarnos los primeros encuentros con los vampiros me llegaron a recordar al primer zombi de Resident Evil.
Lamentablemente, el paso de las horas hizo que comenzara a desilusionarme con la experiencia de Redfall. Los combates comenzaron a mostrar un toque errático, dando la sensación de que independientemente de lo que hicieras estos iban a ir siempre en la misma dirección. No había sorpresa, no había necesidad de generar nuevas estrategias o adaptarse a un combate desafiante, sólo tenía que repetir la fórmula una y otra vez. El sigilo se volvió algo tremendamente absurdo al ver que los enemigos no reaccionaban cuando un compañero moría a su lado. Esto hizo que me comenzara a desencantar con el título y, la verdad, me parece una verdadera lástima.
Creo que en este caso, las presiones mediáticas por tener que salir YA le han jugado una muy mala pasada a Arkane, que pudiendo lanzar un título de sobresaliente se ha quedado en un terreno hasta ahora extraño para ellos, la mediocridad. No me cabe duda de que llegarán parches que mejoren la experiencia de este título y que más pronto que tarde será el juego que tendría que ser hoy. Es por esto que me pregunto: ¿Era necesario que saliera ya?
Ahora bien, aun con todo esto, no creo que se trate de un título que no sea disfrutable, simplemente, Arkane nos ha acostumbrado a la excelencia y Redfall no la alcanza.
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Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.