Nada como levantarse por la mañana para seguir planificando y construyendo nuestra fábrica para cumplir los pedidos de FICSIT… Ehhhh, espera que ni siquiera duermo, y… ¿me pagan? Creo que tampoco. Tras habernos soltado en un planeta alienígena, nuestro objetivo es bien claro: cumplir los requisitos de FICSIT, la empresa de la que somos parte (literalemente) para poder cumplir nuestra misión.
Con esta premisa, Coffee Stain, desarrolladores de este título y Goat Simulator nos presentan un más que interesante juego de gestión de fábricas, que bajo mi visión, es un juego perfecto para todos. Tanto gente que no haya tenido contacto con juegos de este tipo como gente que esté experimentada en el género. Si queréis conocer en profundidad todo lo que nos tiene que ofrecer Satisfactory, os invito a que me acompañéis a lo largo de este análisis. ¡Poneros el casco de seguridad que empezamos!

Antes de comenzar, queremos dar las gracias a Coffee Stain por proporcionarnos una copia digital del juego. Este análisis se ha realizado en una Xbox Series X.
¿Qué es Satisfactory?
Satisfactory es un juego de extracción de materiales, construcción y gestión de fábricas en primera persona. Como adelantaba en la cabecera, nos soltarán en un planeta alienígena con la misión de extraer una serie de recursos. El juego empezó su andadura inicial allá por 2019 en una beta cerrada en la Epic Games Store (de la que tengo la suerte de decir que formé parte). Tras años de early access, vió la luz en su versión 1.0 en 2024 en Steam. Tras más de un año de su salida en PC, desembarca en consolas para hacer llegar la fiebre de la gestión a un mayor número de jugadores.
Volviendo al juego en sí, durante los primeros compases, nos enseñarán las nociones básicas tanto con tutoriales al uso, como con animaciones «estilo Fallout«. Una vez hecho esto, nos soltarán con la total libertad para hacer cuanto creamos conveniente para cumplir los pedidos que nos dan.

A lo largo de nuestra aventura en este astro extraterrestre, pasaremos de picar a mano con pequeños taladros portátiles para fabricar cosas tan básicas como tornillos a producir ordenadores cuánticos y utilizar la energía nuclear para dar electricidad a toda nuestra fábrica. Aunque esto pueda asustar, el juego cuenta con varios niveles o «hitos» tecnológicos por los que pasaremos. Para poder avanzar en estos hitos, debemos entregar una serie de materiales más o menos complejos depende de lo avanzados que estemos. Podremos avanzar X número de hitos en función de si hemos completado la tarea principal, que no es otra que entregar materiales complejos a un ascensor espacial. A través de ellos, iremos adquiriendo experiencia para los siguientes retos que se nos presentan.

La mayor «complejidad» del juego no son más que operaciones matemáticas simples. Me explico: los pozos de extracción de diferentes recursos tienen niveles de calidad como «puro», «normal» o «impuro». En función de la calidad, los materiales que podemos extraer son más o menos. De un pozo de extracción de hierro normal podemos extraer 60 unidades de hierro por minuto, pero un horno puede procesar solo 30 por minuto, por lo que necesitaremos dos hornos en total para dar salida a todo (30×2=60). Y así sucesivamente con todo lo que hagamos en el juego.
Evidentemente, no todo es producir. Deberemos también encargarnos de generar la electricidad suficiente para alimentar todas nuestras instalaciones sin cortes de suministro. Además, deberemos de estar pendientes por si necesitamos expandir la producción. Empezaremos quemando biomasa, y terminaremos produciendo electricidad gracias a la energía nuclear.

Teniendo esto en mente, nuestros únicos quebraderos de cabeza residirán en cumplir las tareas de nuestra querida empresa de la que somos parte de manera literal. Si tenéis la suerte de que este juego os haga «click», os aseguro de primera mano que estaréis «enganchados» por completo al juego.
Y… si, también tiene cooperativo
Si no era este juego lo suficientemente redondo, contamos con la posibilidad de jugar en cooperativo online con hasta cuatro jugadores. Gracias a esto, la expansión de nuestra fábrica y la distribución de tareas nos permitirá avanzar más rápido para cumplir los objetivos del juego. Porque creerme, no es nada raro que jugando se nos ocurra una solución para producir más de X material y dejemos una cosa a medias para hacer otra y así sucesivamente… Aunque esto no quiere decir que se extienda a nuestros compañeros de juego tampoco.
Gracias a esta posibilidad, no solo avanzaremos más rápido. También podremos acercar el juego a mucho más público gracias al boca a boca. Porque de verdad os digo que es un juego que verdaderamente vale la pena, y por un P.V.P. de 40€, no me lo pensaría mucho a la hora de darle una oportunidad.
Un estilo artístico único
A primera vista, podemos apreciar perfectamente el estilo artístico que buscaba el estudio, que no es otro que un estilo industrial limpio. Todo cuanto vemos en la fábrica no sufre el paso del tiempo, no vemos deterioro ni suciedad en ningún punto de la misma. Además, tanto la propia interfaz de las máquinas, como los items que producimos en sí observamos esa «limpieza visual». Los colores negro y naranja son los dos colores que dominan la paleta de colores general.
Aunque no todo es naranja o negro, ya que contamos con la opción de poder personalizar a nuestro operario no solo en diferentes trajes, sino en los colores del mismo. Esta personalización se extiende también a otras estructuras como paredes o cimientos con diferentes colores que podemos desbloquear jugando.

En cuanto al apartado técnico, el juego funciona de maravilla. No sufre caídas de rendimiento, stuttering o cualquier problema técnico de ninguna clase. El juego a nivel gráfico luce de manera espectacular realzado por su estilo artístico y un mundo alienígena que se siente natural, vivo y no como un simple atrezzo que nos rodea.
Más allá de la construcción
Uno de los elementos más curiosos con los que cuenta el juego reside en la capacidad de exploración. Aunque nuestra tarea principal consiste en producir y producir sin descanso, hay tiempo para el esparcimiento. En este mundo alienígena, podremos explorar no solo para descubrir nuevos pozos de extracción de recursos, sino también para conocer la fauna, flora y… otros secretos que no os desvelaré por posibles «spoilers».
También encontraremos restos de otras cápsulas como en la que aterrizamos con materiales especiales y recompensas que nos permiten desbloquear otras recetas de fabricación. Para poder acceder a estas recompensas, deberemos entregar un tipo concreto de materiales o proporcionar electricidad a la cápsula para abrirla.

Para dar un toque de humor a nuestra jornada, «la IA» que nos acompaña para darnos consejos soltará pequeñas perlas de humor así como consejos de descanso cuando llevamos una larga sesión de juego.
En conclusión, Satisfactory…
Satisfactory es el juego de gestión y construcción de fábricas perfecto para todo tipo de jugadores. Gracias a su curva de aprendizaje y sus intuitivos menús y controles, tendremos todo en nuestra mano para sacarle el máximo partido a todo lo que tiene que ofrecernos este título. Todo ello acompañado de un estilo artístico y un aspecto gráfico que nos entrará por los ojos desde un primer momento.
Satisfactory está disponible para PlayStation5, Xbox Series y PC. Como siempre, si queréis conocer más noticias como ésta no os olvidéis de pasaros por vuestra casa, aquí en Área Xbox.
Acerca del autor
Amante de los videojuegos, el cine, deporte de motor, pop y la literatura fantástica y la ciencia ficción.
