Después de varias horas en Sacred 2 Remaster, debo decir que mis sensaciones son lamentablemente mixtas. Este título claramente busca revivir la experiencia clásica de la saga para los fanáticos de antaño, modernizando algunos aspectos del juego, pero dejando a la vista que el tiempo no pasa en vano.
De vuelta a Ancaria
Sacred 2 Remaster se desarrolla en Ancaria, un mundo dividido entre la luz y la oscuridad, donde todo gira en torno a la energía T, una fuente mágica de poder que diferentes facciones intentan controlar. La historia principal, aunque interesante en concepto, no logra atrapar del todo.
Dependiendo del personaje y las decisiones del jugador, la historia puede tomar distintos caminos, pero el desarrollo suele ser algo confuso. A pesar de su potencial, la narrativa se siente mas como un acompañamiento de la experiencia que el core del videojuego, algo que termina afectando claramente el involucramiento con el mundo.
Construcción del universo
Uno de los apartados más solidos del juego se encuentra principalmente en sus diálogos, que además de estar bien escritos, nos ofrecen momentos entretenidos que logran llamar la atención. Además, la personalización del personaje es un total acierto, cada prenda o armadura cambia visiblemente la apariencia del Héroe, algo que muchos RPG actuales pasan por alto.
Por otro lado, la traducción/doblaje al español tiene algunos problemas. En ciertas ocasiones algunos personajes suelen decir sus diálogos en inglés, lo que puede romper la inmersión para quienes buscan disfrutar de la narrativa.
Un mundo con poca interacción y un combate repetitivo
El mundo de Sacred 2 luce amplio pero se siente apagado. Las ciudades por lo general funcionan más como zonas de paso donde compras equipamiento, conversas con NPCs y aceptas misiones secundarias que, en su mayoría, se repiten una y otra vez con una que otra variación. Este ciclo de exploración, combate y reabastecimiento puede resultar entretenido durante las primeras horas, pero con el tiempo es muy agotador.

La economía del juego también resulta algo extraña. Los objetos no mantienen una lógica de valor coherente, los mismos ítems pueden tener un distinto precio con el mismo comerciante, y se siente como un sistema muy poco equilibrado, ya que consigues una gran cantidad de oro al realizar misiones secundarias, por lo que no es un aspecto del cual te tengas que preocupar.
El combate es, sin duda, uno de los puntos más débiles del juego. Las peleas suelen a reducirse a estar rodeado de una gran cantidad de enemigos e ir acabando con ellos con tus habilidades, algo muy monótono, con muy poca sensación de progreso.

A pesar de este mal aspecto, el sistema de clases es sobresaliente, ofrece una gran variedad de formas para afrontar la aventura, cada raza disponible posee características que las hace muy diferentes. Sin embargo, no puedo evitar pensar que un remake, con un estilo de combate Diablo-like, habría sido una decisión mucha más atractiva.
Enemigos, habilidades y progresión
En cuanto a variedad de enemigos, el videojuego cumple con creces. Te enfrentaras a esqueletos, arañas, criaturas mitológicas y bestias demoníacas, entre otras, lo que aporta algo de diversidad al combate, aunque la repetición de patrones le resta un poco de frescura.
Las armas y habilidades presentan diferencias notables, cada tipo de arma modifica el movimiento que se realiza con la habilidad, asi que no veras la misma animación que hace una espada o un hacha al realizar una habilidad. Dentro del juego existen runas que se pueden obtener de tus enfrentamientos contra monstruos o de comerciantes especificos, estas se utilizan para mejorar el nivel de las habilidades.
Apartado técnico
Por lo general el videojuego se mantiene estable, pero no sorprende, debido a que no requiere grandes recursos para su ejecución. Visualmente, los retoques gráficos son mínimos, la iluminación y las texturas muestran mejoras leves, pero el aspecto general sigue siendo el de un videojuego de hace más de una década.
El apartado sonoro, por su parte, acompaña correctamente y cumple con el papel de ambientar la experiencia sin destacar demasiado. No hay melodías memorables, pero si una atmósfera que se ajusta al tono medieval y oscuro del mundo.
Uno de los mayores aciertos del remaster está en los controles. Mover al personaje por el mapa resulta mucho más cómodo que en la versión original. Las animaciones son mucho más fluidas, la respuesta es rápida y la cámara se siente más ajustada. Sin embargo, a pesar de estas excelentes mejoras no se puede esconder las limitaciones que trae consigo el videojuego.
Un relanzamiento para los nostálgicos de la saga
Sacred 2 Remaster es sin duda un viaje al pasado, su propuesta apunta directamente a quienes disfrutaron de este titulo en su día y quieran revivir viejos recuerdos con una experiencia algo mas pulida. Sin embargo, para los nuevos jugadores, es probable que resulte anticuado, confuso y algo limitado en comparación a las numerosas alternativas disponibles en el mercado.
Aunque se valora el esfuerzo de rescatar este clásico RPG occidental, creo que hay una falta de ambición, un remake con mecánicas renovadas, un combate más dinámico y un rediseño del mundo habría sido un gran renacer para esta franquicia.
En lo técnico, cumple, en lo jugable, entretiene a ratos, pero en lo general, Sacred 2 Remaster se queda a medio camino entre la nostalgia y reinvención.
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Acerca del autor
Chileno fanático de los videojuegos, entusiasta en compartir sus opiniones con los demás.
