Jottunslayer: Hordes of Hel es el nuevo juego desarrollado por ARTillery y Games Farm. Cogiendo la adictiva propuesta que Vampire Survivors popularizó, el estudio eslovaco le da un golpe de tuerca agregando misiones a lo largo de la run combinada con una final boss final. Esto hace de este juego un vampire survivors-like game redondo. Si queréis conocer todo lo que trae este juego, os invito a que me acompañéis a lo largo de este análisis. ¡Afilad vuestras espadas que vienen los enemigos!
Antes de empezar, queremos dar las gracias a Deadgoodmedia por proporcionarnos una copia digital de este juego.
En la variedad está el gusto
Lo primero que me llamó la atención de este juego es el buen abanico de personajes y mapas que tenemos a nuestra disposición. Un total de seis mapas y seis personajes acompañados de un puñado de dioses serán nuestro arsenal frente a las olas de monstruos. Cada uno de los seis personajes cuentan con características propias, un dash y una habilidad por defecto. Conforme progresamos en el juego obtenemos cristales que sirven como moneda para poder obtener nuevas armas y vestimentas para cada personaje. Esto cambia la jugabilidad del mismo otorgando diferentes habilidades pasivas a cada uno de ellos. Lo mismo sucede con los mapas, al vencerlos en la primera dificultad, desbloqueamos la siguiente junto a pequeños modificadores de partida que podemos o no activar.

Durante la partida, nuestro personaje atacará de manera automática al enemigo más cercano. Cuando matamos enemigos dejan caer experiencia, y con menos frecuencia oro y «comida» que servirá para recuperar puntos de vida. En cada mapa encontraremos diferentes tipos de enemigos pero todos siguiendo un mismo patrón por mapa. Al subir de nivel tendremos la opción de elegir una habilidad nueva propia de nuestro personaje o de los distintos dioses. Por cada Dios encontraremos diferentes habilidades tanto pasivas como «activas» de las que podremos disponer de un total de 6 en total.
Al finalizar cada run, de una duración media de 15 minutos (que podemos ver en un contador en pantalla), obtenemos las estadísticas de partida así como las monedas conseguidas. Gracias a estas monedas podemos obtener puntos de habilidad para asignar a cada personaje y cada Dios. Esto nos dará la posibilidad de aumentar las estadísticas base de nuestros personajes así como de mejorar las propias que nos da cada habilidad que elegimos al subir de nivel. Al completar por primera vez cada mapa en dificultad normal, desbloquearemos el siguiente mapa, así como el siguiente personaje acompañado de nuevos dioses.

Apartado técnico que cumple
Si bien no es algo que destaca, especialmente debemos darle su espacio. El apartado técnico cumple con los estándares actuales. No presenta bugs visuales ni glitches gráficos de ninguna clase. Hablando de su apartado artístico, el diseño puesto en los personajes y enemigos durante el juego así como los entornos consigue reflejar fielmente que nos encontramos en diferentes reinos de la mitología nórdica. Esto lo vemos reflejado también en el diseño que se hace a los dioses y a los no tan dioses. Los retratos de cada uno de ellos permite hacerse una idea de su poder así como de su personalidad a partir de ellos. La banda sonora nos acompaña a través de los menús del juego así como de nuestras run por los reinos mitológicos nórdicos cumpliendo en su cometido.




En conclusión, Jottunslayer: Hordes of Hel…
Jottunslayer: Hordes of Hel es el juego perfecto para los amantes de los vampire survivors-like. Gracias a este concepto de juego combinado con ciertos elementos roguelite consigue crear un juego con su propia personalidad y una ambientación sin igual. Simple en jugabilidad, adictivo y con un amplio abanico de personajes, dioses y mapas que nos daran decenas y decenas de horas de diversión aseguradas. Jottunslayer: Hordes of Hel está disponible para PlayStation 5, Xbox Series y PC. Como siempre, si queréis conocer más análisis como éste no os olvidéis de pasaros por vuestra casa, aquí en Área Xbox.
Acerca del autor
Amante de los videojuegos, el cine, deporte de motor, pop y la literatura fantástica y la ciencia ficción.