Deadzone: Rogue es un roguelite en primera persona con una marcada ambientación cyberpunk futurista. Lanzado el 11 de agosto de 2025, el juego busca ofrecer una experiencia intensa y dinámica en la que cada partida resulta distinta gracias a la generación procedural de niveles y enemigos. Se trata de un título pensado para quienes disfrutan de la acción rápida, la exploración constante y esa sensación de que cada intento cuenta.
Desde su llegada, el juego ha conseguido hacerse un hueco entre los jugadores que buscaban algo distinto. No hay demasiada información pública sobre el estudio Prophecy Games, pero lo cierto es que con este título han logrado captar la atención gracias a un equilibrio entre personalización, jugabilidad cooperativa y un misterio que te atrapa desde el primer minuto.

Búsqueda del ser
La historia nos pone en la piel de un androide desorientado que despierta en el interior de una nave sin saber cómo llegó allí ni quién es realmente. Esa falta de respuestas es lo que empuja a seguir adelante, explorando pasillo tras pasillo en busca de pistas sobre su identidad y su propósito.
El viaje arranca en la Zona 1, donde nos enfrentamos a los primeros enemigos: robots implacables que patrullan los corredores. Desde el principio el juego plantea su premisa de manera clara: avanzar significa luchar, y luchar significa sobrevivir. Todo gira en torno a esa pregunta que nos acompaña partida tras partida: “¿quién soy?”, un dilema que se enlaza con la frase que sirve de lema al juego: “Ser o no ser, esa es siempre la cuestión”.

Ármate y actualízate para sobrevivir
En cuanto a jugabilidad, Deadzone: Rogue sorprende por la gran variedad de armas disponibles. Cada una ofrece un estilo distinto: rifles rápidos, escopetas contundentes, lanzadores de energía futuristas… No solo se sienten diferentes en combate, también pueden mejorarse y personalizarse, lo que invita a probar combinaciones en cada intento.
Junto a ellas está el amplio sistema de habilidades, que permite moldear al androide a nuestro gusto. Podemos potenciar la movilidad, incrementar el daño o incluso aplicar efectos especiales a los ataques. Esta libertad convierte cada partida en un laboratorio de estrategias, donde probar builds nuevas es casi tan divertido como completar las fases.

Una ambientación de otro planeta
Visualmente, el juego transmite con acierto la crudeza de su atmósfera cyberpunk. Los escenarios metálicos, la iluminación de neón y los efectos de partículas consiguen una ambientación opresiva, donde siempre parece que algo acecha a la vuelta de la esquina. No es el título más puntero en lo técnico, pero su dirección artística logra que la experiencia sea inmersiva y coherente con lo que propone.
El apartado sonoro acompaña a la perfección. La banda sonora, con temas ambientales y otros más intensos durante los combates, refuerza la tensión del viaje. Los disparos, explosiones y alertas robóticas tienen una fuerza especial, haciendo que cada enfrentamiento suene tan peligroso como se siente. La música no siempre mantiene una presencia constante, pero cuando lo hace, eleva la experiencia de manera notable.

Conclusiones
Al inicio, confieso que no pensé que me gustaría demasiado. La fórmula parecía simple, casi repetitiva. Sin embargo, a medida que avancé me fui enganchando, tanto por el progreso en armas y habilidades como por el misterio que rodea a la historia.
Y es que lo que realmente atrapa en Deadzone: Rogue no son solo los disparos o la dificultad, sino esa duda existencial que late en cada paso que damos. El juego consigue que cada derrota no sea un final, sino una parte más del viaje hacia esa respuesta que buscamos. Puede que no sea perfecto, pero cumple con lo esencial: invita a volver una y otra vez, siempre con la misma cuestión en mente. Tambien podeis consultar en Area Xbox otras noticias relacionadas a este sorpendente titulo.