Los fans de los metroidvanias deben estar contentos ya que son muchísimas las propuestas que les llegan cada mes con las que saciar su hambre de pasarse más juegos del género. Además de ser el género preferido para muchos desarrolladores noveles que empiezan con esto de los videojuegos, es uno de los géneros que puede tener menos barreras de entrada (a no ser que sea muy difícil) por su fácil comprensión de las mecánicas. Acompañadme y os cuento mi análisis de Voidwrought, otro metroidvania al que echarle el ojo.

Supongo que no será el primero, pero Voidwrought se quiere hacer fuerte en su propuesta al estilo H.P. Lovecraft y su horror cósmico. Por ello, la ambientación no será baladí y no faltarán los elementos tan característicos de este tipo de juegos. A nivel de historia, nosotros seremos un Simulacrum, una criatura nacida de un extraño huevo y que da lugar a un lore bastante complejo. El mundo en el que estamos no será conocido de antemano sino que lo iremos descubriendo poco a poco y donde la importancia de la Primera Civilización y de la Estrella Roja (ya lo descubriréis vosotros) será crucial.

Aires de H.P. Lovecraft

Obviamente, la comparativa con la obra de H.P. Lovecraft se antoja corta, como casi siempre, pero es bueno resaltar que el mundo está bastante bien logrado y que atrapa al jugador a poco que preste atención a lo que se nos cuenta en la pantalla. Veamos si la jugabilidad acompaña.

Lo que nos propone Voidwrought es, como decíamos, un desarrollo clásico de un metroidvania. Por ello, nosotros seremos un hábil personaje que ya desde bien al principio podremos usar saltos, ataques, habilidades curativas (limitadas), etc. A medida que avancemos en el juego desbloquearemos, como no, otras habilidades. Entre ellas destaca el gancho que nos permite acceder a zonas elevadas y le añade un plus al combate, el doble salto, y demás. Nos ha llamado la atención una habilidad por la que nos transformaremos en una especie de bola que nos servirá para adherirnos al escenario y acceder así a sitios en los que no podríamos entrar de otra manera.

En cuanto a la exploración, esta será agradecida con el jugador por la cantidad de zonas ocultas que tendremos, pero si que es cierto que, conforme pasan las horas, ésta se siente algo repetitiva. La parte de plataformas queda un poco cuestionada en su dificultad gracias a nuestras habilidades, en muchas ocasiones superiores al reto que nos plantean los escenarios.

Voidwrought: Un combate bien ejecutado

Respecto al combate, éste se siente ágil y rápido. Los movimientos tanto de nuestro personaje como de los enemigos y los jefes se sienten bien medidos y que ayudan a ese dinamismo clásico de este tipo de juegos. Si bien sin considerarme un experto, he de decir que creo que en lo que respecta a la dificultad éste juego estará un peldaño por debajo. No digo que sea un paseo, simplemente que por la posibilidad de curarnos creo que deja la puerta abierta a una estrategia basada en “ir a saco” y curarse que elimina muchos de los obstáculos que nos plantean los enemigos

Además de los dos grandes pilares analizados, el combate y las plataformas/exploración, el juego añade una tercera mecánica basada en la gestión de un culto. Los jugadores pueden reclutar adeptos y expandir su santuario. Eso sí, esta mecánica no deja de sentirse algo superficial, además de no impactar directamente en nuestra experiencia jugable.

Para acabar con la jugabilidad, vuelvo a reseñar que estamos ante uno de esos juegos en los que se aprovecha lo ya establecido por grandes del género como Hollow Knight. Su combate y su exploración se sienten ágiles y bien ejecutadas, pero la escasez de novedades jugables puede tirar a más de uno en su contra.

Un apartado audiovisual con gran peso en lo sonoro

Respecto al apartado audiovisual, he de decir que aquí sí que el juego da el do de pecho y tanto los efectos sonoros como la música ambiental te meten de lleno en su mundo. Es una delicia escuchar, por ejemplo, nuestros impactos tanto en enemigos como en escenarios. Su banda sonora te ayudará a esa inmersión de la que no te arrepentirás.

En cuanto al aspecto técnico, el juego ha sido analizado en PC y en Steam Deck, siendo en el PC consolizado de Valve donde hemos jugado casi toda la experiencia. Funciona de manera nativa y la tasa de frames nos ha sido bastante estable durante toda la experiencia. Obviamente, por el tipo de juego que es, no necesitarás mucha máquina para poder ejecutarlo en PC. De momento, no hay confirmación de la versión de Xbox, pero como pasa en infinidad de casos, no es de extrañar que la veamos más pronto que tarde.