Si hace unos días se anunciaba el regreso de una de las sagas más míticas de los videojuegos, Monkey Island, hoy hace lo propio otra de las grandes, Max Payne. Así lo ha anunciado Remedy Entertaiment a través de su cuenta oficial de Twitter.
El desarrollo se realizará en colaboración con Rockstar Games, que es propietaria de la marca desde Max Payne 3. Remedy es la desarrolladora original de las dos primeras entregas. Max Payne dejó una huella en el mundillo y en la cultura popular por su atmósfera, su innovadora narrativa en la época y por su tiempo bala.
«Nos entusiasmó que nuestros amigos de siempre de Remedy se pusieran en contacto con nosotros para rehacer los juegos originales«, dijo Sam Houser, fundador de Rockstar. «Somos grandes fans del trabajo que el equipo de Remedy ha creado a lo largo de los años y no podemos esperar a jugar a estas nuevas versiones».
«Max Payne siempre ha ocupado un lugar especial en los corazones de todos los que formamos parte de Remedy, sabemos que los fans de todo el mundo sienten lo mismo», dijo el CEO de Remedy, Tero Virtala. «Estamos enormemente emocionados de trabajar con nuestros socios de Rockstar Games una vez más para tener la oportunidad de devolver a los jugadores la historia, la acción y la atmósfera de los juegos originales de Max Payne de una forma nueva.»
Según el acuerdo, Remedy desarrollará Max Payne 1 y 2 para Xbox Series X/S, PS5 y PC utilizando su motor propietario, Northlight. Ambos remakes serán financiados por Rockstar, cuyo tamaño estará acorde con la producción AAA de Remedy. En el acuerdo también se detalla que Remedy tendrá derecho a percibir derechos de autor, una vez que Rockstar haya recuperado los costes de desarrollo, marketing y demás.
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