Biomutant, ha sido posiblemente uno de los juegos más esperados de este año. Los vídeos que se han ido mostrando del juego, nos preparaban para sumergirnos en un fantástico mundo postapocalíptico y lleno de animales mutantes. Todo esto, venía acompañado de un fantástico apartado artístico que nos dejaba grandes escenas. Sin embargo, la llegada del juego de THQ Nordic, no ha sido para nada la esperada. El recibimiento por parte de la crítica ha sido bastante duro y en ocasiones cruel.
Es por este motivo, que a la hora de realizar este análisis hemos intentado dejar a un lado el hype que nos había transmitido la compañía y focalizarnos en lo que realmente es Biomutant. Y es que, no podemos olvidar que estamos ante un juego doble A y que ha sido desarrollado por un equipo de 20 personas. Unas cifras bastante limitadas y que como es evidente, en la mayoría de las ocasiones se transmitirán al producto. Dicho esto, vamos a empezar con nuestro análisis.
El mundo de Biomutant
En primer lugar, tenemos que introducirnos en lo que nos propone el mundo de Biomutant. El cual cuenta con una historia interesante, al menos en un primer momento. Bioumtant, nos sitúa en un mundo donde la contaminación y la radiación han acabado con la humanidad y ahora reina una fauna local muy vitaminada y que ha sido víctimas de todo tipo de mutaciones. Sin embargo, tampoco está exenta de problemas.
El gran Árbol de la Vida, que es un pilar fundamental en este mundo, se está viendo amenazado. Una amenaza que es llevada a cabo por cuatro criaturas denominadas Devoramundos. Todo esto acontece mientras las diferentes tribus de animales se están enfrentando entre ellas en unas guerras que parecen no tener fin. En este punto podríamos decir que el objetivo del juego es proteger el Árbol de la Vida y salvar el mundo, pero esto no tiene que ser así necesariamente. El juego cuento con un sistema del bien y el mal, que nos permitirá elegir un final para nuestra aventura.
Narrando una catástrofe
Dicho esto, puede que estés pensando que no está nada mal la premisa de Biomutant, de hecho no creo que la historia en sí sea un problema. Sin embargo, cómo se cuenta la historia sí que es un problema, es más posiblemente sea el mayor error del juego. La historia llega a nosotros a través de un narrador que nos contará todo lo que ocurre a nuestro alrededor, incluyendo las conversaciones que tengamos con los otros personajes del juego. Asimismo, esto genera que los personajes sean mucho más planos, ya que escucharemos la misma voz para todos y cada uno de ellos.
De igual forma, esto produce que todas las conversaciones estén en voz pasiva, lo que ya de primeras hace que sea más incómodo de leer. No obstante, la peor parte viene cuando escuchamos al narrador, el cual a pesar de estar doblado al castellano, cuenta con un tono muy monótono y plano. Un auténtico despropósito del cual es imposible librarse y resulta sumamente tedioso. Lo único que puedo agradecer, es que tengamos la posibilidad de reducir sus intervenciones fuera de los diálogos. Lo que evita momentos tan exasperantes como estar en pleno combate y escuchar; «Es la hora de los puños» a un narrador que parece que se acaba de despertar.
Sumado a lo anterior, el juego añade un sistema de diálogos que normalmente nos da a elegir entre tres opciones diferentes. Lamentablemente, el juego está tan mal escrito que muchas veces estas opciones poco o nada tienen que ver con lo que ocurre en escena. Además de esto, las opciones de diálogo suelen repetirse constantemente, por lo que la variedad es casi inexistente.
Biomutant se redime a través de su arte
Dejando a un lado el mal sabor de boca que nos deja la estructura de la historia de Biomutant, tenemos que hablar de una de sus grandes virtudes. El diseño artístico del juego es una verdadera maravilla, y aquí sí podemos decir que lo visto en los tráilers le hace justicia al juego. Desde que salimos al mundo exterior, el juego luce de maravilla, mostrándonos unos entornos llenos de luz y color.
Siguiendo esta línea, los diferentes biomas por los que tendremos que adentrarnos siguen manteniendo el listón bastante alto, dejándonos escenas muy llamativas y que sin duda nos animarán a seguir jugando. El mapeado del juego en su mayoría ha sido creado con mucho mimo y podremos encontrar muchos detalles dentro de sus entornos. Igualmente, los diseños de personaje están bastante bien, mostrando una buena variedad de enemigos y que casan a la perfección con el mundo que nos propone este título.
También es cierto, que el juego presenta carencias gráficas que saltan a la vista en los interiores y en ciertas animaciones. Principalmente aquellas que tienen que ver con los recuerdos de nuestro personaje, nos dejarán un sabor bastante amargo. Aunque siendo realistas, la gran mayoría del juego se desarrolla en entornos abiertos por lo que no es un problema demasiado importante.
Lamentablemente, el apartado sonoro está muy por detrás del apartado técnico. No sólo por el mismo doblaje que hemos mencionado anteriormente, sino por la banda sonora, la cual cuenta con muy pocas pistas ya que se ha priorizado las apariciones del narrador.
Un combate ágil pero demasiado simple
Dentro de la aventura que nos presenta este lanzamiento, el combate se postula como uno de sus puntos fuertes. En este sentido, encontramos un combate muy rápido que nos permite intercalar entre una gran variedad de acciones. Desde el típico combate cuerpo a cuerpo, hasta disparos y el uso de todo tipo de habilidades. Gracias a esto, se siente bastante fresco y resulta entretenido. Es una pena, que los combos de los que disponemos sean tan sumamente simples, ya que hubiese significado un salto de calidad en toda regla. Aun así, la gran cantidad de habilidades y armas son un punto a tener en cuenta.
Las habilidades de las que disponemos son sin duda uno de los puntos fuertes de este juego. Contamos con habilidades psíquicas o bien biológicas, cada una de ellas es diferente a la anterior y requerirá de unos recursos u otros para poder ser desbloqueadas. Es por ello, que explorar el mapeado gana un punto de interés.
A pesar de esto, la variedad de enemigos aunque es abundante resulta monótona. Esto se debe, a que aun contando con diseños diferentes para las criaturas, sus sets de movimientos son idénticos. Lo que genera que los combates no cuenten con una gran variedad de situaciones. No obstante, hay criaturas que nos han sorprendido gratamente y que nos han ofrecido un combate bastante interesante. Asimismo, los combates contra jefes se sienten originales con respecto al resto y son de agradecer para romper con la monotonía del juego.
Un batiburrillo de cosas
Por otro lado, Biomutant, cuenta con una cantidad de opciones que pueden abrumar en un primer momento. No sólo por los menús que son un poco caóticos al principio, sino por la cantidad de mecánicas que se han intentando incluir en el juego. Una de estas mecánicas que más me ha llamado la atención es el hecho de contar con un alineamiento, es decir, poder ser bueno o malo. Una buena idea, pero que cuenta con una ejecución muy descuidada, principalmente por el desarrollo de sus diálogos. El juego también nos ofrece una guerra de facciones, donde podremos posicionarnos con una tribu e ir conquistando otros territorios. Sin embargo, estas misiones resultan clónicas en su mayoría.
Acompañando a lo anterior, tenemos un sistema de crafteo bastante complejo, un sistema de mejora de materiales, monturas, misiones secundarias…etc. En resumen, contamos con muchísimas cosas por hacer, y creo que aquí es donde reside el problema de Biomutant. Siendo un equipo tan pequeño, el juego ha intentando abarcar demasiado, lo que ha generado que contemos con todas estas cosas por hacer, pero que en su mayoría aportan mucho menos de lo esperado a la jugabilidad de este título.
Además, esta cantidad de situaciones resultan tan genéricas, que no he podido preguntarme si realmente era necesario incluirlo en Biomutant. Y es que, un juego que cuenta con un mundo tan original como el desarrollado por el equipo de Experiment 101, con mucho menos hubiese sido una experiencia mucho más satisfactoria. En definitiva, debo decir que Biomutant, no es el juego que la mayoría de jugadores esperaba, pero sigue siendo un juego que entretiene y que te dejará con unas imágenes espectaculares en más de una ocasión. Sin embargo, arrastra problemas importantes como su apartado sonoro y algunos problemas relacionados con su jugabilidad. No obstante, no creo que estemos ante un desastre. Si os ha gustado este análisis no olvidéis que tenéis muchos más justo aquí.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.