Rock Pocket Games, una desarrolladora noruega, ha hecho un trabajo bastante pelculiar en muchos sentidos al que ha decidido nombrar Moons of Madness. Este es esa clase de juegos en la que se mezcla varios tópicos y géneros: Sci Fi, terror, cultos, otras dimensiones, seres transdimensionales, capitalismo. Pero hay algo al final que no permite que todo se cohesione en la base argumental del juego. Moons Of Madness es un juego walking simulator con aventura. Tomas el control de Shane Newehart, un ingeniero estacionado en Marte que debe enfrentar los horrores que tienen lugar en el planeta. Una especie de viaje entre monstruos y problemas psicológicos entre sueños y dimensiones.
Gráfica y sonoramente el juego ofrece una experiencia indie de primer nivel, un buen juego AA. Pero algo que yo señalaría como especial es la interacción que hay entre el personaje y el mundo. Con todo lo que podemos interactuar, habrán varias tipos de acciones, todas ellas se activarán además de acuerdo a lo que estemos mirando y seleccionemos. Aunque es un juego en primera persona, el personaje toca con su mano todo aquello con lo que interactúa, y esto lo hace algo mucho más interesante al menos por el elemento Sci Fi. Que tal vez para el terror no sea algo que aporte mucho, o incluso puede ser algo que vaya en contra.
Lo cierto es que como juego de terror es un fracaso. Pero como juego de suspense y Sci Fi, el juego cumple totalmente. Aquí pueden ver un Gameplay de nuestro colaborador @MLGmakun.
Asustando en el espacio
Lo primero: estamos en Marte. Y esto importa argumentalmente en la medida en que estamos en una estación espacial. Se supone que tenemos un equipo con los que hablamos por medio de radiocomunicadores. Pero la sensación de soledad será la base del juego. Solos en Marte, en un desierto rojo, con responsabilidades como reparar la energía, arreglar la estación. Y todo esto, visto desde una perspectiva Sci Fi es bastante increíble. la sensación de ponerse el traje espacial, de tener que recargarnos el oxígeno, de cambiar la presión de las cabinas para salir al exterior es sin duda un trabajo espléndido.
La cosa es que en temas de ritmo, para una historia de terror nada de esto ayuda. Durante los primeros compases de Moons of Madness me estuve preguntando si de verdad era un juego de terror. Tuve que remitirme a la descripción del juego que dan los propios creadores para confirmar que de hecho ellos lo vendían de esta manera. Lo que me parece un grave error. Hablar de suspense, un thriller Sci Fi hubiera sido una grandiosa descripción. Incluso con monstruos espaciales y estos momentos de persecusión que tendrá más adelante.
Entonces te digo, más que asustarte lo que va a pasar es que te vas a intrigar con una historia que tiene dos arcos principales. Ambos arcos se generan de tal forma que la intriga que sentimos es constante y nos anima a continuar con la aventura. Vale la pena decir que lo que une argumentalmente estos dos arcos no logra consolidarse del todo. Es como si hubiera un vacío que queda siempre así.
Puzzles e investigación: una jugabilidad que entretiene
Como buen Walking Simulator, Moons of Madness es uno de esos juegos lineales totalmente en el que la exploración poco cuenta. Vas a lo que vas. Aunque claro, eso quiere decir que te enredarás en un sin número de puzzles que van desde activar paneles solares en la superficie de Marte hasta hackear cámaras y desactivar androides. No es un juego de combate de ningún tipo, no hay disparos. Es un juego narrativo en el que vas construyendo la historia a partir de que logras descifrar cada uno de los puzzles que te permitirán avanzar.
Algo para decir sobre esto: aunque son en general puzzles que no presentan una gran dificultad, se sienten todos muy orgánicos dentro del juego. Es decir, todo lo que encontramos para resolver tiene una razón de ser, no parece puesto por la urgencia de resolver puzzles, porque tienen que haberlos. A esta mecánica de Puzzles se le suma una de investigación bastante interesante y que tiene que ver con todo el argumento, el que tiene un gran toque de originalidad, sobre todo en la segunda parte del juego cuando se nos introduce en cuestiones mucho más profundas.
Yo la verdad es que lo pasé bastante bien. Me entretuvo, me divirtió y nunca quise dejarlo. Las 8 horas y media que lo jugué hasta completarlo con los dos finales posibles, fueron 8 horas que disfruté. Aunque claro, para hacerlo tuve que deshacerme de la idea de que iba a ser un juego de terror. Y dejarme robar por ese suspenso agobiante y la sensación de soledad que nos hace sentir el juego.
Atmósfera que te agobia en la soledad
Ya lo dije, una de las mejores cosas que tiene Moons of Madness es la interacción que tiene nuestro protagonista con el mundo que lo rodea. Y eso quiere decir también que el mundo que rodea el personaje no es plano para nada, sino que, a pesar de ser un juego lineal, ofrece una gran cantidad de interacciones que le dan vida a ese mundo espacial tan particular que tiene el juego. Porque no creas que se trata solamente de una estación espacial. De hecho, el juego nos va a dar un viaje casi astral por medio de muchos aspectos de la vida de Shane.
Los gráficos en 3D son nítidos y limpios, combinan bien con el diseño estéril de una estación espacial corporativa pero logran verse apropiadamente sucios a medida que se propaga la corrupción. Las vistas del desierto rojo de la superficie marciana nos permitirá apreciar un espectáculo interesante sobre lo que sería esa sensación de estar en Marte.
Algo bastante bien logrado en el juego es la manera en cómo cambian las animaciones del personaje en la medida en que cambia la situación de este. La forma en que el indicador de latidos de Shane aumenta cuando corre o está estresado, o cómo sus manos tiemblan tanto cuando está asustado que le toma múltiples intentos de conectar el tanque de oxígeno. Todo esto enriquece la experiencia. También se ha prestado atención a cómo la iluminación hace que ciertas escenas sean más cinematográficas. El diseño de sonido es algo magnífico también. Tiene una gran actuación de voces, aunque eso sí, en inglés (con subtítulos al español). La música atmosférica adecuadamente inquietante ayuda a crear el ambiente.
Conclusión
Moons of Madness, como juego de aventuras, como walking simulator y como thriller Sci Fi es un fabuloso juego que vas a disfrutar de principio a fin. Como juego de terror es bastante flojo cuando no mediocre. Yo no diría, como algunos que realmente sea un juego lovecraftiano. Seguro que retoma elementos, tópicos que servirían para asociarlo. Incluso es probable que quienes lo escribieron tuvieran a Lovecraft en mente. Pero en esto han fallado.
Lo curioso es que fallando en esto han hecho un juego bastante interesante de otra manera. Malo que se lo promocione como un juego en el que sentirás el horror del espacio. Porque lo que sientes es otra cosa: la soledad, el agobio, la locura, el deseo de que todo tenga sentido, la obsesión. Pero esto lo acerca más a un thriller Sci Fi Y pensado así, es sin duda un muy buen juego.
Gráfica y sonoramente este juego no tiene desperdicio. Por momentos te acuerdas que estás jugando un indie. Pero la mayor parte del tiempo puedes asombrarte con la calidad de detalles que tiene en términos visuales. Y ni digamos del apartado sonoro que logra crear el ambiente propicio para el juego.
Moons of Madness es un juego que les recomiendo a quienes gusten de los juegos narrativos, de puzzles, y de aventuras Sci Fi. Para mi, que justamente disfruto de esta clase de juegos, fue una buena manera de pasar mi tiempo. No es tan original ni tan único. Pero vale mucho la pena como juego.
Estamos en Opencritic donde puedes encontrar este y otros de nuestro análisis. Otros análisis que pueden interesarte en nuestra web.
Moons of Madness
29,99 €Pro.
- Buen diseño de mundo e interacción con este
- Gráfica y sonoramente muy bien logrado
- Puzzles interesantes que se sienten orgánicos
- Buen thriller Sci Fy, que logra interesarnos en descubrir qué pasa
Contra.
- Se lo vende como juego de terror pero de eso poco tiene
- Problemas argumentales para unir los dos arcos narrativos del juego