Cuando probé el juego del que os hablaré en este análisis, me di cuenta de lo realmente surrealista que pueden llegar a ser algunas ideas. Y lo cierto es que me ha gustado bastante en líneas generales. La obra de Wide Right Interactive es genial, con un planteamiento totalmente desenfadado y cómico, incluso diría con toques de humor negro. El género de los shot´em up no es precisamente de los más generosos para un desarrollador en términos de libertad creativa. Y ese es uno de los motivos por los que hay que poner en valor lo conseguido con este videojuego. Artísticamente es de lo mejor que he visto últimamente en su género, y no le falta motivos para conquistar a los amantes de los shot´em up.
Gráficos
Freedom Finger (dedo libertario) es una obra que, más allá del gusto de quien lo juega, no deja a nadie indiferente. Y uno de los principales motivos es su apartado artístico. Desde sus menús, tendremos la sensación de estar en un mundo plasmado directamente desde el papel. No es para menos teniendo en cuenta que cada uno de sus diseños se han dibujado a mano. Los personajes, las naves, los jefes finales… bajo el humor y la sátira se esconden unos diseños excepcionales, que dan lugar a escenas y momentos desternillantes a la par que bizarros.
Todo parece un conglomerado de dibujos animados para adultos inspirado en series como Rick y Morty o South Park. Y eso también se plasma en sus chistes, patentes hasta en la propia nave que manejamos, ¿sobran los comentarios verdad?. Algunas frases e imágenes, consideradas un tanto explícitas, pueden censurarse para que la propia palabra «censura» aparezca por delante. Pero es que, incluso así, el resultado final es tan gracioso y surrealista, que más de una vez te saca una sonrisa. Los escenarios por su parte son múltiples, contando con diversas temáticas.
Sonido y textos
En un juego tan «gamberro» como este, es fundamental que la música escogida vaya de la mano con la temática que le corresponde. Y en este sentido, el resultado es fenomenal, con muchos temas diferentes y todos ellos bien implementados. La banda sonora está compuesta por Red Fang, Aesop Rock, METZ, Power Trip, Com Truise, White Fence, Ty Segall, Makeup and Vanity Set y muchos más artistas y bandas. Algo menos conseguido son los efectos sonoros, más simples y que siguen la línea de lo que venimos viendo en este género. Eso sí, las voces de los personajes, doblados por las voces de Nolan North, John DiMaggio, Sam Riegel y Eric Bauza, son de diez.
Freedom Finger viene bien traducido al castellano, y digo «bien» debido a que en otros casos, hemos contado con unas traducciones algo confusas o poco acertadas. Aquí no he tenido esa sensación, y todo lo relacionado con la historia y su aire cómico está sobradamente solventado. Como podéis apreciar en las imágenes, el aspecto de los menús es genial, a pesar de tener unas fuentes de texto más bien simples. Hay multitud de opciones, entre las que podemos alterar la dificultad o el nivel de censura entre otras cosas. Como es habitual, al final de cada nivel obtendremos un resumen de nuestra partida.
Jugabilidad
En este sentido, Freedom Finger no desvela nada que no hayamos visto antes en su género. Como todo buen shot´em up, es lo suficientemente divertido y adictivo. La gracia reside principalmente en su temática y el apartado artístico. El título de desplazamiento lateral, emplea una nave espacial con forma de mano haciendo la peineta, y ya solo con eso os podéis hacer una idea de qué esperar con este juego en cuanto a humor se refiere.
Por suerte no es necesario machacar el botón de disparo como suele ocurrir, pero en este caso he encontrado curiosa una mecánica en concreto. Además de golpear con el puño cerrado cuando no disparemos, podremos agarrar objetos y naves enemigas. Estas pueden ser arrojadas contra otros enemigos, o directamente fusionarnos para adquirir su potencia de fuego.
Al igual que en otros de su género, encontraréis un modo arcade y un modo campaña, con una divertida historia que aporta lo justo para cumplir con creces su función. Las opciones para las partidas son diversas, y entre ellas puede escogerse entre varios niveles de dificultad, que rebajan el daño por colisiones o fuego enemigo. También se puede, aunque no lo recomiendo, aumentar el nivel de censura para los comentarios obscenos y el propio dedo de nuestra nave.
Como veis, hay diversas opciones adaptadas a una jugabilidad tradicional pero igual de divertida. Una aventura que nos llevará a luchar contra terroristas chinos, siendo nosotros un soldado americano de lo más patriótico, comandado a su vez por un inepto superior que necesitará nuestra ayuda. Me gustaría dar más detalles, pero prefiero que el resto de locuras las descubráis vosotros.
Duración
Contando con 40 niveles y 13 entornos diferentes, podéis estar seguros de que encontraréis unas cuantas horas de juego con este «dedo libertario». Pero es que además, el modo arcade ofrece mucho más gracias a los diferentes modos de dificultad, e invitará a todo el que lo juegue a batir nuevos records de puntuación. Por lo tanto, las horas que dediquéis a este título pueden volverse prácticamente infinitas.
Conclusión
No esperaba gran cosa de este Freedom Finger. Además de no ser un gran fan del género, pienso que cada vez cuesta más construir una propuesta diferente en este tipo de videojuegos. El margen es el que es, pero cuando un estudio como Wide Right Interactive se las ingenia para darle una vuelta más, es digno de alabar. Y lo cierto es que con su última propuesta, se ha mantenido la base, pero con un apartado visual muy atractivo, bien acompañado por su banda sonora, y con un modo historia desternillante.
La verdad es que no hay ningún punto negativo destacable, y eso habla muy bien de sus creadores. Quizá unas mecánicas algo más revolucionarias, que den un giro aún mayor habrían estado bien, pero hablamos en términos generales de un videjuego muy disfrutable y con el que echarse de paso unas risas.
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Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.