Reconozco que cuando vi por primera vez el tráiler de Nobody Wants to Die me quedé impresionado. En primer lugar por el gran aspecto gráfico mostrado. Pero además, lo sugerente de la ambientación y la historia que se intuía detrás, hizo despertarme el gusanillo y las ganas de probarlo. Ahora, tras haberlo jugado, os cuento lo que me ha parecido Nobody Wants to Die en este análisis en la versión de Xbox Series X.
El juego ya está disponible desde el pasado 17 de julio tanto en PC como en consolas de actual generación. Desarrollado por Critical Hit Games y editado por Plaion, el juego nos propone viajar a la Nueva York del año 2329 en un futuro distópico y con un sugerente punto de partida.
Análisis Nobody Wants to Die: Una historia memorable
A nivel de historia, sin querer entrar en spoilers, sólo puedo decir que encarnaremos al detective James Karra y que, ayudados por una joven policía llamada Sara Kai, nos veremos envueltos en la resolución de un caso que no tiene soporte oficial por parte del Gobierno y que estaremos solos ante el peligro.
El como se desenvuelve el caso lo dejo para vosotros, lo que si que puedo decir es que el contexto del mundo en el que se desenvuelve Nobody Wants to Die se basa en una sociedad en la que, teóricamente y sobre el papel, se ha conseguido la inmortalidad. El avance de la tecnología ha permitido que, una vez fallecido un humano, la conciencia de éste se pueda almacenar en un banco de memoria o bien ser transferida a otro humano. Eso sí, ahora que en nuestra vida está tan de moda el pago por suscripción, en 2329 eso se ha extendido a este avance y podrás seguir viviendo mientras pagues dicha suscripción, que por cierto es obligatoria al cumplirlos 21 años.
Tan sólo este punto de partida y el gran contexto creado ya se merece un aplauso. Realmente, la trama se desarrolla tirando muy fuertemente de este contexto y el juego basa toda su fuerza en la historia. Como buen juego de detectives, querrás seguir tirando del hilo y ver que es lo que se esconde tras lo que ven nuestros ojos.
Además, no podía ser de otra manera y en la historia se entremezclan intereses políticos, corporativos, luchas sociales y un sinfín de matices que hacen muy rico lo que se nos cuenta. Además de plantearte varios debates para que el jugador se forme su opinión, no deja de ejemplificar lo que podría considerarse un futuro plausible.
Ten cuidado con tus decisiones
Y al desarrollo de la historia se le añade que, como puso de moda los juegos de Walking Dead, nuestras elecciones con los diálogos (sobre todo con nuestra compañera) tengamos el clásico “X recordará esto” y que eso habilite (o no) otras posibles respuestas en diálogos futuros.
Sólo para acabar con este apartado, el de la historia, he de recalcar de nuevo que es realmente el corazón del juego y que la trama te atrapa de principio a fin, sin querer dejar el mando por un momento para avanzar y alcanzar el final y ver si se despejan todas las dudas generadas.
En lo puramente jugable, yo no definiría este juego como un walking simulator, sino más bien algo más cercano a una aventura gráfica/de exploración con toma de decisiones. Los detectives de los años 40 se servían de lápiz y libreta para intentar proseguir con sus investigaciones. Nosotros, como estamos en el año 2329, nos podemos permitir el lujo de utilizar un aparato llamado el Reconstructor. Dicho gadget nos permitirá rebobinar el tiempo.
Análisis Nobody Wants to Die: Una jugabilidad sencilla pero agradable
Esta mecánica se hará con una especie de quick-time-event en el que deberemos usar los gatillos del mando para tirar el tiempo atrás. Una vez hayamos rebobinado, para saber lo que ha pasado gracias al análisis exhaustivo de ciertos detalles del escenario, podremos también “movernos” por ese pasado hasta un indicador en el brazalete que nos marcará un momento “importante”, que hará que la trama avance y sepamos más de lo que ha ocurrido.
Pero no acaban ahí los instrumentos que tenemos, sino que también contaremos con un aparato de Rayos X y una Linterna de Luz Ultravioleta. El aparato de Rayos X nos mostrará información que está oculta a simple vista y que nos permitirá escudriñar el escenario para descubrir sitios ocultos o recovecos que pasan desapercibidos. Por ejemplo, servirá para seguir el rastro de cables hasta fuentes de energía, etc. Por su lado, como es lógico, la luz ultravioleta nos servirá sobre todo para seguir rastros de sangre y poder concluir aspectos relacionados con alguna muerte de algún personaje.
En definitiva, todo un conjunto de instrumentos que harán de la jugabilidad algo sencillo pero atrayente. En lo puramente jugable no será un desafío y siempre sabrás lo que tienes que hacer y cómo. Donde quizás tengamos que rompernos más el coco sea al concluir la investigación del escenario, puesto que la trama nos llevará a nuestro piso en el que el suelo servirá de tablón de manera donde ligar todas las pruebas y objetos obtenidos.
Habrá que darle al coco
Desde una pista/propósito inicial, deberemos asociar una pista encontrada que sirva para resolver dicha incógnita pero que, a su vez, generará otra. Por lo que tendremos que colocar otra y así sucesivamente hasta “finalizar” ese escenario. Cierto que podrás tirar del mecanismo de “ensayo-error”, pero la gracia está en pensar un poco y ejercer de detective aplicando la lógica, puesto que las conexiones se sentirán lógicas.
Tendremos también algún otro segmento en forma de sueño/recuerdo en el que, como si del primer Hellblade se tratara, deberemos posicionarnos correctamente en el escenario para poder “reconstruir” un recuerdo roto. En caso de que tanto esta parte como la de la exploración se os atragante, contaremos con una ayuda ya que pulsando X tendremos la visión de detective, que nos ayudará en la tarea. Personalmente, y sin ser un maestro en este tipo de juegos, no he tenido que usarla en ninguna ocasión ya que el juego es muy asequible en la dificultad y ya tendremos iconos en el propio escenario que nos marquen los puntos de interés.
En definitiva, y para concluir con el apartado jugable, he de decir que Nobody Wants to Die nos propone una jugabilidad sencilla y asumible por cualquier jugador, sólo teniendo que pensar algo más en el momento de juntar las pruebas obtenidas. La exploración y todo lo que tiene que ver con la investigación es muy agradable y gustará a todo el mundo.
En cuanto al aspecto técnico…
En el apartado técnico, Nobody Wants to Die es un derroche de calidad. Gracias al uso del motor Unreal Engine 5, el juego es una continua muestra de portento gráfico. Como suele ser habitual, contamos con dos modos gráficos (calidad y rendimiento). Yo me he decantado por el modo calidad y he de decir que lo visto en pantalla es espectacular. Además, al ser un juego con una jugabilidad pausada, no se echan para nada de menos esos frames que perdemos sin el modo rendimiento.
El juego viene con textos en castellano (con algún texto que se ha quedado en inglés, la verdad) y el audio es en inglés. El Quick Resume funciona a la perfección y tan sólo hemos tenido un bug en toda la partida en un momento en que el juego no respondía a nuestras pulsaciones. Creo que, junto a la historia, este es el otro gran punto fuerte del juego, el músculo técnico y la calidad de lo que se ejecuta en pantalla gracias a lo que detallamos a continuación.
Audiovisualmente es una delicia
El apartado audiovisual es apabullante. Empezando por un altísimo nivel de doblaje, la música jazz ambiental acompaña la mayoría de nuestra experiencia y hace sublime la ambientación. Pero es que lo que ven nuestros ojos no se queda atrás. Si bien hemos encontrado alguna textura de baja calidad, los gráficos mostrados merecen un reconocimiento. Más en los escenarios y los objetos que en los modelos faciales, pero realmente es nivel mostrado nos ha encantado.
Análisis Nobody Wants to Die: Conclusiones
Para acabar, y a modo de conclusiones, sólo puedo recomendaros Nobody Wants to Die a poco que os gusten las buenas historias de detectives. Ese aroma a caballo entre Blade Runner y Bioshock que destila su magistral ambientación, así como lo elaborado de la trama hace que no nos importe que el juego sea algo sencillo en su jugabilidad. Con una duración breve de unas 5 horas y contando con varios finales en base a nuestras decisiones, es el juego perfecto para alegrarnos un par de intensas tardes.
Pro.
- Su genial trama y como se desarrolla
- Su apartado gráfico
Contra.
- Algún leve fallo con los textos y un pequeño bug
- Que dure tan poco
