Os traemos el análisis de Geometry Survivor, un juego de Brain Seal Ltd que puede parecer de lo más simple pero cuyos niveles de adicción pueden sorprendernos. El juego es apto tanto para Xbox One como para Xbox Series ¿Listo? pues vamos con ello:
Una estética ochentera a lo Tron
El juego presenta un aspecto con tono retro muy inspirado en las claves visuales de la mítica y revolucionaria película Tron (Steven Lisberger, 1982). Formas geométricas, luminosas y de múltiples colores se darán cita en la pantalla. Eso sí, no deja de ser un aspecto simple, aunque el título no requiere mucho más.
Si que resulta especialmente llamativo las partículas y el estallar de las naves. Aunque cuando avanza el tiempo y la pantalla se puebla de naves y destrucción, podemos notar cierta confusión. Hubiera sido útil que nuestras ventajas/artefactos fueran de un único color distinto a todas las demás naves.
La música también cuenta con ese toque ochentero de Tron y de los inicios del mundo del videojuego. La sensación es de uso de los famosos sintetizadores que tan de moda estuvieron en el mundo del cine y las banda sonoras a principios de esta década del siglo pasado. Del otro lado también tenemos composiciones electrónicas que recuerdan a los primeros años 90 y al inicio de la música electrónica. Los FX pasan algo desapercibidos por el volumen de la música y salvo excepciones como unos láser que recuerdan al archiconocido sonido de los sables láser de Star Wars, es un aspecto que pasa muy desapercibido.
Geometry Survivor género e influencias
El juego parte de una premisa de lo más simple, eliminar todo lo que aparece en pantalla. Estamos ante un rogue-lite survival. Además es auto-shooter, lo que quiere decir, que no tenemos que tocar botones, únicamente movernos. Esto resulta en una jugabilidad máxima.
Esto no resultará ajeno a muchos, que les habrá venido a la mente Vampite Survivors. Un juego que ha arrasado y que ha acabado enganchando al mismísimo Phil Spencer. Pues bien este juego conjuga lo mejor de éste y retoma una saga algo olvidada: Geometry Wars. Ésta ha sido una longeva saga con más de una década a sus espaldas y que está en Xbox desde hace dos generaciones.
El planteamiento del juego
Geometry Survivor puede parecer de una simpleza casi abusiva, al más puro estilo inicios del videojuego. Sin embargo el componente roguelite y la estrategia lo hacen bastante más complejo. Los enemigos serán auténticos dolores de cabeza y cada vez saldrán en más oleadas, explosivos, más veloces y lanzándose contra ti. El objetivo es sobrevivir a cualquier precio durante un periodo de veinte minutos.
Al morir, las naves dejan ítems. Estos pueden ser azules, que servirán para aumentar nuestro nivel o amarillos, que vienen a ser la moneda usada en la tienda. Cuando llenamos nuestra barra de nivel, el juego se detiene y tendremos que elegir una de entre tres cartas. Cada una de ellas supone una mejora diferente que puede ir desde nave de apoyo, escudo, agujero negro, varias opciones de disparo, todo un sinfín de opciones que nos harán ir mejorando poco a poco Además podremos elegir entre una mejora nueva, o ir subiendo el nivel de las que ya tenemos.
Según pasa el tiempo y vamos subiendo de nivel y arrasando enemigos (algo plenamente satisfactorio) las naves enemigas aparecen más y más rápido y en mayor número y concentración. Cuando morimos perdemos todo lo acumulado. Eso sí, el dinero se suma a nuestra cuenta particular y podemos emplearlo en la tienda y en la compra de mejoras que sí serán permanentes en forma de salud, invulnerabilidad, más de un intento, que los ítems se acerquen a ti como si llevaras un imán e incluso puedes aumentar la dificultad general de la partida.
En conclusión Geometry Survivor = pura adicción
Estamos ante un juego que de tan simple, nos enganchará desde el primer momento. Geometry Survivor resultará más que atractivo para todos aquellos que jugaran a sus predecesores, la saga Geometric Wars. También para los fans de Vampire Survivors y de juegos del estilo de Tetris Effect en los que el reto va aumentando.
Es cierto que el juego tiene una duración de 20 minutos. Pero ojo, no es tiempo real. A mi me llevó más de cuatro horas lograr mi primera victoria. La rejugabilidad es máxima ya que cada partida se siente distinta dependiendo de las armas/modificadores empleados. Aunque perdamos a las primeras de cambio siempre estamos deseando empezar otra partida y eso dice mucho de lo divertido y adictivo que puede llegar a ser y del buen hacer en su desarrollo.
Acerca del autor
Extermino alienígenas. Jugón y cinéfilo