Twitch, es seguramente la plataforma de streaming más reconocida de los últimos años. Plataforma que cuenta con una ingente cantidad de creadores de contenido y por ende de público. De hecho, según diversas estimaciones, la plataforma morada cuenta con un total de 21 millones de usuarios activos cada día. Una auténtica barbaridad. A esto, tenemos que sumarle que cada mes más de 9 millones de personas hacen streaming al menos una vez. En definitiva, tenemos una gran oferta y demanda.
En sí, Twitch ha servido como apoyo para muchos creadores de contenido que han abandonado otras plataformas más convencionales como es el caso de YouTube. Sin embargo, en los últimos años la plataforma no ha estado ajena a la polémica. Ya hace un tiempo saldría a la luz el caso de los hot tub.
Una categoría dentro de los directos en la que el creador de contenido se limita a realizar un directo mientras se encuentra en un jacuzzi, una piscina o playa. Algo aparentemente inofensivo, pero que se ha empleado para en cierto modo sexualizar el contenido del directo y como no, atraer más público. Una práctica que ha sido ampliamente criticada, pero que a día de hoy sigue estando vigente en la plataforma. De hecho, en la actualidad esta categoría cuenta con más de 472 mil seguidores.
Ya en su momento, Twitch tuvo que salir a la palestra a hablar sobre esta polémica. Y es que, resulta un tanto incomprensible la cantidad de censura o limitaciones que postula la plataforma y lo laxa que es en otras ocasiones. No obstante, como bien sabemos la respuesta para estos casos suele ser bastante clara; el dinero. De esta forma, tras unas declaraciones en las que afirman que encontrar a otra persona sexy no va en contra de las normas de la plataforma, el circo sigue funcionando.
Esto ya no son sólo videojuegos
Dicho esto, queda claro que la plataforma ya no es únicamente un lugar para retransmitir contenido explícitamente de videojuegos. Hay mucho más contenido y obviamente no siempre es nocivo. De hecho, una de las categorías más populares; Just Chatting, atesora a más de 20 millones de seguidores. Lo que nos hace ver que los usuarios no quieren ver únicamente a una persona jugando a videojuegos, quieren conocerla y compartir momentos con su streamer favorito. En definitiva, gracias a estas categorías, el espectador logra humanizar al creador de contenido y ver más allá de una voz. Con esto quiero decir, que no todo el contenido que no sea puramente de videojuegos es por ende malo.
Sin embargo, sí que debo decir que las políticas de la empresa con respecto a ciertas actitudes son bastante lamentables. Tras tapar levemente la polémica mencionada sobre la categoría hot tub, parece que se ha abierto un nuevo frente, una nueva amenaza, que en lo personal me preocupa mucho más. En este caso tenemos que hablar de los Slots. Puede que en sí, la palabra anglosajona no nos diga nada, ya que, como suele ocurrir en muchas ocasiones suena más suave, más blanda que su contrapartida hispana. Ya que como bien sabemos, decir crunch es mucho más fino y delicado que decir explotación laboral. Algo así pasa con el término slots, el cual se traduce literalmente como tragaperras.
Si soy sincero, mi mente no concebía la idea de que se pudiera retransmitir este tipo de contenido en una plataforma, que como sabemos sigue siendo principalmente de videojuegos. Pero como siempre, la realidad es mucho más fría de lo que pensamos. Recientemente, circularon por Twitter varios clips de streamers españoles ganando grandes cantidades de dinero en directo.
Es preocupante que se exhiban este tipo de comportamientos como si nada, como si no tuviera ninguna consecuencia, como si fuera un motivo de celebración global. Parece mentira, que la ludopatía, fruto de la ignorancia popular se vea como algo que apenas ocurre, como un problema de gente que se lo busca o gente que simplemente caería en cualquier cosa. Pocas veces asumimos que la realidad, fría, como he comentado, es mucho más aterradora y estamos ante un problema mucho más común de lo que pensamos y que lamentablemente, puede tocar a cualquier puerta.
Quitando peso al asunto
No obstante, como ya digo, muchos usuarios desconocen el riesgo y el alcance que tienen estas prácticas. Además, cuando alguien se acerca para criticar estas prácticas, lo único que recibe son comentarios despectivos y absurdos por parte de los fans del streamer de turno. Los cuales, al grito de «nadie te obliga a verlo» le quitan importancia a la desdeñable práctica que está realizando uno de sus referentes. Y éste es el problema.
Cuando vemos a un referente realizar este tipo de prácticas tendemos a normalizarlas, a quitarles riesgo y en ocasiones a verlas como soluciones. El hecho de concebir que podemos ganar miles de dólares de forma inmediata, hace que en un momento de debilidad pensemos que puede ser una buena opción. Y no, no hay que estar loco para llegar a este pensamiento. Le puede pasar a cualquiera. Asimismo, los riesgos aumentan cuando el público objetivo de un streamer es menor de edad. Como ya sabemos es más fácil influenciarles y que tomen decisiones más rápidas y hedonistas.
Con datos en la mano
Dejando esto a un lado, quiero centrar este artículo en algunos datos que creo que son necesarios que vean aún más luz. En primer lugar, el número de personas que sufren ludopatía en España. Según la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), en la actualidad hay 680.000 personas que sufren ludopatía. Pero ojo, este es el número de personas que tiene un diagnóstico confirmado. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que, las cifras son mucho mayores. Desde la propia institución señalan que existe más de medio millón de personas con un problema con el juego que no ha sido diagnosticado.
A estos datos, se deberían sumar aquellas personas que ya comienzan a tener un problema con el juego, pero que, el manual diagnóstico DSM-V no recoge como ludópatas. Adicionalmente, en su informe residen otros datos de interés. Siendo uno de ellos la media de edad. En este sentido, el 44 por ciento de las personas diagnosticadas y tratadas tienen menos de 26 años. Por lo que podemos ver que la tasa de incidencia es bastante alta en poblaciones juveniles. A parte de estos datos, la organización ha señalado la existencia de 61.200 casos de posible adicción al juego en poblaciones situadas entre 14 y 18 años.
Por otro lado, como era de esperar, existe una mayor tasa de jugadores virtuales que de jugadores presenciales. Esto se debe a que existen muchas formas de acceder a estas plataformas desde un simple teléfono móvil, lo que hace que estemos siempre conectados a estas plataformas de juego. Lo que en definitiva es un riesgo aún mayor. Es por ello, que me resulta extremadamente preocupante las cuotas de audiencia que reciben este tipo de directos. Ya que, sólo la categoría de Slots cuenta con más de 1 millón de seguidores. Y no es extraño encontrarte con que cuente con más de 60 mil espectadores en cualquier momento.
La cara oscura
Creo que con todo esto, queda bastante claro con que estamos ante un problema que debería ser erradicado de una plataforma como Twitch. Más aún, cuando muchos de estos directos vienen financiados por las propias plataformas «casino» que pagan al influencer para atraer a sus seguidores al mundo de las apuestas. Intentando mostrar a los espectadores que es fácil y viable ganar dinero con este tipo de prácticas. No obstante, parece que la plataforma morada está más preocupada por silenciar directos que empleen 15 segundos de música con derechos de autor, que a tomar las riendas de este asunto.
Es por este motivo, que desde aquí hemos querido lanzar este breve artículo, para aclarar algunas dudas básicas sobre esta problemática creciente y que, lamentablemente no está recibiendo la atención que se merece.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.