Creo que empezaré este análisis con una descripción breve, pero que resumirá a la perfección qué es esta joya de juego: imagina que toda la esencia de Borderlands (y en específico, del DLC de «Tina Chiquitina asalta la mazmorra del dragón») se multiplicase por diez, se aparease con un unicornio (sí, con semental del culo) y tuviesen un hijo. Eso es Tiny Tina’s Wonderlands. Estamos ante el mejor juego de rol de la generación (probablemente), el más salvaje, el más loco y terriblemente divertido. Si aún estás dudando sobre si…
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