Screamer supone la vuelta de uno de los clásicos del arcade a nuestras manos. Sin embargo, este retorno no es un remaster sino un reboot completo de la franquicia. Con una historia dramática y épica con estética y narrativa anime muy al estilo de Ghost in the Shell o Akira, la trama será un pilar principal de este nuevo Screamer. Milestone calienta motores para traernos el renacer de un juego que lleva mas de 30 años en el garaje.
En el otro lado, su jugabilidad en las carreras será el otro pilar. Screamer presenta un sistema de conducción arcade muy propio, que podría cambiar cómo jugamos los videojuegos de coches.
Con uno de los joysticks moveremos las ruedas, mientras que con el otro derraparemos; En cualquier momento y de forma independiente, pudiendo incluso girar hacia un lado y derrapar hacia el otro, ajustando el derrape al hacerlo, pues siempre tendrá prioridad el derrape.
Además de ello, que es la verdadera revolución, también tendremos energía, que podremos usar como boost, y un escudo, que se cargará al gastar energía con el boost, por lo que utilizar ambos correctamente será vital, convirtiendo la energía en entropía.
Primeras impresiones de Screamer
El escudo será especialmente importante, pues acumulando suficiente energía podremos activar el Strike, un acelerón que nos permitirá destruir temporalmente a los oponentes, gastando toda la energía y pudiendo explotar nosotros si chocamos contra una pared. También, si gastamos toda la entropía, tendremos un estado de Strike constante que durará unos segundos, siendo imparables, aunque con los mismos riesgos del Strike normal. Eso sí, ambas cosas podrán bloquearse usando el escudo en el momento correcto.
Por último, las marchas. Estas se cambiarán solas, pero podremos cambiarlas manualmente y, si lo hacemos en el momento preciso, conseguiremos un mini-boost en el proceso. Algo parecido a la recarga activa de Gears of War.
Screamer tiene todavía mucho desarrollo y trabajo por delante, además de algunos problemas de balance que solucionar, pero su novedoso y único sistema de conducción puede ser una revolución en los juegos de coches arcade.
