La desarrolladora Compulsion Games nos trae una nueva IP de acción y aventuras, South of Midnight. Anunciado en el Xbox Games Showcase de 2023 por primera vez, este videojuego se presentó con unas cinemáticas stop motion que llamaron la atención y, desde entonces, estuvimos pendientes de cada gameplay o nuevas informaciones. Dos años después, ya podemos catar de primera mano la historia de Hazel y compañía, además, a partir del 8 de abril estará disponible en Game Pass Ultimate. Nos adentraremos en lo más profundo del sur de Estados Unidos, donde los temporales son el pan de cada día aunque, esta vez, será todo diferente.
He podido jugar a South of Midnight en una Xbox Series X (no hay modos gráficos seleccionables). Por último, queríamos agradecer a Xbox España que nos haya facilitado un código digital, permitiéndonos disfrutar así de esta gran aventura.
El aspecto narrativo en South of Midnight toma importancia desde el primer momento que cogemos el mando
Está claro que las buenas historias, se toman su tiempo para ser contadas. South of Midnight propone una narrativa bien estructurada desde el primer momento. Mezcla la realidad con un mundo de fantasía que descubre nuestra protagonista debido a un fuerte temporal que asola su casa, y con esta, se lleva a su madre río abajo. Lo que pasa después es una incansable búsqueda por descubrir el estado de su progenitora pero, ya desde el primer momento, descubrimos que algo extraño/especial nos está sucediendo.

El mundo y la gente que lo habita, debido al transcurso de la vida misma, sufre una serie de heridas que, en muchas ocasiones, no suturan adecuadamente. Hazel, es una tejedora, una especie de divinidad que se encuentra en la tierra con la posibilidad de curar este tipo de heridas psicológicas (aunque ella no lo sabe). Además del desempeño que hagamos en nuestro objetivo principal, iremos encontrándonos personajes que cuentan con heridas demasiado profundas como para ser sanadas. Nuestra motivación es ayudarles porque, muchos de ellos lo harán después con nosotros. Pero, descubriremos que al final, lo haremos desinteresadamente ya que, en cierto modo, es el mensaje con el que debemos quedarnos de South of Midnight.
Con esta premisa, durante el transcurso de nuestra odisea, profundizaremos en la historia de estos personajes, en sus traumas más ocultos. Todas las actuaciones de voz están a la altura, en todo momento sentimos que estamos ahí escuchando y, por si fuera poco, la banda sonora hará el resto. Es importante remarcar esto, pues en pocos videojuegos sentimos una conexión tan clara sobre lo que nos están contando. Cómo la música interviene mágicamente para poner la guinda. No obstante, el nudo de esta historia se puede hacer un poco reiterativo, siendo su comienzo y el tramo final donde realmente brilla todo con luz propia.
Un mundo real y fantástico al mismo tiempo
Nos ubicamos en el Sur de Estados Unidos, esta orografía nos llevará por entornos ciertamente similares, pero con un toque distintivo en cada uno de ellos. En cuanto al diseño de niveles en sí, me ha recordado un poco a aquellos juegos de la generación de Xbox 360 (en el buen sentido). Es decir, que el objetivo se trata de avanzar, existe espacio para explorar, aunque ya de por sí los entornos son bastante lineales y pasilleros. Sí que mezcla entornos abiertos constantemente, pero en todo momentos sentimos que estas barreras artificiales están presentes. Además, no podemos tocar el agua, reapareciendo en un punto próximo y con algo menos de vida si lo hacemos.

Recorreremos el mapa a pie, pero gracias a nuestras habilidades de tejedora, podremos atravesar el escenario de distintas maneras. Bueno, no exactamente. El mapa está dispuesto para que hagamos las cosas de una manera determinada. Por ejemplo: contamos con una habilidad que, temporalmente, recupera objetos que estuvieron ahí en un determinado momento. Con ello, podemos entonces habilitar una superficie para poder saltar y que nos sirva de puente entre una zona u otra. También tendremos una especie de gancho mediante nuestros hilos para alcanzar zonas lejanas o un doble salto para llegar más alto.
Con todo el cúmulo de habilidades que South of Midnight se preocupa de aportarnos desde los primeros capítulos, tendremos estas secciones de plataformas que se entremezclarán con la acción. Aunque tendremos una amplia amalgama de habilidades (incluso podremos andar por las paredes al más puro estilo Prince of Persia), estas se sienten muchas veces repetitivas. Sólo en algún capítulo en concreto observamos que se ha pensado en algo diferente, que podría haber dado más juego. Pero en la mayoría de ocasiones, nos basamos en repetir los mismos patrones una y otra vez.
En el entorno que rodea al escenario, encontramos estos pequeños espacios para la exploración. Estos funcionan de una manera muy orgánica, y sentiremos la necesidad de explorar todo lo que veamos. Las recompensas van desde una especie de orbes que nos servirán para desbloquear y mejorar el árbol de habilidades, notas que nos aportarán un valor narrativo adicional hasta objetos que mejorarán nuestra vitalidad máxima.

El combate de South of Midnight podría haber dado mucho más de sí
Además de las plataformas y la exploración algo sesgada, otra mecánica jugable de vital importancia en South of Midnight es el combate. Este, se presentará siempre y sin excepciones mediante arenas de combate. Todas funcionan de la misma manera, existe un escenario más o menos amplio y circular en el que, una vez entramos, no podremos salir hasta que hayamos finalizado la lucha. Durante el combate, existirá una fuente de vida de uso único (menos si jugamos en los dos primeros niveles de dificultad). Tendremos que derrotar a la totalidad de enemigos que aparezcan, purgando su núcleo al final provocando que florezca la zona que anteriormente se encontraba contaminada.
Ya de por sí, no sentimos que el combate nos sorprenda, ya que como decía, estas arenas de combate se encuentran bien marcadas. Las vemos a lo lejos y sencillamente, entramos en ellas y a luchar. Y aquí, como en la parte de las plataformas que os comentaba en el apartado anterior, también nos reporta una sensación de reiteración. Existen cuatro o cinco tipos de enemigos distintos, y nada más. Estos enemigos cuentan con un diseño particular pero todos son de la misma «familia». Cada uno de ellos, cuenta con unos patrones de ataque bien predefinidos, siendo tan poca la variedad de enemigos, nos aprenderemos estos movimientos rápidamente y, una vez aprendidos, el combate se sentirá igual desde el capítulo cuarto hasta el último.

¿Es por ello un mal combate? No, ya que por suerte y aquí sí recomiendo jugarlo en la dificultad máxima que nos propone el título, tendremos que medir bien nuestros movimientos y las habilidades que portemos. Podremos lanzar un hilo capturador al enemigo, realizar un empujón (con «la fuerza»), atraerlos hacia nosotros o incluso dominarlos y provocar que luchen durante unos segundos en nuestro bando. Por otro lado, contamos con un ataque principal que manteniendo el botón «X» podremos cargar y, un esquive que será imprescindible su uso. En el árbol de habilidades podemos desbloquear nuevas habilidades y potenciar las que ya teníamos adquiridas.
En cuanto a los jefes finales, tampoco serán un gran reto puesto que, como sucede con los enemigos comunes, repetirán patrones. Lo que sí cabe destacar positivamente de ellos, es su diseño. En concreto y sin ánimo de realizar ningún spoiler, me quedo con uno que me ha encantado. Las batallas contra ellos no serán muy complicadas, cuentan con 3 o 4 grandes barras de vida. Si morimos durante una de estas barras, no reiniciaremos desde el inicio, sino desde aquí pero con toda la barra de vida llena y la posibilidad de recoger el orbe de salud correspondiente.

Una banda sonora memorable apoyada por un arte fantástico
South of Midnight cuenta con una banda sonora increíble. Sabe elegir los momentos con canciones originales que expanden incluso las situaciones que están sucediendo. Además, alguno de esos temas resonarán en nuestras mentes durante días, lo cual es indicativo de que el trabajo en este apartado es exquisito. Creo que el estudio ha atinado en darle el peso que le corresponde, notándose el mimo con el que se ha sido creado. Las voces se localizan al inglés con un gran nivel, captando el estilo sureño norteamericano. Cuenta con textos y subtítulos en castellano.
El apartado artístico no se queda atrás. Aunque es cierto que la mayoría de escenarios tienen una gran similitud entre sí (exceptuando alguno más original). De todas formas, los efectos lumínicos y la belleza de sus zonas hace que nos olvidemos pronto de ello. El famoso stop motion se implementa en cinemáticas, pero en el juego en vivo lo veremos en pocos elementos. En cuanto a rendimiento, en una Xbox Series X funciona con gran fluidez y buena resolución. Aunque en algún momento determinado he notado algún bajón en la tasa de fotogramas. Sí he encontrado demasiadas barreras artificiales que no permiten que te muevas excesivamente libre por el escenario. Por lo demás, el juego llega pulido de principio a fin.
Conclusión
South of Midnight es una aventura revitalizante. Me ha recordado a aquella época de títulos de acción y aventura de la generación de Xbox 360, pero en el buen sentido. Coge elementos modernos, por supuesto, y la combinación de habilidades es muy aprovechable en cuanto a las plataformas y a la acción. Aunque, estos aspectos no varían en exceso mientras se suceden los capítulos. Su estilo artístico es realmente precioso y, su banda sonora, quedará retumbando en nuestra cabeza por tiempo. Su historia trata aspectos de la vida mundana que, entrelazados con la fantasía, hace que mantengamos la atención en todo momento. Por ello, es un título más que recomendable y accesible para la gran mayoría de público.
South of Midnight está disponible en Xbox Series X/S y PC. Recuerda que podrás jugarlo a partir del 8 de abril si cuentas con una suscripción activa a Game Pass Ultimate. Quédate con nosotros, sin olvidarte de visitar nuestra página web a través del siguiente enlace.
Acerca del autor
Siempre me ha gustado jugar a videojuegos y leer artículos sobre ellos, ¿Por qué no escribir?