Lanzado el pasado 29 de mayo en PC, como suele ocurrir en muchas ocasiones, nos llega un nuevo juego a nuestras consolas Xbox. De hecho, llega a todas las consolas, pero la gracia y el hecho diferencial es que en este caso aterriza directamente en el servicio de Game Pass, por lo que no tendrás excusa para no probarlo. Aunque no consiga convencerte en este análisis de Nine Sols para Xbox Series X, si eres suscriptor, deberías darle una oportunidad. Y si eres de los que disfrutó con Sekiro o con Hollow Knight, sería de obligado cumplimiento tu partida. Así que no nos demoremos más y entremos en materia.
Entrando más adelante en la propuesta jugable de lo nuevo de Red Candle Games, es turno ahora de hablaros de la historia que se nos propone vivir. En el juego seremos Yi, uno de los múltiples felinos que habita el mundo de Nine Sols. Aunque en lo argumental no tenemos ninguna sorpresa ya que nos centramos de nuevo en una historia de traición y posterior camino de la venganza, siempre es interesante este nuevo enfoque basado en un mundo particular.
La historia de Nine Sols tiene una base clásica
Tras ser traicionado y dado por muerto por nuestro mentor, a nosotros acudirá un niño, que nos rescatará y nos llevará a su aldea. Allí, tras estar preparando nuestra venganza, una serie de hechos hacen que huyamos y establezcamos nuestra base en el Pabellón de las 4 Estaciones. Ésta hará las veces de base central y será donde hablaremos con los NPCs, etc. Pero nuestro propósito central será dar caza a los ocho miembros restantes del consejo de Nueva Kunlun, cada uno de los cuales posee los Sellos Sol necesarios para frustrar sus planes, ya se rindan por voluntad propia o por la fuerza.
Como decimos, el juego en lo argumental parte de una base muy manida y la clásica secuencia de traición-venganza-descubrimiento ya se ha visto en otras propuestas. Aún así, no deja de ser interesante y la trama sirve de conexión entre los diferentes mundos y escenarios que vamos visitando.
El hijo de Sekiro y Hollow Knight
Visto ya el tapiz donde se desarrolla nuestra aventura, entremos en lo que nos propone jugablemente este Nine Sols. Y aquí volvemos al inicio del análisis al tomar dos referencias clásicas como son Sekiro y Hollow Knight. El juego quiere unir lo más característico de ambos juegos y nos propone un metroidvania en el que el parry lo será casi todo, y dominarlo será la clave para salir airoso de nuestra aventura.
Así pues, no faltarán las clásicas mecánicas de este tipo de juegos: sitios por los que no podremos ir de primeras, combate intenso y plataformas poco permisivas. La exploración se siente algo lastrada por un mapa que no tiene el mismo nivel de densidad y detalle que un metroidvania. Habrá momentos en los que no es inmediato orientarse, sobre todo cuando hay que volver atrás sin tener claras las direcciones.
Una dificultad que puede llegar a echar para atrás
Me ha gustado el sistema de salud único con daño interno regenerativo y que, por ejemplo, los bosses están hechos algo “a medida” para que te centres en habilidades que acabas de ganar y las practiques/domines (evitando así anclarte en un estilo de juego o en otras habilidades). Sin duda, estamos ante un juego que vuelve a abrir el debate de la dificultad. Es una propuesta muy poco permisiva con el error, por lo que, aquellos que no dominen el parry, que se abstengan de probarlo (o lo pueden jugar en la dificultad más baja).
Por todo ello, el combate será la clave y deberás ser paciente con él. Aprender timings, rutinas, no precipitarse… todo lo que ya hacías en Sekiro lo tienes que volver a poner a prueba aquí. Si bien algunos jugadores pueden sentirse desubicados si no han pasado por un diseño 2D y llegan directamente de Sekiro a Nine Sols, el juego poco a poco en su inicio lo hace amable en los primeros compases. Creo que a sabiendas de que puede haber algún jugador que se pierda en esa transición.
Audiovisualmente es una delicia
Una vez visto su fino sistema de combate, he de hablaros del otro gran puntal de Nine Sols: su diseño artístico. A poco que veáis las imágenes que acompañan este análisis, podréis apreciar el, valga la redundancia, precioso arte que destila cada instante de las 20 horas que fácilmente te puede durar. Juntar toda la estética asiática con una suerte de mundo cyberpunk no puede tener mejor resultado y cada píxel rezuma calidad. A pesar de algún pequeño fallo con los subtítulos al español (que seguro será corregido), técnicamente es un juego muy depurado.
Tampoco quiero dejar de lado el apartado sonoro, puesto que su banda sonora ralla también a un gran nivel. Esa mezcla de influencias orientales, tonos modernos y algún arreglo más resulta en un acompañamiento perfecto para el tipo de juego que es. Vendrás por su combate, pero te quedarás por su estética y su apartado audiovisual.
Conclusiones de Nine Sols
Entrando ya de lleno en las conclusiones, no puedo dejar de recomendar Nine Sols a todos los jugadores. No sólo a los que hayan disfrutado con Sekiro o Hollow Knight. Para éstos será un “must” y me juego el cuello que no les defraudará, pero también es un juego al que aquellos que busquen un reto en cuanto a su dificultad tienen que acercarse. Quizás algo alargado en cuanto a duración en su tramo final, se siente un juego dinámico, retante (en ocasiones frustrante), pero muy disfrutable a la vez. Y todo ello acompañado de un apartado artístico excelente. Si además estás suscrito a Xbox Game Pass, debes probarlo al estar ya incluido en el servicio sin coste adicional.
Nine Sols está disponible en Xbox Series X|S, Xbox One, PS5, PS4, Nintendo Switch y PC. Recuerda seguirnos en Area Xbox, donde trabajamos a diario para acercaros a vuestros hogares toda la actualidad de vuestros videojuegos favoritos en vuestra plataforma favorita.
Pro.
- Su retante sistema de combate
- La variedad de bosses y como te obligan a aprender las habilidades
- Las plataformas están muy bien diseñadas y se sienten fluidas
Contra.
- Quizás algo alargado en el tramo final
- Algún pequeño fallo en la traducción
- Su elevada dificultad puede jugar en su contra
