Las llamadas «batallas del Isonzo», libradas por los ejércitos del imperio austrohúngaro y el reino de Italia en la Primera Guerra Mundial, dan nombre a este shooter de BlackMill Games. Este es un título que llama poderosamente la atención, no solo por distanciarse de la tendencia más arcade propia de los Call of Duty o Battlefield, sino por unirse a títulos que optan por volver al pasado en sus respectivos universos.
En este artículo repasaremos algunas de sus bondades, y además, nos adentramos en su nuevo modo «Ascenso», disponible del 10 al 24 de abril. Con ello también se ha incluido un nuevo mapa, el Glaciar de la Marmolada, ubicado en el pico más alto de las Dolomitas. Este y otros contenidos forman parte de la expansión «White War», con la que BlackMill planea continuar su hoja de ruta.
Marmolada, un combate más vertical en las Dolomitas
Entre los nuevos contenidos de Isonzo, se encuentra un nuevo mapa que seguro gustará a los más habituales del videojuego. Marmolada llega para aumentar exponencialmente la verticalidad de un título que, ya de por sí, presenta esta característica en la mayoría de sus escenarios. Sin embargo, el enclave de este mapa, situado en lo alto de las Dolomitas hace que constantemente estemos en pleno ascenso o descenso por sus intrincados caminos.
Rodeados por numerosas formaciones rocosas, tendremos que enfrentarnos a nuestros enemigos con una mayor precisión y también precaución. Pese a que el combate puede librarse a distancia en un punto intermedio, el mapa obliga a invadir la zona más elevada, donde las paredes rocosas dificultan el acierto del francotirador más preciso. Como siempre, conviene ir haciéndonos con nuevos puntos en los que reaparecer, e ir comiendole la tostada a nuestros enemigos. Además, a penas hay alguna edificación, más allá de un par de casetas de madera en el punto elevado donde aparece uno de los equipos.
Personalmente, diría que es uno de los mapas más atractivos que tiene Isonzo. Da mucho juego con sus caminos estrechos y elevados, y la posibilidad de aprovechar las rocas a modo de cobertura aporta un toque más estratégico.
Nos vamos de escala en Isonzo
Si el nuevo mapa te ha gustado, prepárate para lo que viene con Ascenso. Se trata de un nuevo modo de juego en el que, como su propio nombre indica, un equipo debe escalar por una pared rocosa totalmente vertical, todo ello mientras el equipo rival sabotea su ascenso desde las alturas lanzandole rocas y disparando sus armas contra ellos. Esta batalla épica busca dar un nuevo giro a la experiencia de Isonzo, donde entran en juego nuevos elementos jugables.
La acción más destacada de este modo es la posibilidad de escalar con un pico, de forma que a medida que ascendamos seremos más vulnerables a los ataques enemigos. Por nuestra parte, podremos montar diversos puestos para ir reapareciendo en zonas más altas cuando nos maten los jugadores del otro equipo. Algo que también permite acercarnos a ellos y eliminarlos desde diferentes puntos de esta gigantesca pared rocosa. Por el camino, los jugadores pueden tender cuerdas que acelerarán la escalada por dichos puntos. Lo que será de gran ayuda si caemos a un nivel inferior o si directamente reaparecemos en el punto de partida inicial.
Otro punto diferencial con el resto de mapas y escenarios, tiene que ver con las físicas de la superficie nevada. Sobre todo, tanto al comenzar desde la zona baja como al llegar al punto más alto, tendremos un espacio más amplio donde desplazarnos, el cual estará totalmente nevado. Esta nieve afectará al movimiento de los jugadores, lo que obligará a tener una mayor precación y escoger bien nuestro próximo movimiento.
Como véis, la expansión gratuita White War de Isonzo viene a complementar un título ya de por sí generoso en lo que a contenidos se refiere. Marmolada y el nuevo modo Ascenso suponen un verdadera reto, ya seas un asiduo del juego de BlackMill o un recien llegado. Y si aún no te habías decidido a probarlo, sin duda este es el mejor momento.
Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.