Dead Space (2023) fue uno de los bombazos que el pasado año nos dejó en el panorama de los videojuegos. Sin lugar a dudas un año 2023 que será para recordar por bastante tiempo. Con el lanzamiento de juegos como Resident Evil 4 Remake, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, Hogwarts Legacy, Alan Wake 2, Starfield, Final Fantasy XVI, Super Mario Bros. Wonder, Baldur’s Gate 3 o Marvel’s Spider-Man 2.
Este año tan magnífico tuvo un inicio sensacional. Ya que el regreso de Dead Space en forma de remake a las consolas de actual generación fue, sencillamente, la mejor manera de arrancar este icónico año de lanzamientos. Un remake a escala 1:1 con los cambios justos para perfeccionar el título original. Juego que a día de hoy (y como ya comprobé personalmente el pasado año) sigue siendo perfectamente jugable.
Un regreso muy esperado
Tras el anuncio del remake durante el Summer Game Fest de 2022, gran parte de la atención del público y sobre todos de los fans de la saga creada por Visceral Games se volvió a ilusionar con el regreso de Isaac Clarke. Ya que en lo mostrado durante el evento, destacaba la gran calidad visual junto con lo más destacable del juego: las físicas. Ya que todos los objetos del entorno reaccionaban a ser disparados o golpeados. Como era de esperar, Motive Studios no decepcionó a nadie. El juego carecía de problemas de rendimiento en consolas y PC, algo por desgracia único a día de hoy.
La recepción del juego por parte del público fue excelente en su inicio, pero como citaba al principio; en un año con tanta calidad de lanzamientos se vió opacado rápidamente. Con su llegada a EA Play el pasado mes de noviembre, decidí reembarcarme de nuevo en la USG Ishimura para ver qué tanto ha cambiado todo, sobre todo en jugabilidad respecto a la obra original. Por ello, os invito a acompañarme a lo largo de este artículo. ¡Preparen su traje de ingenierio y su cortadora de plasma que esto empieza!
Dead Space: un remake merecido
Una vez que empezamos nuestra partida, nos invade al instante el sentimiento de nostalgia. Y seguro que muchos de vosotros recordáis que el juego se veía así en 360/PS3, pero no, despertad del sueño. Rápidamente, podemos apreciar el gran trabajo realizado por Motive en todos los apartados del juego. Un apartado sonoro muy destacable como lo hacía ya el original. Pero sin duda y lo más esperado por todos, al fin podemos poner cara y voz a nuestro querido protagonista: Isaac Clarke. Finalmente nuestro ingeniero favorito recibe su propia identidad.
Todo el juego está perfectamente recreado como el título original. Cada sala, cada contenedor de objetos… Todo. Esto hace que la experiencia sea mucho más familiar para aquellos que ya completaran la aventura en su día. Gracias al despliegue técnico que permiten las consolas de actual generación como Xbox Series y PS5, podemos disfrutar de una calidad gráfica sin precedentes. El traje de Isaac luce espectacularmente bien, con acabados metálicos que hacen que se reflecte la luz en él.
La atención al detalle
El detalle al que se llega en ciertos apartados del juego es enfermizo en el buen sentido de la palabra. Como claro ejemplo, cuando machacamos xenomorfos, el traje se irá manchando de sangre de esos engendros. Al recibir un susto, podemos apreciar con la suficiente atención cómo se le acelera el pulso a Isaac, así como su respiración después de una larga carrera para salir de un encuentro desafortunado con un grupo de enemigos a los que no podamos hacer frente. Todos estos pequeños detalles son los que marcan la diferencia en este título.
Un gran aliciente que dota de gran valor a este juego son los objetivos secundarios. Gracias a este tipo de misiones podremos conocer más sobre los hechos previos al desastre que ocurre en la nave. A través de hologramas, archivos de audio, etc. Además, existen niveles de seguridad, desde el 1 al 3, contando con otra extra que se obtiene al coleccionar los DPI de diferentes miembros de la tripulación. Al conseguir subir nuestro nivel de acreditación de seguridad podremos abrir armarios, cofres y sobre todo habitaciones. En estas últimas es muy común encontrar siempre nodos de energía y mejoras para las armas. Con la anulación total de la seguridad se nos permitirá acceder a salas especiales llenas de suministros para nuestra aventura.
El gran apartado que impacta de este juego son las mecánicas diegéticas de las que hace uso. Para quien no lo sepa, un elemento diegético dota de información al jugador a través de un objeto, un cartel, etc del propio juego. En Dead Space, el uso de estas mecánicas es su base para todo. Elementos como la vida, la munición del arma, etc. no requieren de ninguna interfaz propia como vemos en la inmensa mayoría de juegos. Estos elementos dan información al jugador, pero también a otros personajes con los que interactuamos. Al principio del juego para el tutorial de la vida uno de los personajes se fija en que la barra de salud a nuestra espalda está baja, recomendándonos aplicar una cura. Esta clase de mecánicas rara vez son vistas y su implementación escasa.
Mismas situaciones, diferentes resoluciones
Al ser un trabajo hecho 1:1 en la inmensa mayoría (aspecto que trataré más adelante), parece no quedar mucho espacio a cambiar aspectos como la resolución de puzles ambientales para poder continuar con nuestra labor en la nave minera. Por suerte, la gente de EA ha conseguido darle una vuelta con un toque interesante. Para salir del paso en ciertos tramos del juego (y acceder a salas con recursos) tendremos ante nosotros una caja de fusibles. En ella, podremos elegir qué sistemas queremos operativos, como el oxígeno o las luces además de la puerta que necesitamos abrir.
De este modo, el jugador debe elegir cómo afrontar la inevitable llegada de xenomorfos cuando complete su objetivo en esa zona. Gracias al magnífico trabajo realizado, la experiencia de ir sin luces es verdaderamente terrorífica. Al disparar a los enemigos podemos apreciar el daño que les hacen las armas, haciendo más terrorífico su acercamiento. Y es que no se inmutan ante nuestros continuos disparos. Y recordad, siempre disparar a las extremidades.
Otros ejemplos de cambios que se pueden apreciar en el remake son por ejemplo las zonas de gravedad cero. Como recordaréis, en el original debíamos ir dando saltos de pared en pared como una rana. En esta entrega, conseguimos libertad total de movimientos en estas áreas gracias a los propulsores que incorpora de serie el traje de Isaac. Otro cambio destacable es la misión de la calibración del cañón orbital. Esta fase era la más tediosa de todo el juego por el difícil manejo que presentaba el arma láser. Para esta entrega, se requiere la calibración haciendo uso de nuestra propia puntería para arreglar el sistema de defensa.
Las armas, nuestras viejas conocidas
Como era de esperar, en esta entrega nos acompañan todas las armas icónicas del primer juego. Pero seamos realistas, la única arma buena del juego es la inigualable cortadora de plasma, nuestra fiel compañera de aventuras. Para este título, las armas cuentan con diferentes mejoras que dan acceso a habilidades especiales junto con más mejoras para el arma. La cortadora incorpora “daño por veneno” así como la posibilidad de tumbar a los enemigos con los disparos.
Estas mejoras de armas pueden pasar desapercibidas si no somos el perfil de jugador que explora cada recoveco del mapa. Suponiendo un reto mayor para nuestra aventura. Ya que no solo se pierden habilidades especiales por ello, sino más mejoras de arma en general. Como son la capacidad del cargador, el daño o la velocidad de recarga.
La forma de efectuar las mejoras sigue el mismo concepto del primer juego, pero con árboles más optimizados. Lo que hace que las mejoras se sientan más efectivas al jugador al poder conseguir algunas más rápido. Igualmente, de este modo Dead Space no se hace más fácil de llevar, el reto sigue siendo el mismo que en su día. Llega un punto de la partida que los nodos de energía se convierten en un suministro más si somos lo suficientemente curiosos. Además, hacia el final del juego, si hemos registrado la nave correctamente deberíamos tener todas las mejoras del traje así como de la cortadora de plasma instaladas.
Dentro de la tienda, encontramos los mismos elementos que en el original. Pero el factor diferenciador se encuentra en la imposibilidad de vender aquellas armas que no queramos. Obligándonos a guardarlas en la consigna. Este apartado representa el único aspecto negativo que puedo achacarle al gran trabajo realizado en este juego.
En conclusión, Dead Space…
Dead Space (2023) es un homenaje perfecto al título original de 2008. En lo personal, junto al remake de Resident Evil 2 es de los mejores trabajos de la historia en esta clase de proyectos. Motive Studios coge todo lo que hizo grande al juego en su día y consigue traerlo al presente con su misma esencia pero más refinada. Desde un apartado técnico con unos entornos con una fidelidad gráfica sin precedentes, un apartado sonoro inigualable hasta una jugabilidad tan bien optimizada como satisfactoria hacen de este título un indispensable en toda biblioteca de juegos.
Personalmente, espero que el camino reciente de EA con respecto a los juegos single-player como ya hemos visto en la exitosa saga Star Wars Jedi y ahora con este Dead Space (2023) haga regresar los otros dos títulos que conforman esta trilogía a la actualidad. Dead Space (2023) está disponible en PS5, Xbox Series y PC. Como siempre, si queréis conocer más artículos como estos no olvidéis pasaros por vuestra casa, aquí en Área Xbox.
Acerca del autor
Estudiante. Amante de los videojuegos, motorsport, pop-rock y Brandon Sanderson. Fan de Star Wars, juegos de estrategia y cuaquier frikada.