La última locura del talentoso estudio polaco Vile Monarch que llega a Xbox no es más ni menos que un juego de gestión y simulación que te pone en la piel de un empresario del cannabis. En esta adaptación de Weedcraft Inc tendrás que cultivar, vender y distribuir distintas variedades de marihuana, así como lidiar con la competencia, la policía, los clientes y la legislación.
Lejos de ser una mera parodia, el juego destaca por su temática original y atrevida, que trata el negocio del cannabis con humor pero también con rigor y profundidad. El juego no se limita a mostrarte los aspectos más superficiales o divertidos de la industria, sino que te hace reflexionar sobre las implicaciones sociales, económicas y políticas de la legalización o prohibición de esta sustancia.
No obstante, pese a sus aciertos, está a años luz de poder considerarse un título redondo debido a sus numerosas carencias y sus decisiones erróneas. Veámoslo.
Weedcraft se desarrolla en varios escenarios
En Weedcraft Inc se ha optado por un enfoque narrativo para el título de gestión. Cuando salió en PC no existía un modo libre donde tú pudieras configurar la partida e ir evolucionando tu imperio de la hierba a tu ritmo sino que el juego te obligaba a jugar siempre una campaña. Esto podía resultar un suplicio si la partida no te salía bien y te tocaba empezar desde cero de nuevo. Con su salida en consola en 2023, podemos decir que estamos disfrutando de la mejor versión del juego ya que se han incluido tanto un modo libre como una historia más.
El juego te ofrece ahora tres historias distintas, una más básica y otras dos más avanzada, que te presentan diferentes personajes y desafíos, los cuales están plagados de diálogos que con el tiempo se tornan excesivamente repetitivos pese que al principio resultan interesantes.
Varias historias para diferentes niveles de dificultad
En la primera, dos hermanos, uno universitario con poco futuro y otro fumeta con una extraña visión de negocio, se dedican a vender hierba después del fallecimiento de su padre. Es el mejor modo de empezar esta aventura ya que esta historia es en parte el tutorial del juego. A pesar de esto, el título no te enseña ni el 10% de las complejidades que esconde, por lo que muchos jugadores que no sean especialmente resueltos con este tipo de juegos van a sentir una ligera frustración en sus inicios.
En la segunda, un exconvicto que no encuentra trabajo se mete de lleno en el cultivo y la venta de la marihuana para sobrevivir. Y en la tercera asumimos el papel de una cultivadora de marihuana de California que heredó la granja familiar. Lo que cambia realmente entre las historias es lo que engloba a la ley y la magnitud del mercado donde te mueves. En la primera, la marihuana es ilegal en la ciudad donde se desarrolla y hay que ser discreto. En la segunda, es legal pero la competencia es realmente feroz. Durante el tercer escenario directamente se vende a gran escala, con adquisiciones a lo grande, sin vender en la calle. El segundo caso es más difícil y avanzado que el primero y el tercero más que el segundo. Por lo tanto, se aconseja empezar a jugar la historia de los hermanos. En el primer caso, el juego te va enseñando las opciones poco a poco (aunque no todas) y en el resto te dan todo desde el principio, por lo que resulta en la mayoría de los casos, un auténtico dolor de cabeza.
Smoke weed everyday: Investiga y modifica tus plantas
Weedcraft Inc no se limita a mostrarte los aspectos más lúdicos o superficiales de la industria, sino que te hace reflexionar sobre las implicaciones sociales, económicas y políticas de la legalización o prohibición de esta sustancia. En este aspecto puede resultar interesante. Sin embargo, a la hora del gameplay, el juego intenta mezclar todas las ideas y comete el error de ponerlas todas de golpe y de forma desorganizada. Este hecho nos llevará en más de una ocasión a toparnos con la pantalla de fin de juego porque resulta sencillo, al menos durante las primeras partidas, que todo nuestro imperio se vaya al traste por culpa de un millón de cosas que están aconteciendo.
El juego te permite personalizar y mejorar tus plantas, eligiendo las mejores cepas, nutrientes y condiciones de cultivo para satisfacer las demandas de tus clientes. Cada variedad de marihuana tiene sus propios sabores y efectos, que la hacen más o menos popular entre los distintos grupos sociales. Tendrás que adaptar tu oferta a la demanda de cada zona y cliente, teniendo en cuenta sus gustos, su presupuesto y su nivel de tolerancia. Además, podrás usar campañas de publicidad o contra-publicidad para influir en la opinión pública y en la de tu competencia, así como pagar impuestos, sobornos o multas para evitar problemas con la ley.
Mecánicas con posibilidades pero mal explicadas
El juego tiene muchas posibilidades sociales y de construcción, pero no las explica bien y cuesta aprenderlas. Al principio de nuestra aventura nos limitaremos a cultivar 4 o 5 plantas a través de lo que parece un minijuego de cortar y regar. Esto de gestión tiene poco y pasados unos minutos puede convertirse en un tedio. Todo esto mientras por otro lado estás haciendo el trabajo puro de gestión, intentando localizar un buen sitio para colocar tu hierba, buscar los clientes adecuados, poner precios justos, buscar la mezcla química perfecta e intentar que no te pille la policía. Podéis imaginaros que, desde muy pronto, el minijuego de cultivo se va a convertir en una tarea más que en un divertimento. Y esto es lo peor que le puede pasar a un videojuego.
Conforme nuestro imperio crece se nos ofrecerá la oportunidad de contratar personal que se encargue de esto y creedme, esto resulta una liberación. Que alguien se encargue de cuidar y cultivar nuestras plantas nos dejará espacio para dedicarnos a lo realmente importante, la gestión. No obstante, nuestros aliados o trabajadores no son solo simples ayudantes para regar y podar. Ellos son clave para fortalecer la posición en nuestra zona, obteniendo información útil de nuestros rivales, los compradores o la policía. Por cierto, la policía es otro elemento esencial del juego. Tener una buena relación con la competencia, los políticos o los policías nos facilitará las cosas; una relación negligente y poco “satisfactoria” te traerá muchos problemas, a ti y a tus aliados, que podrían delatarte o ir a la cárcel, con lo que eso supone de dinero y tiempo.
Diseño artístico interesante en una interfaz ambigua
Los gráficos del juego tienen un estilo de cómic, que le da un toque original y divertido al diseño artístico. Los personajes y los escenarios están bien diseñados y tienen detalles que reflejan la personalidad y el ambiente de cada uno.
No obstante, la interfaz del juego en sí resulta poco intuitiva y puede ser un auténtico caos, tanto durante las primeras horas como en las fases más avanzadas de la partida, donde tendremos que gestionar muchos detalles y aspectos diferentes del juego. Podemos ver el mapa de la ciudad, el estado de las plantas, el perfil de los clientes, las estadísticas del negocio, las campañas de publicidad y las relaciones con otros personajes. Como véis, podemos controlarlo todo pero la información no se presenta de una forma limpia y ordenada. Muchas veces, cuando la partida se complique, nos costará encontrar lo que realmente estamos buscando.
Conclusión sobre Weedcraft Inc
Weedcraft Inc es un juego que vale la pena probar, pero que no te dejará alucinado. Es una obra interesante y original, que ofrece una visión diferente y completa del negocio del cannabis. Es un título que puede gustar a los fans del género tycoon, que quieran probar algo nuevo y diferente.
Sin embargo, también es un juego que podría mejorar en muchos aspectos. El título publicado por Klabater tiene algunos defectos que le impiden alcanzar su máximo potencial. Por un lado, la interfaz poco intuitiva y la jugabilidad repetitiva y lenta. Por otro lado, la historia y los diálogos pueden resultar algo planos y predecibles, sin ofrecer mucha variedad o emoción.
En Área Xbox hemos analizado Weedcraft Inc gracias a un código proporcionado por Vile Monarch.
Acerca del autor
Gamer desde los 80. Amante de los animales y el buen cine. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. A veces salgo en películas por detrás.