Wizard with a Gun es el último título de Galvanic Games, estudio afincado en Estados Unidos. Un juego que es un cóctel de interesantes mecánicas traídas de otros títulos exitosos. El lanzamiento ha sufrido varios retrasos desde su anuncio en 2021 y por fin llega a consolas, a continuación el análisis de este título, con una historia y premisa interesantes, pero que se diluye en su propia fórmula.
Punto de partida
La historia de Wizard with a Gun se desarrolla en un universo en el que la magia tiene presencia, y ciertos usuarios capaces son sus portadores . Pero como no puede haber luz sin oscuridad, su mundo está siendo consumido por el Caos, esta fuerza del mal destruye todo a su paso. Nos toca tomar el papel de uno de estos «usuarios» de la magia, una mezcla de pistolero de western y mago capaz de imbuir sus armas mecánicas con magia. Tenemos un sencillo editor que nos permite elegir el aspecto de nuestro protagonista, suficiente para darle personalidad propia. Sin muchos más preámbulos, el título nos mete a la acción directa nada más coger el mando.
Wizard with a Gun no deja de ser un juego de supervivencia estilo Don´t Starve, un bucle que se repite hasta que conseguimos nuestro objetivo final. Nuestro personaje tiene que rebobinar el tiempo para reconstruir el universo que el Caos ha destrozado, teniendo 5 minutos de exploración, si terminan el mapa empezará a llenarse de enemigos. En los mapas que visitaremos, tendremos que explorar para encontrar los engranajes que pondrán en funcionamiento la «máquina del tiempo» que nos permite repetir este bucle. No será tarea fácil, ya que la mayoría de estos engranajes están bien ocultos por distintos jefazos y desafíos que encontraremos. Así, estamos ante un juego que mezcla acción a raudales y crafteo infinito, aunque le cuesta encontrar el equilibrio.
Un elemento de suma importancia que tendremos desde el inicio es el libro. Con éste equipado, podremos escanear todo tipo de criaturas y artefactos. Esto al inicio parece irrelevante salvo en lo narrativo, pero pronto nos daremos cuenta de lo indispensable que es ésta herramienta. Cuantas más criaturas escaneamos, más conocimiento tenemos de ellas, y escaneando artefactos y construcciones podremos aprender la receta para construirlas. Esto se hace en «La Torre», nuestra base de operaciones y donde regresaremos tras cada viaje o cuando muramos. Como ya hemos mencionado, al ser un juego de supervivencia si nos matan durante la partida perderemos los objetos que habíamos acumulado durante esa «run».
Mecánicas adictivas, resolución fallida
El problema de Wizard with a Gun es encontrar el equilibrio entre todos sus elementos. La historia y los motivos que el juego te pone delante son muy interesantes, al igual que tener que explorar el mapa con límite de tiempo. El objetivo es reunir todos los engranajes y materiales y volver a «La Torre» vivos con el botín obtenido. Necesitaremos materiales para construir cualquier cosa que utilicemos. Esto hace que tengamos que invertir bastante tiempo en escanear, conseguir materiales, construir estaciones, munición, armas, etc. Aunque tu intención sea explorar el mapa para buscar los engranajes, que es el objetivo principal, el juego no te va a dejar avanzar demasiado. Ya sea por el poder de algunos enemigos que los guardan, o algún artefacto necesario para poder avanzar por el mapeado.
Este factor es entendible en juegos como Don´t Starve o Terraria por poner algún ejemplo. Pero en un título tan enfocado a la acción, empieza a perder fuelle más pronto que tarde. Si somos capaces de superar este hándicap durante las primeras horas, seremos capaces de encontrar el ritmo adecuado para nuestras partidas. El problema de Wizard with a Gun es que quizá ha querido profundizar en algunos aspectos que se diluyen entre sí. Como su narrativa, de inicio parece un universo trabajado, imaginativo e interesante, pero se queda en agua de borrajas sin mucho más que aportar con el paso de las horas.
A lo que no podemos ponerle peros es al apartado artístico y técnico del juego. Diseños originales, animaciones únicas para cada criatura o personaje con el que topamos, y una paleta de colores bien escogida. En lo técnico, fluidez absoluta durante la partida. Los efectos de sonido están a la altura, diferenciando bien entre distintas armas, municiones, efectos mágicos y demás elementos. Nos ha decepcionado su banda sonora, pasando sin pena ni gloria, siendo algo circunstancial sin ninguna melodía concreta a destacar. Una auténtica lástima ya que el resto de apartados artísticos del juego están realizados con gusto.
Wizard with a Gun, conclusiones finales
Estamos ante un título que nos propone acción de disparos junto con muchos elementos de crafteo. Tantos, que pronto la parte de la acción se ve superada por el hecho de tener que reunir infinidad de materiales. Hay ideas muy buenas detrás de Wizard with a Gun, y un apartado artístico cuidado y trabajado, pero falla por querer profundizar algunos aspectos no tan compatibles entre sí. Si te gusta el género y algún juego de los antes mencionados por encontrar similitudes, quizá quieras darle una oportunidad a Wizard with a Gun, pero vas a tener que poner mucho de tu parte para que el título consiga atraparte.
Acerca del autor
Madrileño residente en Vallecas. Amante de los gatos, la fantasía y la ciencia ficción. Me cuesta no jugar a todo lo que se me pone delante.