Que Starfield iba a ser una aventura grande en todos los sentidos, era algo que ya se intuía desde hace tiempo. Pero no te das cuenta de su grandeza hasta que te metes de lleno en él. Por este motivo, y debido a que nuestro código llegó para jugarlo desde el comienzo del early acces, hemos decidido traeros estas primeras impresiones para su lanzamiento. Y podéis creerme cuando os digo que os van a hacer falta muchísimas horas para, más o menos, completar sus misiones principales y secundarias.
Si bien los juegos de Bethesda siempre son bastos y complejos, hay que decir que la escala que adquiere Starfield es de lo nunca visto. Por tamaño, nivel técnico, cantidad de misiones… te atrapa hasta tal punto que genera esa sensación de «parece que no he hecho nada». Sin embargo, puedes llevarte 3 o 4 horas completando misiones secundarias, actividades o explorando más de un planeta. Es fascinante, y aunque nuestro análisis aún no está listo, te cuento las principales claves para que le hinques el diente al que puede convertirse en uno de los grandes títulos de la actual generación.
La exploración te atrapa por completo
La aventura comienza ubicándonos en un emplazamiento minero, donde poco a poco se irá expandiendo a raíz de nuestra experiencia con un extraño artefacto. La búsqueda de dichos artefactos serán la excusa para ingresar en el exclusivo grupo de Constelación, y así, dar rienda suelta al explorador que llevamos dentro. La cosa es que querréis investigarlo todo, pues hay tantos planetas y lunas, que solo por curiosidad aterrizaréis en ellos. Y si os lo estabais preguntando, hasta el momento, siempre que he visitado estos planetas se han generado puntos de interés. Emplazamientos geológicos, instalaciones ocupadas por piratas, laboratorios, y un largo etc.
La cosa es, que cuando pretendáis ir a por las misiones principales, siempre os saldrán otras secundarias o actividades interesantes. Esto genera el fenómeno típico de juegos como Breath of the Wild, The Witcher 3 o Red Dead Redemption 2; haréis mil cosas antes de continuar con la trama principal. Y es algo que ocurre constantemente, porque a simple vista no se distinguen estas misiones o actividades. Puede ser un tipo de la seguridad en Nueva Atlántida que hace un comentario sobre algún suceso de la ciudad, el cliente de una tienda que de repente entabla conversación contigo, o alguien que necesita tu ayuda para un recado y no te cuenta toda la verdad acerca del mismo.
Por aclarar esto, los viajes están muy agilizados, tanto a pie como en la nave. Pero debéis saber que, si deseáis hacerlo, es posible viajar de un planeta a otro sin cortes ni viajes, aunque tardaréis un buen puñado de horas. No hay paredes invisibles, y en el caso de la exploración a pie, yo al menos no me he encontrado ninguna. Pero claro, cuando hablamos de sistemas y galaxias, es de agradecer el viaje rápido.
Starfield presenta un nivel técnico digno de la actual generación
Si algo podíamos tener claro con Starfield es que iba a ser un portento gráfico, y efectivamente, lo hemos confirmado. La decisión de Microsoft de retrasarlo un año no le pudo sentar mejor, se ve increíble en cada una de las estancias que visitas. La obsesión por el detalle se palpa desde el primer instante; hay objetos por todas partes, mobiliario y estructuras que, al acercarnos, lucen incluso sus imperfecciones por el desgaste. Esto también es aplicable a nuestro personaje, los NPC´s, las armas o la propia nave.
También he podido corroborar lo que se venía comentando desde hace tiempo, el juego no tiene bugs. Puedes jugar de 15 a 20 horas en la aventura, dejarlo en Quick Resume varias veces a lo largo de la misma, hacer todo tipo de misiones, y el juego va sólido como una roca. Respecto a los 30 fps, pueden sonar algo desilusionantes, pero no decaen en ningún momento. De hecho, la sensación es de que va muy suave e incluso aparenta ir a un poquito más de lo que anuncia. Y por supuesto, a 4K en Series X.
Qué decir de los planetas… Aterrizar en la luna (la nuestra) y explorar su cráteres y puntos de interés es de las experiencias más espectaculares que he tenido en un videojuego en los últimos años. Una sutil pista musical nos acompañará siempre en nuestra labor exploratoria, pero a su vez, el silencio en la soledad del espacio y la superficie de los planetas puede casi cortarse con nuestras armas.
El apartado sonoro tampoco te dejará indiferente
Por último, también hay que resaltar el mérito del apartado sonoro. Como mencionaba antes, la música ambiental será la tónica habitual en plena exploración, sin embargo, las pistas principales entran cuando deben. Los momentos épicos lo son aún más gracias a esto, e incluso cuando subamos de nivel, hará acto de presencia para recordarnoslo. Los efectos también están a la altura, destacando en mi opinión el comportamiento de la nave. La secuencia de despegue, el uso de los misiles y cañones láser, o el salto gravitacional son espectaculares en todo momento, no te cansarás de hacerlo.
Si alguien tenía sus dudas con el doblaje, os aseguro que puede cogerlas, hacerlas una bola y lanzarlas a la basura. No sé cuantas líneas de diálogo y con cuantos personajes me habré cruzado ya en Starfield, pero todos están excelentemente doblados al castellano. Opción que os aconsejo revisar antes de empezar la aventura (por si las moscas). Como única pega, a veces el movimiento de la boca de algunos personajes no va acompasado con el doblaje, algo comprensible en un título de esta envergadura.
¿Qué esperar de la jugabilidad de Starfield?
El combate es una de las cosas que más dudas me suscitaban de Starfield. Lo mostrado en anteriores gameplays invitaban al optimismo, y pese a que no es un shooter puro, la acción es lo suficientemente frenética. La verticalidad de algunos escenarios y estructuras vienen como un guante para combinarlas con el uso de la mochila propulsora y las armas de fuego. Además, la posibilidad de alternar la cámara entre la 1º o 3º persona es un plus añadido para cambiar en según qué circunstancias. Eso sí, la IA te da una de cal y otra de arena.
Quiero reiterar (una vez más) que no me he cruzado con muros invisibles, tanto a pie como en la nave. Y en el caso de esta última, los desplazamientos sí que quedan en algo más anecdótico, puesto que los trayectos son realistas, y por ende, muy pero que muy largos. Eso sí, la opción está para quien quiera llevarlo a cabo, pero lo habitual será utilizar los viajes rápidos. En este sentido, todo está bastante automatizado, por lo que no es posible aterrizar o despegar en tiempo real; activaremos la secuencia y siempre veremos una animación.
La nave como extensión de nosotros mismos
La navegación por el espacio es satisfactoria, y en ocasiones nos cruzaremos con naves aliadas y otras enemigas, por lo que hay que estar preparado para el combate. Es bastante fácil hacerse con estos controles, y conviene ir jugando con los mandos analógicos y la potencia de los motores. Al igual que las habilidades (hay muchísimas) de nuestro personaje, la nave también es mejorable, además de poder pintarla o adquirir nuevas piezas.
En general, el control es bastante satisfactorio. Lo más tedioso, y os adelanto que os va a ocurrir, es la gestión del inventario. Si sois de los que vais recogiendo materiales y objetos de todo tipo por ahí, pronto llevaréis más masa de la que podáis cargar, por lo que no podréis hacer viajes rápidos hasta la nave yendo a pie. También gastaréis oxígeno sin esprintar, por lo que os recomiendo que controléis vuestra carga y la repartáis con la bodega de la nave o con los personajes que os acompañen.
No te pierdas nuestro análisis más completo
Espero que estas impresiones te ayuden a decidirte por Starfield. Lo apretado de las fechas y la cantidad de horas necesarias para completar el juego hacían imposible dedicarle un análisis en profundidad, pero después de dedicarle un buen número de horas, puedo decir que todo lo que he visto me gusta. Es adictivo, hay miles de cosas que hacer, planetas que explorar, y personajes que conocer.
Diría casi con total seguridad que este va a ser uno de los grandes juegos de la generación. No hay bugs, es divertido y la cantidad de contenido es abrumadora. Querréis hacerlo todo a la vez, y al mismo tiempo, pensaréis que no habéis hecho nada pese a llevar horas y horas delante de la pantalla. Y si una vez hayamos lanzado el análisis tampoco te acaba de convencer, siempre puedes probarlo mediante el Game Pass.
Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.