Análisis de Evil West

Evil West

Ya está entre nosotros Evil West, el último trabajo desarrollado por Flying Wild Hog y publicado por Focus Entertainment. Puede que este título haya podido pasar un poco desapercibido entre los jugadores más casuales debido a la escasa campaña publicitaria. No obstante, a lo largo de estos últimos meses la compañía ha ido soltando algunas pildoritas por redes en forma de vídeos, gameplays, etc. Fue uno de los juegos más trepidantes que se pudieron probar en la pasada Gamescom 2022. Su aparición puso la miel en los labios a más de un periodista y se convirtió rápidamente en uno de los videojuegos más esperados para finales de este año. 

Hay que recordar que Flying Wild Dog son los responsables de Hard Reset y Shadow Warrior, entre otros, unas joyas de la acción desenfrenada. Y esto es lo que vamos a encontrar, precisamente, en Evil West. Con un añadido extra que le sienta fenomenal, y es que, al ya clásico sistema shooter, se le han adherido unas mecánicas de cuerpo a cuerpo que le sientan como un guante. Los combates frenéticos mezclando los disparos con los ataques cuerpo a cuerpo convierten a este Evil West en un producto muy divertido que, a pesar de todo, sufre bastantes carencias como para convertirse en algo más.

Bienvenidos al Salvaje Oeste de Evil West

Es el final del siglo XIX en una versión alternativa del Salvaje Oeste. Una amenaza oscura consume la frontera estadounidense. Asumimos el papel de Jesse Rentier, uno de los últimos agentes del instituto Rentier. Es una agencia ultra secreta dirigida por su padre, William Rentier, que se dedica a la caza de vampiros. 

Junto a otros compañeros y armados hasta los dientes nos enfrentaremos a los peligrosos demonios de la noche. Nos convertiremos en la línea final entre la humanidad y un terror profundamente arraigado que emerge ahora de las sombras.

La historia de Evil West no es nada que no hayamos visto anteriormente. No obstante, sirve como telón de fondo para desarrollar una trama que puede llegar a ser interesante. A través de numerosas escenas cinemáticas (algunas peores que otras) se nos presenta una historia de un Salvaje Oeste sumido en las tinieblas, con unos personajes bastante marcados y con unos buenos diálogos. Por desgracia, la historia se alarga y va perdiendo algo de interés conforme pasan las horas. Además, en muchas ocasiones se desarrolla de una forma atropellada y apresurada, algo que deja en evidencia que aquí no hemos venido a que nos cuenten un cuento. Hemos venido a matar vampiros. Y eso es lo más divertido.

Un combate adictivo y bien resuelto

Lo mejor del juego. El sistema de combate es lo que hace que el jugador quiera más de Evil West. Estamos ante una mezcla perfecta de shooter en tercera persona estilo Gears (salvando las distancias) con un combate cuerpo a cuerpo que funciona a las mil maravillas. En algunos momentos nos ha recordado bastante al modesto pero maravilloso Remnant: From The Ashes, solo que con el apartado cuerpo a cuerpo mucho más pulido. Las combinaciones entre los disparos y los golpes funcionan a la perfección y hace que Evil West sea un juego de combates muy versátil. 

Disponemos de un variado armamento (no muy extenso) que nos permitirá acabar con las criaturas malignas de formas bastante creativas. Las armas de fuego que portamos han sido modificadas por el Instituto Rentier con tecnología eléctrica para dotarlas de un poder inimaginable. Pero no llevaremos todo el equipamiento de inicio sino que durante el desarrollo de la historia iremos, poco a poco, haciéndonos con todo el arsenal y mejorándolo. De lo que sí dispondremos desde casi el inicio es de la joya de la corona de todo nuestro repertorio y lo que nos va a regalar los momentos más divertidos a la hora de combatir. Estamos hablando del Guantelete Rentier, una especie de puño mecánico electrificado que es capaz de hacer combinaciones de golpes espectaculares para despedazar a nuestros adversarios sin compasión. Además, como el resto de las armas de fuego, se podrá ir mejorando hasta tal punto que llegaremos a adquirir unas habilidades espectaculares y pareceremos un superhéroe moderno en el Salvaje Oeste.

Evil West no arriesga en ningún aspecto

Una cosa que no me ha convencido es que los combates se desarrollan en arenas. Esto supone que el jugador va a saber casi el 100% de las veces cuándo se aproxima un enfrentamiento. El escenario se ensancha dando lugar a una plaza que va a llenarse de enemigos en cuanto pongamos un pie en ella.

Este es un sistema que se nos antoja arcaico, de tiempos de Xbox 360. Funciona bien en títulos que tienen un bagaje y han estado utilizándolo en sus entregas porque forma parte de su esencia, como en el caso de DOOM. Pero en un juego nuevo de 2022 choca bastante y deja ver que no lo han sabido hacer de otra forma. Por tanto, el paso por Evil West estará despejado hasta llegar a la mencionada plaza, donde sabemos que se va a formar un buen pifostio. 

Pero no sólo es anticuado en su forma de presentar los combates, sino también en el desarrollo de las habilidades y mejoras. Todo parece añejo pero con tecnología actual. Son cosas de otros tiempos que hemos visto hasta la saciedad y creemos que han perdido la oportunidad de darle un soplo de aire fresco.

La exploración es testimonial

La trama puede resultar atractiva para los amantes de los juegos de vaqueros y los mundos distópicos pero realmente Evil West está diseñado para ser un juego rápido, explosivo y divertido. La trama del juego es lineal y nos llevará a través de 16 misiones ambientadas en un amplio abanico de entornos, que dan lugar a escenarios muy variopintos. Técnicamente no son nada del otro mundo, pero crean una gran atmósfera que sirve de excusa perfecta para crear esa ambientación tétrica y esa sensación de vivir en constante peligro.

A pesar de que el desarrollo nos va llevando de la mano a través de las fases existen ciertos caminos por los que podremos desviarnos para conseguir oro o documentos. Este es el aspecto más flojo y criticable del juego puesto que la exploración no supone la suficiente motivación como para perder el tiempo en buscar algo nada interesante. Es cierto que los documentos nos aportan algo más a la trama pero no pasa absolutamente nada si no los cogemos. El oro es lo más importante puesto que nos permitirá comprar mejoras para nuestras armas pero la forma de llegar hasta él puede convertirse en un suplicio más adelante. Estos desvíos en el camino no están nada bien implementados y cuando llevamos ya unas horas con el juego sabemos perfectamente qué nos vamos a encontrar si nos desviamos por ciertos sitios.

Una linealidad mal llevada

Al final, nunca te pierdes, pero la forma de sortear los obstáculos hace que puedas dejar pasar algunos dólares por no poder volver atrás. Para mi gusto, el paso por los escenarios hasta llegar a las arenas de combate está muy mal diseñado, hasta tal punto de encontrarnos en situaciones absurdas donde el personaje no puede pasar porque hay un tablón de 20 centímetros “obstaculizando” el paso. No existe el botón de salto por lo que la transición de un sitio a otro se hace a través de un botón predeterminado de acción. Si no aparece ese botón no podremos pasar al otro lado, por muy absurdo que nos parezca. 

También existe un nivel donde nos detendremos más a menudo. Es una estancia que hará las veces de hub principal y que nos servirá, sobre todo, como transición entre una fase y otra y donde se desarrollarán la mayor parte de las interacciones entre los personajes. Este lugar es clave para el correcto desarrollo de la aventura, aunque muchas veces alargue la aventura innecesariamente.

Buena ambientación pero apartado gráfico cuestionable

La estética de Evil West resulta muy atractiva. La mezcla de mundos que a priori están tan distantes entre sí hace que nos encontremos con estampas del juego sobrecogedoras. Los antiguos poblados de madera a la luz de la luna, la oficina del sheriff, la iglesia, la cantina…todos estos enclaves salpicados por una atmósfera inquietante, oscura y sanguinaria. Esto gustará mucho a los fanáticos de lo sobrenatural, sin duda.

No obstante, en cuanto a lo técnico no es nada del otro mundo. De hecho, el caso de Evil West es uno de esos casos tristemente afectados por el downgrade gráfico puesto que lo que hemos podido ver durante este tiempo en los vídeos que nos ha mostrado la compañía no se corresponde con el resultado final. El análisis se ha realizado en la versión de Xbox Series X y hemos podido apreciar un notable bajón de calidad respecto a los gráficos mostrados, a pesar de que a nivel de fotogramas por segundo sí que da la talla. Lo hemos probado tanto en el modo calidad a 4K/30fps como en el modo rendimiento a 1080/60fps y los resultados en cuanto a lo visual no nos han acabado de convencer. Posee unas texturas mediocres (salvo en el protagonista, que están bastante decentes) y un apartado lumínico muy discreto. Eso sí, los 60 fps le sientan fenomenal a los combates así que recomendamos este modo ya que la diferencia de definición no es tan perjudicial.

Dos cowboys mejor que uno

Evil West es principalmente una experiencia para un solo jugador. Sin embargo, Flying Wild Hog ha implementado un sistema para poder jugar en modo cooperativo en línea con otro jugador. De momento no hay matchmaking y tendremos que usar la lista de amigos para encontrar jugadores que estén actualmente en línea y jugando.

En este modo, la salud y el daño de los enemigos se amplían para que el desafío no sea inferior a la experiencia original. El equipo y las habilidades se ajustan automáticamente a la misión actual y al progreso del anfitrión. Los dólares adquiridos durante la aventura se otorgan a ambos jugadores al mismo tiempo y cantidad. Como es lógico, en el modo cooperativo se implementa una mecánica que, por razones obvias, no podía estar en el single player. Aquí es posible revivir a un jugador caído tan sólo acercándonos a nuestro compañero para interactuar con el indicador correspondiente.

Es un añadido interesante que nos permitirá compartir los intensos enfrentamientos con un amigo. Por desgracia solo el anfitrión de la sesión puede hacer avanzar la historia o el personaje. Por tanto, el invitado juega en un archivo separado que no se guardará después de la sesión. Es una pena puesto que limita la presencia de nuestro invitado a una mera ayuda para acabar nuestra aventura. Pero a pesar de esto, es un modo ideal para cuando las cosas se ponen realmente feas. Y dicho sea de paso: siempre es más divertido destripar vampiros en compañía de un colega.

Conclusiones sobre Evil West

Evil West es un cóctel de todo lo que nos gusta en Flying Wild Hog. Es una experiencia frenética de acción desenfrenada con unos combates que mezcla shooter y hack and slash de forma magistral. La combinación de estos dos elementos hacen que los enfrentamientos sean muy divertidos. Las combinaciones de botones funcionan de maravilla y pronto nos daremos cuenta de que somos capaces de hacer cualquier cosa en combate.

Es una aventura interesante, técnicamente discreta, con buenos personajes con algunos diálogos brillantes (en perfecto inglés subtitulados al castellano) pero con una trama que muchas veces se desarrolla de forma atropellada. En ocasiones funciona de excusa para una sucesión continua de enfrentamientos, poniéndole un trasfondo detrás. Esto puede ocasionar que nos acabe resultando algo monótono después de sus 12-15 horas de duración.

Evil West

7

GRÁFICOS

6.0/10

SONIDO

7.0/10

JUGABILIDAD

8.0/10

Pro.

  • Los combates son una delicia
  • La ambientación te sumerge en el Salvaje Oeste
  • El modo cooperativo para los combates más desafiantes

Contra.

  • La historia cojea en algunos tramos
  • El downgrade gráfico es evidente
  • Puede resultar algo monótono
  • Juego con mecánicas y desarrollo de generaciones pasadas

Acerca del autor

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Gamer desde los 80. Amante de los animales y el buen cine. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. A veces salgo en películas por detrás.

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