Análisis de Ziggurat 2

Ziggurat está de vuelta y regresa con más fuerza que nunca. Tras su paso por PC la secuela del divertido shooter de magos llega a consolas Xbox y, hemos de decir, que nos ha sorprendido bastante puesto que mejora a su antecesor en todos los aspectos.

Gracias a un código proporcionado por Alejandro González, el propio creador del juego, hemos podido echarle una buena cantidad de horas a este Ziggurat 2 y podemos traeros el correspondiente análisis. Así que, ¿estáis preparados para abriros paso a través de hordas de enemigos por laberínticas mazmorras en este frenético FPS roguelike?

El mal acecha en las profundidades

En Ziggurat 2 asumimos el papel de dos magos noveles con poca experiencia que se ven envueltos en un terrible acontecimiento. En unas antiguas ruinas se hallaba una prisión custodiada por magos para contener a las criaturas más peligrosas del lugar. Debido a ciertos conflictos esa prisión ha colapsado y los demonios que antes estaban cautivos ahora campan a sus anchas por el mundo. Como integrantes de la orden de magos más poderosa del lugar, nuestro cometido será proteger a la humanidad de las fuerzas de la oscuridad que asolan estas tierras.  

Como podéis apreciar la historia no cuenta nada que no hayamos visto antes. Más bien, sirve de pretexto para tender un puente hacia un mundo mágico lleno de hechizos y criaturas donde nuestros protagonistas deberán ir haciéndose cada vez más fuertes para lograr acabar con los demonios y devolver el equilibrio y la paz al mundo.

Ziggurat 2 es un first person shooter en su máxima expresión

Ziggurat 2 se centra en un combate rápido y en constante movimiento en arenas cerradas de diferentes niveles de altura en el que los errores se pagan caros. A pesar de su estética colorida y amigable es un título desafiante y frenético. Necesitaremos mucha destreza y reflejos felinos para sobrevivir a los peligros que acechan en las sombras y poder volver sanos y salvos.

Tal y como resultó su primera parte, esta segunda entrega conserva ese feeling de shooter clásico limpia-arenas donde la habilidad del propio jugador es más importante que la progresión en sí. Debemos estar preparados para desempeñar unas coreografías a velocidad de vértigo donde tan importante es acertar los disparos como saber esquivarlos, posicionarnos de una manera ventajosa y no parar de movernos por el escenario. 

Y es que, a pesar de su apariencia de cuento de magos, no deja de ser un juego de disparos donde los rifles se han sustituido por varitas, bastones y grimorios, las bombas por hechizos y los soldados por brujas y criaturas malignas de toda índole. Y dicho sea de paso: todo funciona de forma magistral.

Su toque roguelike hace que no haya dos partidas iguales

Siguiendo la línea de su antecesor, en Ziggurat 2 las mazmorras se generan aleatoriamente. Al adentrarnos en ellas nunca encontraremos una misma disposición de las salas y no sabremos a qué tipo de enemigos nos enfrentaremos. Por este motivo, es muy importante hacer una buena gestión de los recursos mientras mejoramos nuestras habilidades y descubrimos equipamiento nuevo.

A diferencia de la primera parte, Ziggurat 2 va un paso más allá con el diseño de los escenarios. Ahora las mazmorras ofrecen mayor verticalidad y variedad de decorados y las habitaciones son algo más compactas con la intención de concentrar la acción y acelerar la exploración. En un primer instante, sobre todo si no jugaste a la primera parte, cuesta habituarse a la exploración y al desplazamiento por las salas ya que pueden parecer laberínticas. Sin embargo, pasados unos minutos (o unas partidas) nos moveremos como el rayo de un sitio a otro del mapa sin apenas despeinarnos. Este es, a la vez, un punto positivo y negativo del título. 

El hecho de que hayan acelerado el proceso de exploración ha provocado que el jugador vaya más al grano, que tras unas partidas sepamos lo que queremos conseguir u omitir antes de llegar al enfrentamiento final del piso. Esto también hace que la exploración sea muy mecánica y que no tenga mayor interés que conseguir algún objeto nuevo y obviar todo lo demás. En muchas ocasiones no nos fijaremos ni siquiera en los gráficos del juego puesto que iremos a tiro hecho hacia una determinada sala. Cuando llevas un tiempo jugando ves como las partidas se resumen en ir rápido a buscar los objetos y encontrar la llave para pasar a la sala final.

Varios tipos de salas para ofrecer algo de variedad

Hablando de las salas, las hay de varios tipos pero con un par de partidas acabaremos aprendiéndolas rápidamente. Tendremos las típicas salas de combate, que forman el corazón del juego. Estas salas se cierran hasta que hayamos acabado con todos los enemigos. Una vez limpia la sala ya podremos continuar. Es cierto que al ser un roguelike las condiciones cambian en cada partida pero no podemos obviar el hecho de que al final resulta algo repetitivo.

Nos encontraremos también salas de plataformas, pruebas que podremos activar para conseguir algún tipo de recompensa, salas plagadas de trampas y otras con tiendas de objetos. Como buen roguelike las combinaciones son enormes aunque, para ser sinceros, no nos costará aprendernos todas las posibilidades. 

Por último nos encontraremos con la sala del jefe. Los niveles están separados normalmente por pisos, conteniendo un jefe final por cada piso. Al derrotarlo pasaremos al siguiente piso o finalizaremos la mazmorra. Por lo tanto, el juego al final se resume en buscar la llave de la sala del jefe, hacernos un poco más fuertes por el camino y luego derrotarlo. En este punto, Milkstone Studios debería haber puesto algo más de ímpetu y mostrarnos más variedad de enemigos. En muy pocas partidas repetiremos una y otra vez los mismos enemigos finales y eso deja un sabor de boca algo agridulce.

Modo Historia y algo más

Ziggurat 2 tiene unos pocos modos de juego, siendo el más destacable su modo historia que es, además, el que justifica los cambios que han habido con respecto a la primera parte. En esta ocasión, el centro neurálgico será la Ciudadela de Greyhorn, el hogar de la Hermandad. Desde aquí podremos reclutar a nuevos y viejos aliados, así como mejorar el equipamiento y habilidades, antes de decidir qué misión realizar a continuación. Con decenas de armas desbloqueables con diferentes naturalezas y comportamientos, la preparación previa a una misión es crucial y puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

El funcionamiento será siempre el mismo: nos abriremos paso a través de misiones donde deberemos ir escalando pisos y limpiando salas de enemigos mientras vamos consiguiendo armas y habilidades cada vez más poderosas. Para tener éxito en nuestra tarea habrá que vigilar las resistencias y vulnerabilidades elementales para maximizar nuestra eficiencia en combate y ganar experiencia para subir de nivel. De esta manera obtendremos útiles ventajas que nos ayudarán a alcanzar el final de la mazmorra de una pieza.

En esta segunda parte se pone a nuestra disposición un mapa de la zona con diferentes misiones secundarias para elegir. Cada una de las misiones aparecerá al azar y sus escenarios se generarán de forma procedural, con una duración y una dificultad determinada. Antes de poder superar una zona y llegar al enemigo final deberemos superar un número de dichas misiones, pudiendo hacer de más si nos vemos con ganas o si queremos conseguir mejor equipo y habilidades.

Juega a la velocidad del rayo

Es sorprendente ver Ziggurat 2 en funcionamiento. En Área Xbox lo hemos analizado en una Xbox Series X y su rendimiento es espectacular. Si bien es cierto que los gráficos no son nada del otro mundo, los escenarios son simples pero muy coloridos y agradables a la vista, con unos juegos de luces bastante resultones. 

Pero todo esto queda en segundo plano durante el desarrollo de la partida. Cuando empezamos a movernos nos convertiremos en un auténtico misil recorriendo el escenario, viendo pasar las puertas, muros y paredes a toda velocidad. Los 60 fps a los que se mueve el título proporcionan una sensación de velocidad y fluidez pocas veces vista en un juego de videoconsola. Si no estás acostumbrado a este tipo de juegos es posible que te cueste asumir este movimiento vertiginoso e incluso puedas llegar a marearte un poco. Lo cierto es que a los amantes de los first person shooter más puros les va a resultar una auténtica delicia.

Ziggurat 2: mezcla perfecta de fps y roguelike

El equipo español Milkstone Studios ha realizado un buen trabajo. Ziggurat 2 ha sido rediseñado desde cero con el objetivo de mejorar al juego original en todos los aspectos y obtener un juego aún más trepidante y fluido, con sesiones más rápidas e intensas y una progresión más interactiva y satisfactoria.

No obstante, en un juego de estas características, que se basa en la repetición para afianzar el aprendizaje, la sorpresa y el constante descubrimiento son clave para su éxito. En Ziggurat 2, por desgracia, da la sensación de que se nos muestran casi todas las cartas desde muy pronto. No es algo particularmente malo pero sí que funciona en contra de la vida útil del juego. 

De todas formas, en un pasado año donde el género de los shooters ha estado más flojo de lo esperado, este Ziggurat 2 podría tener su hueco, al menos como uno de los más sorprendentes y agradables de jugar. Obviamente, no es un título que pueda compararse a todos los niveles con las grandes superproducciones de la industria. Sin embargo, el discreto éxito de Call Of Duty: Vanguard y el estrepitoso batacazo de Battlefield 2042 han dejado un pequeño espacio para que (con permiso de Halo Infinite) Ziggurat 2 sea considerado un muy buen shooter a tener en cuenta. Es verdad que no juega en las grandes ligas pero tampoco lo pretende y tiene argumentos para considerarse una opción a los que gustan de jugar partidas sueltas y rápidas a un roguelike disfrazado de fps de toda la vida.

Ziggurat 2

21,99 €
7.7

GRÁFICOS

7.0/10

SONIDO

7.0/10

JUGABILIDAD

9.0/10

Pro.

  • Jugabilidad perfecta con sabor a shooter clásico
  • Cada partida es diferente
  • Alto componente adictivo

Contra.

  • Poca variedad de enemigos
  • Pese a su aleatoriedad hay cierta monotonía
  • La exploración es muy residual. El jugador querrá ir al grano

Acerca del autor

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Gamer desde los 80. Amante de los animales y el buen cine. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. A veces salgo en películas por detrás.

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