Análisis de Nobody Saves the World

Una vez más, la desarrolladora canadiense DrinkBox Studios vuelve a dar en la diana. La responsable de títulos sobresalientes como Tales From Space, Severed o el mismísimo Guacamelee! nos trae ahora una obra excelente que, además, entra de cabeza al Xbox Game Pass. Se trata de Nobody Saves the World, un juego de rol de corte clásico con una jugabilidad endiablada y adictiva y con un sentido del humor que es marca de la casa.  

Nadie salvará al mundo

En esta aventura cargada de magia asumimos el papel de Nadie, un personaje sin ningún carisma que, de la noche a la mañana, se ve envuelto en un viaje épico para salvar el mundo. Por circunstancias del destino, caerá en las manos del protagonista una varita mágica de un mago muy poderoso. Esta varita nos otorga el poder de transformarnos en otros seres que nos proporcionarán diferentes habilidades para combatir a La Calamidad, un misterioso poder maligno que está consumiendo el mundo.  

De esta forma, nuestro aprendiz de mago pasa de ser un humanoide andrógino pálido sin recuerdos (ni pantalones) a convertirse en uno de los personajes más poderosos del lugar.

Formula clásica súper vitaminada

Nobody Saves the World da una pequeña vuelta de tuerca a la fórmula clásica de juego de rol quitándose de un plumazo la típica elección de clases de personajes. En lugar de decidir nuestras especialidades al inicio y durante el desarrollo de la aventura, DrinkBox Studios nos plantea la idea de ir cambiando sobre la marcha de personaje e ir alternando sus habilidades según se vaya desarrollando la aventura. En nuestra opinión, es una mecánica muy acertada porque ofrece al jugador un sinfín de opciones creativas a la hora de afrontar las múltiples situaciones.

Esta habilidad de cambiar de forma a placer en cualquier momento es la base de una jugabilidad que se torna adictiva desde muy temprano. Es, además, la base para el desarrollo de todo el sistema jugable del título.

Multitud de misiones y nivel de experiencia particular

Nuestro protagonista no irá ganando experiencia por derrotar a los enemigos. El desarrollo del personaje está asociado a las misiones que debemos cumplir con cada personaje distinto para ir consiguiendo subir su nivel independiente e ir desbloqueando nuevas habilidades. Es decir, cada personaje tiene su nivel de experiencia particular. Para poder subir el nivel del Caballero o la Exploradora deberemos ir cumpliendo una serie de misiones específicas para ellos. Esto puede llegar a provocar que, en cierto punto de la aventura, nuestro personaje favorito pueda tener un nivel altísimo mientras que uno que no nos ha gustado tanto se haya quedado en un nivel muy bajo. 

Sin embargo, DrinkBox ha solucionado este inconveniente introduciendo en el juego un equilibrio perfecto a la hora de ir desarrollando de forma pareja cada personaje. Puesto que cada criatura tiene sus fortalezas y debilidades deberemos ir combinando entre los diferentes papeles para resolver las situaciones. Esto promueve la utilización de todos los personajes disponibles aunque a veces te toque jugar con alguno que no te guste mucho. 

Además, para ir desbloqueando todos los personajes es necesario llegar a cierto nivel de cada uno de ellos. Es decir, para desbloquear al Monje es necesario que lleguemos a cierto nivel tanto con el Caballo (sí, sí, un equino) como con el Mago. Si no alcanzamos el nivel requerido con ambos personajes no podremos desbloquear al siguiente. Esto crea un sistema de juego tan adictivo que te empuja a querer hacer todas las misiones con todos los personajes. ¡Y no podrás parar de jugar! 

Tenemos, además, las misiones de la historia, la resolución de mazmorras y las asociadas a las decenas de personajes secundarios que pueblan el fantástico mundo de Nobody Saves the World. Estas misiones proporcionan experiencia a Nadie y le otorgan una subida de nivel y de los atributos base que afectan a todas las transformaciones. Por lo tanto, a medida que completemos estas misiones nos haremos cada vez más y más poderosos.

Combinación de habilidades casi ilimitada

Por si no fuera suficiente con la cantidad de personajes disponibles se ha introducido en el juego una mecánica que a más de uno le hará explotar la cabeza. No sólo podremos cambiar de personaje a nuestro antojo para usar sus poderes cuando queramos si no que, llegados a cierto punto de la aventura, podremos combinar las habilidades de todos entre sí. De esta manera podremos construirnos un personaje todoterreno para afrontar las situaciones más variopintas. 

Cada personaje tiene la posibilidad de usar 4 poderes diferentes determinados por los 4 botones Y, B, A y X. Además, tendremos 4 ranuras para equipar habilidades pasivas que nos otorguen más poder, velocidad, vida, daño de veneno, etc. Tanto las habilidades pasivas como los poderes pueden combinarse de cualquier forma en cualquier personaje. No hay limitaciones salvo el ataque básico de cada héroe adjudicado al botón A, que no se puede quitar. Así pues, seremos capaces de llevar a la Babosa con un ataque del Mago, otro del Caballero y otro de la Rata, además del suyo propio. Como veis, las posibilidades y combinaciones son casi infinitas y será parte de la diversión descubrir cuál será la más destructiva, polivalente o divertida.

Mazmorras generadas aleatoriamente

Un punto curioso que se ha introducido en el desarrollo de la aventura son las mazmorras roguelike. El juego se basa en un mapa semiabierto donde nos encontramos mazmorras que podemos (y debemos) abordar. Estas zonas son, a diferencia del mapa general, salas cerradas que se generan de forma procedural cada vez que las visitamos. De esta manera nos encontraremos formas diferentes en la disposición de las salas que hacen variar la colocación de los enemigos y los tesoros al igual que las puertas o escaleras para ir avanzando. 

En el juego nos encontraremos distintos tipos de mazmorras, divididas en semicalabozos y castillos, según su dificultad. Cada una de estas zonas podrán tener (o no) una serie de condiciones que afectan directamente a la jugabilidad. Nos encontraremos zonas donde el daño de los enemigos se multiplique por 2, sean invulnerables a cierto tipo de ataques o incluso donde no aparezca ningún elemento para regenerar energía. A pesar de que no es un título excesivamente complicado en estas zonas la dificultad sube considerablemente. Esto puede suponer un pequeño punto negativo ya que el balanceo de la dificultad a veces está poco equilibrado. Sin embargo, las condiciones especiales de cada zona hace que tengas que ingeniártelas para resolver cada vez una situación diferente por lo que el título gana mucho interés en estos puntos.

Barreras artificiales algo incómodas

Por comentar algo negativo sobre Nobody Saves the World podríamos mencionar la existencia de barreras artificiales que frenan el progreso. Es verdad que muchos objetivos de la aventura se logran jugando con normalidad, de forma natural. Sin embargo, existen ciertos momentos que pueden crear alguna frustración al jugador, como es el hecho de las Estrellas. Al completar las misiones obtendremos experiencia y estrellas. Estas estrellas no son ni más ni menos que las llaves que necesitaremos para acceder a una determinada zona. Es decir, para acceder a la misión principal de un castillo se nos exigirá cierto número de estrellas para poder entrar en él. Si no las tienes no podrás completar la misión principal así que tendrás que buscarte la vida para conseguirlas, ya sea realizando misiones de personajes, secundarias o comprándolas en algún mercader.

Esto es una forma artificial para frenar el progreso del jugador y alargar la vida del título. No obstante, también supone una manera de incentivar la exploración, ya que si no podemos acceder a cierta zona no nos quedará más remedio que ir a investigar el mapa “a ver qué encontramos”. Habrá jugadores que no estén de acuerdo con esta artimaña y quizás el estudio debió haber buscado otra manera más orgánica de promover este apartado.

Como barreras artificiales también encontramos el hecho de tener que usar sí o sí ciertas habilidades para romper las defensas de algunos enemigos, que te obligan a usar determinada habilidad de un personaje que quizás no te gusta. No veo que sea una pega en sí mismo puesto que promulga que te saques las castañas del fuego tú solo pero algunos jugadores lo van a sentir como una incomodidad.

Cooperativo exclusivamente online

Uno de los puntos fuertes de Nobody Saves the World que a su vez se convierte en una ocasión desperdiciada es su modo cooperativo. Es cierto que un modo a dos jugadores no suele ser tan común en este tipo de producciones, sin embargo, en este título funciona de maravilla. Poder compartir esta aventura tan adictiva con un amigo hace que se convierta en algo realmente especial. Además, las combinaciones de habilidades de los personajes que se pueden dar con dos jugadores a la vez son demenciales y pueden surgir unas sinergias increíblemente poderosas. No obstante, el punto negro viene en que el estudio sólo ha implementado el modo online cooperativo, dejando de lado la experiencia local. Al contrario de lo que ocurrió con Guacamelee! en este título no tenemos la posibilidad de compartir un mando en el sofá. Una verdadera lástima.

Bonito diseño artístico y banda sonora de calidad

Una vez más DrinkBox Studios nos deleita con un apartado visual muy agradecido. Nobody Saves the World goza de un diseño de personajes muy simpático y un mundo lleno de colores vivos, también muy típico de sus trabajos. A nivel técnico no es una maravilla pero tiene algunos efectos a muy alto nivel, como los detalles en el agua, y se maneja de forma excelente con multitud de enemigos en pantalla.

Las animaciones, por contra, son algo flojas. Los movimientos de los ataques son muy discretos y notamos la ausencia de animaciones en los enemigos cuando son golpeados, dando una sensación bastante extraña que parece que el golpe no les ha hecho daño. Algún gesto de dolor no hubiera desentonado en un juego donde estamos continuamente combatiendo.

Lo que sí es una maravilla es el apartado sonoroJim Guthrie ha compuesto toda la banda sonora del título y es de una calidad sobresaliente. Nada más ni nada menos que 22 pistas musicales componen esta excelente banda sonora que acompaña de forma magistral cada escena y cada zona del mapa. Algunos temas son tan pegadizos que estaréis tarareándolos durante varios días seguidos. ¿No me creéis? Podéis escuchar la banda sonora completa aquí.

Nobody Saves the World : uno de los indies del año

DrinkBox Studios lo ha vuelto a hacer. Y es que esta gente no hace un juego malo. Nobody Saves the World es un excelente juego de rol de acción que conserva ese toque nostálgico de los juegos de 16 bits. A la fórmula clásica le añade un par de elementos como la generación procedural de las mazmorras y la infinita combinación de habilidades de los diferentes personajes para convertirlo en algo único y especial.

A pesar de la ausencia de un modo cooperativo local y algunas barreras que frenan el progreso del jugador de forma artificial, en Área Xbox creemos firmemente que estamos ante uno de los candidatos a convertirse en el mejor juego indie del año.

24,99 €
8.2

GRÁFICOS

7.5/10

SONIDO

8.5/10

JUGABILIDAD

8.5/10

Pro.

  • Jugabilidad endiablada y personajes carismáticos
  • Combinaciones de habilidades casi ilimitadas
  • Una banda sonora a la altura de un gran título
  • Disponible en Xbox Game Pass

Contra.

  • Algunas barreras artificiales que obstruyen el progreso
  • Ausencia de cooperativo local

Acerca del autor

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Gamer desde los 80. Amante de los animales y el buen cine. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. A veces salgo en películas por detrás.

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