Binary Haze Interactive nos trae una de las grandes sorpresas de este año, Ender Lilies. El título bebe de lo mejor del género “metroidvania” y lo mezcla con un diseño artístico y un desarrollo a lo “soulslike”, en una mezcla casi perfecta de ambos. Hay títulos que crean un género en sí mismo, y a los que no le faltan imitadores que buscan repetir su fórmula. El mejor ejemplo de los últimos años es la saga Dark Souls, de From Software, aunque hubo otros mucho antes…
Con la explosión de los últimos años del desarrollo indie, hay un género en concreto que nos está dando muchas alegrías, los llamados “metroidvania”. Ender Lilies es una muestra más de la buena salud del género, aunque no es uno más, ya que consigue destacar por sí mismo en un estilo de juego muy poblado de títulos en estos tiempos.
La última doncella blanca
Ender Lilies nos cuenta la historia del reino de Finisterra, caído en desgracia por un desastre llamado “el diluvio”, una lluvia incesante que convirtió a todos sus habitantes en seres impuros. Somos la última doncella blanca, Lily, que despierta de un sueño sin saber que ha pasado y sin recuerdos, y se convertirá en la última esperanza del reino. Pero Lily no está sola, ya que contará con la ayuda de diversos “espíritus” que la aportan las habilidades que necesita para cumplir su cometido.
La historia se nos cuenta mediante breves escenas y conversaciones, y también mediante la descripción de los distintos objetos que encontramos. No esperéis largas cgi ni nada por el estilo, ya que éstas son breves para nunca entorpecer el conseguido ritmo del título. Poco a poco iremos desbloqueando los recuerdos de Lily y lo que ha sucedido hasta llegar al punto de partida del juego, dejándonos algunas escenas para el recuerdo en esta trágica y melancólica historia.
Una mezcla de géneros muy inteligente
El título sabe mezclar muy bien todos los géneros de los que bebe. Tenemos un diseño de niveles realmente trabajado, donde todo el mapa está interconectado, y donde poco a poco iremos desbloqueando distintas zonas. Pero no se trata de avanzar sin más, como buen metroidvania, el “backtracking” será indispensable para poder avanzar. En cuanto al sistema de combate, decir que Lily no puede hacer demasiado por sí misma en tan peligrosa tarea, y contará con la ayuda de los espíritus y las almas de los distintos enemigos que iremos derrotando.
Al inicio del juego nos acompaña el espíritu del caballero negro, con el que podemos dar espadazos. Según vayamos venciendo a los distintos “jefes” y “minijefes” , los purificaremos y obtendremos su poder para nuestro beneficio. Algunos de estos poderes pueden ser el “doble salto” o el “planeo”, que desbloquearemos bien entrado el título lo que nos permitirá volver hacia atrás para abrir ese atajo o para alcanzar esas zonas que antes no podíamos, y así acceder a nuevas salas. Es un sistema inteligente, flexible, y muy estratégico también, ya que estaremos limitados en el número de habilidades que podemos portar a la vez. Debido a esta limitación, tendremos que elegir muy bien que nos equipamos según la zona, el tipo de enemigo o jefe al que nos vayamos a enfrentar.
Para gestionar todo esto utilizaremos los bancos que nos encontraremos por el mapeado, que hacen el papel de “hogueras” que vemos en los Dark Souls. Desde ellos podremos descansar, con la pertinente reaparición de enemigos, y equipar o intercambiar las habilidades y reliquias que iremos obteniendo explorando todos los rincones de su mapeado. También nos sirven para mejorar éstas habilidades gastando las almas que obtendremos derrotando enemigos y explorando el entorno.
Una soberbia ambientación y diseño artístico
Estamos ante uno de esos juegos que entra por los ojos al ver sus distintos elementos en movimiento. Los cargados escenarios desprenden una trágica y oscura ambientación llevada con muy buen gusto. Nada más iniciar el juego y dar nuestros primeros pasos su arte nos recordó a los mejores trabajos de Vanillaware.
Tras dar nuestros primeros pasos, al ver a Lily y los primeros enemigos, los cuáles tienen un diseño muy trabajado y variado, nos hacemos una idea de que no estamos ante un título más. Como no podía ser de otra manera, este trabajo tiene especial énfasis en la aparición de los jefazos y minijefes, aquí recuerda absolutamente a los Souls por la apoteósica puesta en escena. Será necesario aprender sus rutinas y ataques para salir airosos, y la curva de dificultad esta ajustadísima y las pruebas serán cada vez más difíciles.
Aparte, todo se ve acompañado por unas animaciones muy espectaculares, tanto en su protagonista como en enemigos, y con especial atención en los espíritus que nos ayudan con sus habilidades, con animaciones únicas para cada movimiento posible. Los efectos de partículas ayudan a la puesta en escena visual con muy buen resultado para completar un apartado redondo en todos sus aspectos.
Un apartado sonoro por todo lo alto
El trabajo en el apartado sonoro merece mención aparte. Si las buenas animaciones están igual de bien acompañadas por unos efectos sonoros acordes a lo que vemos en pantalla, mejor que mejor. Como en el resto de apartados, hay mucho mimo y buen hacer, y el conjunto aporta una fuerza narrativa y visual soberbia.
La banda sonora es simplemente espectacular, con gran presencia de piano, violín y coros, todo ello desde un tono minimalista. No hay grandes estruendos orquestales, ni temas cargados, toda la banda sonora es muy melancólica y triste, para acompañar en todo momento lo que vemos en el escenario. Además, la música está bien diferenciada, con un tema concreto para cada escenario, y, una vez más, un trabajo especial en los enfrentamientos a los jefes, donde están las piezas más espectaculares.
Ender Lilies, conclusiones finales
Los japoneses de Binary Haze nos traen su particular visión de los “metroidvania”, con un gran aderezo de “soulslike”. Estamos ante una gran obra, que sabe mezclar estos dos subgéneros de manera casi perfecta. Con una curva de dificultad muy bien ajustada, unas mecánicas de combate ágiles, que priman la estrategia y la habilidad por igual. El mapeado es enorme y está interconectado en toda su extensión, con mucho uso del “backtracking” para poder seguir avanzando por sus salas. Sus momentos más memorables son los enfrentamientos con los jefes, con auténticas joyas musicales para representarlo. Una gran sorpresa de mitad de año que nos puede mantener pegados a la pantalla de quince a veinticinco horas, dependiendo del tiempo que le queramos dedicar. Si eres amante del género, te encantó Hollow Knight, o el más reciente Narita Boy, Ender Lilies es una obra que no deberías pasar por alto.
Recordad que si os ha gustado este análisis, tenéis muchos más justo aquí.
Acerca del autor
Madrileño residente en Vallecas. Amante de los gatos, la fantasía y la ciencia ficción. Me cuesta no jugar a todo lo que se me pone delante.