Microsoft Flight Simulator ha aterrizado finalmente en nuestras consolas de nueva generación, como son Xbox Series S y Xbox Series X. El hecho de contar con este juego adaptado a consolas antes de que cumpliera su primer año de vida en PC, demuestra de lo que la nueva gen es capaz de hacer, y la capacidad de Asobo Studio de crear un muy buen port para consolas. Si os preocupa el tema del espacio, el juego de base ocupa en torno a los 127gb, es una cifra muy alta, pero teniendo en cuenta lo que nos ofrece el juego, es una capacidad de espacio irrisoria. El mundo entero en un tamaño inferior a cualquier Call of Duty.
Microsoft Flight Simulator pone el mundo en nuestras manos
Aunque a primera vista nos pueda parece algo muy complejo, durante los primeros compases de nuestra aventura, el juego nos ofrecerá distintas opciones de simulación que podremos personalizar a nuestro gusto. Ya sea porque somos principiantes o veteranos en este género, podremos sentirnos cómodos con los ajustes de sim que nos dan a elegir. Personalmente, elegiría la siguiente dificultad a la más baja, para ir haciéndonos con los controles.
Una vez tengamos esto dispuesto, se nos presentan dos opciones: pasar a los vuelos de prueba y la «Academia de Vuelo» (recomiendo completarla antes de saltar a comernos el mundo) o saltar directamente a explorar el planeta. En los vuelos introductorios tendremos libertad total de movimiento a través de parajes como el Himalaya, Nueva York, El Cairo y otras ciudades emblemáticas que nos ponen como demostración inicial. No os preocupéis por el rendimiento del juego, se mantiene a 30fps la gran mayoría del tiempo. Los únicos problemas de rendimiento que he encontrado han sido sobrevolando Nueva York. Tan solo pequeñas rascadas de fotogramas, pero nada importante que perjudique la experiencia de juego.
La Academia de Vuelo es el lugar perfecto para los novatos
Antes de dar nuestro gran salto al globo terráqueo, este título pone a nuestra disposición distintas etapas de aprendizaje. Entre las mismas podremos saltar sin ningún impedimento, culminando con el aterrizaje y despegue de un avión comercial, en este caso de un Airbus A320, que será nuestra última instrucción de vuelo. Comenzará por lo básico y poco a poco iremos avanzando hasta el punto de realizar un aterrizaje y despegue sin asistencia de nuestro instructor de vuelo. Pero no os agobiéis por la dificultad de las lecciones, se pueden completar sin muchos impedimentos.
Una vez completé esto, me dispuse a dar el salto al planeta. Y sí, lo primero que hice fue sobrevolar mi casa, tuve la suerte de localizarla sin mucha dificultad y es una experiencia muy satisfactoria. Sin duda es de lo primero que recomiendo hacer una vez alcéis el vuelo por primera vez. Sobrevolar zonas que ya conocemos sirve también para comprender la inmensidad y el gran trabajo de Asobo, incluso en zonas menos optimizadas gráficamente.
Gráficamente el juego es una maravilla y lo calificaría de «milagro gráfico» teniendo en cuenta de la exigencia de recursos que requiere este juego. Aún viendo como muchos ordenadores de gran potencia tuvieron problemas para poder disfrutar de él el pasado mes de agosto de 2020. La cabina de los aviones cuenta con un detalle excepcional. Además, los reflejos, el agua y las ciudades parecen casi reales, todo gracias al uso de Azure. Esa herramienta es sin duda la clave de la gran calidad y rendimiento de este majestuoso videojuego.
Espero que después de haberme acompañado en esta condensada primera impresión de Microsoft Flight Simulator, os animéis si tenéis la posibilidad de surcar los cielos en este fantástico título que nos trae Asobo Studio. Una experiencia imprescindible y 100% de nueva generación. Como siempre, si queréis conocer más impresiones como esta no olvidéis pasaros por vuestra casa, aquí en Área Xbox.
Acerca del autor
Estudiante. Amante de los videojuegos, motorsport, pop-rock y Brandon Sanderson. Fan de Star Wars, juegos de estrategia y cuaquier frikada.