Análisis Resident Evil Village

La emblemática saga de Capcom regresa con fuerza a nuestros sistemas. En los últimos años, Resident Evil parece haberse dividido en dos ramas bien diferenciadas, las de corte clásico con sus recientes remakes, y la que nos sumerge en la trama de Ethan Winters. Tras el infierno vivido en Louisina, Ethan y Mia huyen a Europa en busca de una nueva vida. Lo que no saben, es que las tierras de Rumanía albergan un terrorífico entramado de misterio y sangre al que tendrán que enfrentarse de nuevo. Como ya vimos anteriormente, la octava entrega, secuela de lo acontecido en Resident Evil 7, apuesta por una perspectiva en primera persona. Volvemos a ponernos en la piel de Ethan, siendo testigos en primera persona de su sufrimiento y sus miedos más profundos.

En lo más profundo de una misteriosa aldea prácticamente abandonada, nuestro protagonista se verá empujado una vez más a enfrentar a enemigos y bestias de todo tipo. Unos villanos carismáticos y una historia tan divertida como terrorífica son el principal aval de Resident Evil Village. No faltarán los momentos de tensión, y como era de esperar, algunas de las principales características de la saga siguen intactas, recordándonos que, pese a tratarse de una rama alejada de los juegos clásicos, este también es un Resident Evil. Espero que tengáis unas hierbas a mano, porque las vais a necesitar, ¡dentro análisis!.

Resident Evil Village supone un buen espectáculo de luces y sombras

Sin duda alguna, Capcom sigue deslumbrando una vez más con un apartado gráfico que no sólo cumple sino que va más allá. Los escenarios son parte capital de esta nueva entrega de la saga Resident Evil, es por ello, que han sido cuidados hasta el más mínimo detalle. Algo que podemos aprecias más aún en la versión de Xbox Series X. En esta versión Village, saca pecho y nos ofrece una experiencia sobrecogedora a 4K y con trazado de rayos. Aunque si bien es cierto, que en algunos momentos puntuales sentiremos alguna que otra caída de FPS, eso sí, remarcamos que son puntuales y no afectan a la experiencia.

Siguiendo esta línea, el equipo nipón se ha puesto manos a la obra y nos permite disfrutar de escenarios realmente variados. Desde los lujos del castillo Dimitrescu, hasta las chabolas que conforman el pueblo, todo está cuidado y se siente único. En estos interiores donde las luces y sombras cobran vida, donde el juego aprovecha para sacar músculo y darnos algunas escenas simplemente espectaculares.

Sin embargo, hay otros aspectos que no lucen tan espectaculares. Sin ser algo alarmante, las animaciones de los enemigos se nota que han sido reutilizadas de otras entregas, tomando patrones muy similares a los que ya hemos visto con anterioridad. A pesar de esto, la gran mayoría de modelados lucen como es de esperar en un título de estas características. Por otro lado, para este análisis, hemos tenido la oportunidad de ver como se mueve Resident Evil Village en One S. Una experiencia que ha garantizado Capcom, cuenta con una gran calidad. Y a grandes rasgos es así, más allá de alguna textura que tardará un poco más de la cuenta en cargar, o la limitación de FPS, el juego es totalmente disfrutable.

Una historia de acción y terror “Blockbuster” adaptada a la esencia de Resident Evil

El término Blockbuster, en su origen, hace referencia a algo extravagante, exitoso y de gran presupuesto, más allá del hecho de ser un éxito de taquilla. Y es por ello, que Resident Evil Village se ajusta a esta descripción tan común en el mundo del cine. El talento de Capcom queda patente a lo largo de la aventura, y la trama tampoco es una excepción. Si bien el juego se siente como una clara segunda parte de Resident Evil 7, la narrativa y ambientación van por unos derroteros totalmente diferentes. No me malinterpretéis, este sigue siendo un survival horror, pero el desarrollo de la historia y sus villanos recuerdan más a Van Helsing que a un Resident Evil al uso.

En este sentido, Capcom le ha dado una vuelta de tuerca a la continuación de su séptima entrega. Si los zombies era lo más recurrente en sus principales entregas, Village apuesta por seguir innovando en el diseño y carisma de sus enemigos, en la línea de Resident Evil 7. Lady Dimitrescu es un claro ejemplo de ello, aunque hay otros villanos que deberéis descubrir por vosotros mismos. Este repertorio es muy diferente a lo visto anteriormente, y pondrán nuevas trabas en el camino de Ethan. La aventura nos llevará por momentos de película, y aunque nuestra querida vampiresa nos conquistó desde el principio por su carisma y presencia, hay que destacar el buen hacer de los creativos en el desarrollo de sus compañeros. Eso sí, algunas situaciones me han resultado extremadamente surrealistas, sacándome en varias ocasiones de su inmersiva ambientación.

En Capcom, afirmaron recientemente que buscaban cierto equilibrio con este juego con respecto a su predecesor, y a decir verdad, lo han conseguido. Si bien la trama combina mejor el terror y la acción, muchos echarán de menos esa experiencia “PT” tan paralizante que generaban la familia Baker. Esto no es necesariamente negativo, de hecho a mi me ha gustado incluso más que la séptima entrega, pero comprendo que muchos usuarios puedan sentirse algo decepcionados en este sentido. Aun así, Resident Evil Village es directo, y aunque la excusa para llevarnos al castillo Dimitrescu y a la aldea es algo más bien secundario, el camino es tremendamente disfrutable y divertido.

Experiencia jugable con la base de Resident Evil 7 y detalles del 4

Si con Resident Evil 7 decíamos que era el menos Resident Evil de todos, este lo supera con creces, y hay que tomárselo como tal. Por suerte, sigue conservando esos detalles característicos de la saga, con los que Capcom mantiene mínimamente vivo el espíritu. Los objetos son algunas de las cosas que siempre quedan en nuestra memoria, y las famosas hierbas medicinales, las ganzúas, o los coleccionables secretos siguen estando presentes. En este caso, Village contiene escondidas numerosas figuras con forma de cabra, que hacen las veces de Mr. Racoon. Desde el menú del inventario, también encontraremos diversos apartados de objetos que acumularemos durante la aventura. Los objetos clave como siempre, serán fundamentales para abrir ciertas puertas, resolver puzles, o simplemente avanzar en la trama. Y como en cada título de la saga, habrá que “craftear” para conseguir munición, medicamentos y otros objetos de interés.

El “Duque” representa otro apartado importante en lo jugable. Y es que este extraño personaje nos acompañará estando presente en cada zona por la que nos movamos. Un ejemplo de ello, es que mientras exploramos el castillo Dimitrescu, el Duque estará ubicado en todo momento en una estancia concreta. Su función no es otra que la de la compra-venta de objetos y munición, así como la mejora de las armas. Algunos coleccionables que aparecen en el juego son sumamente valiosos, y sirven precisamente para esto. Venderlos al Duque nos proporcionará una suma importante de Lei (moneda oficial del juego), algo similar a lo que sucedía en Resident Evil 4. De esta forma, se fomenta aún más la exploración, un elemento troncal en esta octava entrega, ya que basta con echar un vistazo a su enorme mapeado.

Hay que decir que, incluso en su dificultad intermedia, el juego no supone mayor desafío. Resulta sencillo avanzar con cualquier enemigo, incluso a pesar de contar con una característica recurrente en estos videojuegos. En algunas partes de la historia, algunos villanos nos perseguirán, y harán las veces de Mr. X o Nemesis. Lo bueno es que se mantiene un “gunplay” similar a su anterior entrega, y contaremos con varias opciones para todo tipo de usuarios. La asistencia en el apuntado o la sensibilidad de la cámara (entre otras cosas) estarán disponibles para aquellos jugadores menos familiarizados con el género.

Un Ethan Winters más “vitaminado”

En la séptima entrega conocíamos a nuestro querido Ethan Winters. Comenzaba con él una visión diferente de la saga Resident Evil, con esta perspectiva en primera persona tan inesperada. Aquello supuso un cambio drástico con respecto a lo visto anteriormente en la saga, pero a pesar de ello, fue todo un éxito entre los fans. La narrativa tomaba un mayor peso, y salvar a Mia se convertiría en la finalidad de Ethan en su primera aventura. Aunque Umbrella estaba en el fondo presente, la corporación era más bien un protagonista muy secundario. En Village sucede algo similar. Incluso la aparición de Chris Redfield deja claro que hay un importante trasfondo tras tanto licántropo.

Pero si Ethan daba una sensación de mayor vulnerabilidad al enfrentarse a los Baker, en este caso se muestra mucho más “resistente” a los ataques de sus enemigos. Casi de pasada, en el inicio de la aventura se nos da a entender que tanto Ethan como Mia han recibido asesoramiento y entrenamiento militar. Esto se debe a los sucesos ocurridos en Luisiana, pero aun así, se dan situaciones que no tienen ni pies ni cabeza. No os contaré un spoiler al completo, pero en una de las escenas, Ethan sufre una grave mutilación, y el personaje a penas se inmuta. Se cura de manera incomprensible, y sigue adelante como si nada hubiese ocurrido. Por ello, debéis entender que esto es algo muy diferente a lo que podemos encontrar en un Resident Evil clásico, por lo que debe tomarse como un juego más desenfadado.

La resistencia del personaje se corrobora con una mecánica que lo hace prácticamente invencible. Si antes era más común recibir golpes, mordiscos y otras aberraciones, aquí el bueno de Ethan consigue frenarlo todo con solo anteponer sus brazos. Si nos cubrimos, el daño que puedan hacernos las hijas de Dimitrescu o cualquier otro ser que nos aceche, será mínimo. Ya dijeron desde Capcom que el juego optaría por un mayor equilibrio en detrimento de una experiencia demasiado terrorífica, pero aquí directamente da la sensación de que no vamos a morir bajo ninguna circunstancia.

Buen apartado sonoro con matices

Hay que tener en cuenta que los juegos de terror no suelen contar con una banda sonora repleta de grandes melodías o canciones memorables. Los sonidos y una ligerísima sintonía de tensión marcarán nuestro paso por las diferentes estancias del castillo Dimitrescu, la villa, y otros lugares de interés. Esto está francamente bien implementado, y a ello hay que sumarle los constantes “crujidos” de los edificios, el chirriar de las puertas o el simple goteo del agua en los conductos subterráneos. Por otra parte, si estos efectos contribuyen a la inmersión, no menos importante es el sonido que generan los enemigos. En el castillo, por ejemplo, habrá que prestar atención para identificar la proximidad de Lady Dimitrescu y sus hijas. Un simil directo con Mr. X en la comisaría de Racoon City.

Los licántropos son más propios del exterior, y su presencia puede sentirse a cada esquina. No son especialmente estruendosos, pero en algunos momentos, su torpeza nos hará estremecernos y mostrar una mayor cautela. Su poderío físico les permite moverse por cualquier parte, por lo que habrá que andarse con ojo al investigar según qué zonas. Otros enemigos también cuentan con sus propias animaciones y efectos de sonido, bien implementados en cualquier caso. La parte más negativa de este apartado la protagonizan los diálogos y el doblaje de los personajes. Sin desmerecer el nivel del doblaje de nuestro país (que es muy bueno), el juego de por sí presenta situaciones y diálogos contradictorios o sin mucho sentido en algunas escenas. Quizá sea más demérito de Capcom, pero me ha gustado más el doblaje original al inglés.

Exploración y secretos

Avanzar y retroceder sobre nuestros pasos es un recurso común en todos los Resident Evil, generalmente con algún villano persiguiéndonos. Aquí también se da, pero con un componente de exploración pocas veces visto en la saga. De hecho, hablamos de uno de los mapas más grandes vistos hasta ahora, dividido en varias zonas en las que encontrar secretos de todo tipo. Y lo bueno es que merecen la pena, ya que estos objetos valiosos nos reportarán grandes beneficios al venderlos en la tienda del Duque. Los más destacados son los tesoros, que requerirán una mayor exploración más allá del camino que dicte la trama principal. Las armas también se encuentran repartidas por todo el mapeado, y son bastante numerosas.

Especial mención merecen los rompecabezas, tan intrincados y trabajados como es de esperar en un Resident Evil. No solo por la búsqueda de esos objetos clave, sino por cómo se desarrolla. A veces, llegar a una sala activará ciertos mecanismos que nos mostrará claramente el objetivo. En otras ocasiones, será necesario pararse a observar y ojear las posibilidades, examinando los propios objetos clave que ya poseamos. Por este motivo, y sobre todo si es tu primera vez con un título de esta saga, es recomendable que no te lo tomes a la ligera.

¿Ha cumplido nuestras expectativas?

La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla. Independientemente de los gustos de cada uno, Resident Evil Village ofrece una experiencia fantástica en lo jugable, con una ambientación de cine. El juego nos sumerge desde un principio en la oscuridad de la villa, y con un paso de lo más intenso por el castillo Dimitrescu y otras estancias. Tendréis que descubrirlo por vosotros mismos, pero os adelanto que el viaje será largo y bastante movido. Además, en Series X, el juego sacará partido del potencial de la máquina gracias al trazado de rayos, el aumento de los FPS y los 4K nativos. Si no es vuestro caso y lo jugáis en Xbox One, debéis saber que el título funciona muy decentemente, con el matiz de alguna textura que pueda tardar en cargarse, una menor tasa de FPS y el común popping en juegos tan cargados como este.

Dicho esto, Resident Evil Village no es perfecto, y si ya su predecesor se alejaba de la fórmula original de la saga, este es sin duda el menos Resident Evil de todos. ¿Es esto algo negativo?, no del todo. Como experiencia en sí, es muy divertido, pero no menos cierto es que algunos momentos pueden llegar a sacarnos de la partida. Las situaciones extremadamente surrealistas de Ethan hacen que el jugador se aleje de esa atmósfera tan inmersiva. Por no hablar de la nueva mecánica con la que podremos cubrirnos de cualquier ataque con nuestros brazos. La dificultad también se ve lastrada, y aunque supone una ventaja para los más novatos, se echa en falta un reto mayor para los fans.

En definitiva, este es un survival horror que, pese a contener elementos propios de Resident Evil, perfectamente podría tener un nombre muy distinto. Umbrella está presente en pequeños detalles, y a pesar de contar con Chris Redfield en el reparto, este tampoco cuenta con el protagonismo que se esperaba. Por lo cual, recomiendo jugarlo sí, y la experiencia es tan terrorífica como divertida, pero no esperéis encontrar un Resident Evil clásico. Es una gran aventura de acción y terror que no hace más que reflejar el buen estado de forma en el que sigue Capcom. Espero que este análisis te ayude a aclararte, y te decidas a visitar a la señorita Dimitrescu, la ocasión lo merece. Y recuerda que en Área Xbox tenemos más análisis como este, ¡visítanos antes de que te atrape uno de esos dichosos lycans!

Resident Evil Village

69,99€
8.2

Gráficos

9.0/10

Sonido

7.7/10

Jugabilidad

8.0/10

Pro.

  • Variedad de estancias y situaciones
  • Una ambientación de lo más inmersiva
  • Buen equilibrio entre acción y terror
  • Se fomenta la exploración un mapa enorme

Contra.

  • Situaciones altamente surrealistas que sacan al jugador
  • La dificultad es notablemente más baja
  • Se echa en falta más protagonismo de algunos personajes

Acerca del autor

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He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.

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