Ahora que falta poco menos de un mes para Cyberpunk 2077, puede que algunos jugadores quieran calentar motores de cara a su lanzamiento. El título de CD Projekt Red no solo tiene esta fuerte influencia sobre los usuarios, pues muchos estudios se inspiran en obras como esta. El caso de Cloudpunk es un ejemplo cercano en cuanto a ambientación. El juego de Ion Lands presenta un universo futurista, dónde nos la pasaremos corriendo en nuestro vehículo de un lado a otro en una ciudad alzada sobre los cielos.
Pero no todo es tan sumamente Cyberpunk 2077, ya que otro nombre que resuena con fuerza al ponernos a los mandos es Blade Runner. De hecho, salta a la vista nada más ver los vehículos voladores circulando entre rascacielos y carteles de neón. La obra de Ridley Scott ha sido también una fuente de inspiración para diversos creativos, probablemente los de CD Projekt incluidos. En el caso de Cloudpunk, seremos una repartidora (Rania) en su primera noche de trabajo. Solo hay dos reglas en nuestro trabajo; nunca falles un reparto y no preguntes por el contenido del paquete.
Luces y sombras de Cloudpunk en su apartado técnico
El videojuego de Ion Lands me ha dejado sensaciones agridulces. Personalmente, creo que el juego es disfrutable, pero su apartado técnico presenta algunos puntos contradictorios. Recordemos que hablamos de un juego indie, y que por supuesto, en un futuro podría recibir algunas actualizaciones que lo mejoren.
A la vista, Cloudpunk es un título bello. Regala estampas muy atractivas mientras circulamos en plena ciudad, siendo un juego fantástico en lo que al apartado artístico se refiere. Y es que estos mundos siempre apetecen ser recorridos. La oscuridad de la ciudad y las luces de neón conforman una ambientación que a muchos les será familiar. Diversos nombres de películas u otros juegos me han venido a la cabeza mientras lo ponía a prueba.
Al acercarme a ciertos lugares o fijarme más en los detalles, he comprobado que el estilo empleado por sus responsables, es muy parecido al de The Touryst. Evidentemente, la perspectiva es completamente diferente, y el género también, aunque en cuanto a lo visual se refiere, guarda muchas similitudes. Los diseños se componen de formas cúbicas, aunque el efecto no se percibe tanto durante la partida.
El punto negativo, lo he encontrado en sus constantes ralentizaciones. Este juego me llamaba la atención, y mientras lo jugaba en sus primeros instantes, pensaba que sería un problema temporal, algo que solo sucedería en momentos puntuales. No ha sido así. En casi todo momento, uno siente que va a trompicones, incluso cuando me movía a pie por ciertas zonas (podemos bajar del vehículo). Lo peor llega cuando cambio de distrito de la ciudad. Al cruzar de uno a otro, hay leves cargas que desembocan en un parón repentino en forma de bug.
Sonido y diálogos a la altura
En un universo a lo Blade Runner como lo es este, es de vital importancia que los efectos sonoros contribuyan a una mayor inmersión del jugador. Estamos ante una ciudad futurista, con vehículos voladores y carteles de neón bañados por la lluvia. Lo cierto es que, sin ser un título demasiado profundo en este sentido, lo que hace Ion Lands lo hace muy bien.
El sonido de los vehículos durante los momentos de conducción se entremezcla con una banda sonora que aparece en los momentos clave. También por supuesto cuando dejamos nuestro vehículo de reparto y nos desplazamos a pie, aunque en este caso, la experiencia decae un poco. Por otra parte, los diálogos mantienen un alto nivel durante toda la aventura, y en ningún momento he sentido que desentonen lo más mínimo.
La trama de Cloudpunk se cuenta a través de las voces de los protagonistas, pero teniendo en cuenta que su doblaje no está disponible al castellano, tendremos que prestar atención a los cuadros de diálogo. Junto a estos, se muestra en todo momento una imagen del personaje que interviene en cuestión. Rania y su jefe mantendrán conversaciones de lo más interesantes, en las que harán acto de presencia otros personajes que nos acompañarán durante la aventura. El doblaje es bueno, pero como decía, habrá que leer para comprender toda la trama.
A los mandos de Cloudpunk, ¿es divertido?
Con sus luces y sombras, Cloudpunk es una aventura divertida que de seguro contará con su propio público. Hablamos de una propuesta indie visualmente muy atractiva, con una ambientación fantástica y un manejo más sencillo de lo que pueda parecer. Generalmente, pasaremos mucho tiempo conduciendo nuestro vehículo de reparto, haciendo entregas por toda una ciudad futurista alzada sobre las nubes. Los controles son muy reducidos, con pocos botones y un manejo fácil. Ah y por cierto, no olvidéis estar pendientes de vuestro depósito de combustible.
Entre un desplazamiento y otro, tendremos que bajar del vehículo para recoger el paquete en cuestión. Movernos a pie en Cloudpunk es posible en cualquier momento gracias a los aparcamientos, y lo mejor, es que contamos con la opción de hacerlo en primera persona. Una lástima que en el vehículo no sea posible. Aun así, el punto de vista es totalmente diferente, y el hecho de visualizar estos entornos en primera persona queda muy espectacular.
La interacción también me ha sorprendido para bien. Pensaba que las calles serían más un elemento puramente decorativo, pero en ellas encontraremos personajes con los que hablar y desbloquear nuevos diálogos y misiones secundarias. Es cierto que se echa de menos una mayor libertad de acción, pero teniendo en cuenta las características del juego, creo que es suficiente para fomentar su exploración.
Las misiones principales son de lo más variadas. En estos repartos nos encontraremos encargos de lo más extraños. Pero como nos advertirá el jefe, hay dos reglas indiscutibles, “nunca falles un reparto y no preguntes por el contenido”. Ya os podréis hacer una idea de lo que nos aguarda, personajes y contenidos provenientes de las zonas más peligrosas de la ciudad. A ello hay que sumarle el dilema que nos plantea el juego en ciertos momentos, puesto que hay elecciones que alteran la trama. Pese a las dos reglas fundamentales que rigen nuestro trabajo, tendremos la opción de cumplirlas o no. ¿Estáis dispuestos a asumir las consecuencias?.
Veredicto final
Como habréis comprobado, este Cloudpunk tiene puntos muy positivos, y su reducido precio contribuye a hacerlo una apuesta muy atractiva. La ambientación juega un papel clave, creando una atmósfera entre rascacielos y carteles luminosos que gusta recorrer. Visualmente logra su objetivo, y aunque al desplazarnos a pie se dejan entrever algunos detalles de menor calidad, el resultado sigue siendo bueno.
En lo jugable tampoco engaña a nadie. El juego nos insta a hacer las veces de repartidor, con diversos contratiempos entre una entrega y otra. Se dan situaciones muy dispares que, en algunos momentos, nos harán decantarnos entre dos opciones controvertidas. La aventura eso sí, se ve empañada por algún que otro bug y una ralentización de envergadura cuando cambiamos entre un distrito y otro de la ciudad. Al atravesar los túneles que los conectan, este hecho sucederá siempre en la salida. El juego se detiene, y aunque luego vuelve a la normalidad, es bastante molesto, entorpeciendo la aventura y a la propia exploración.
Si bien el juego no da la sensación en todo momento de ir lo suficientemente fluido, creo que una actualización podría ser suficiente para solucionar el problema. Es una de las ventajas que tienen los estudios hoy en día para solventar sus errores o simplemente pulir más sus trabajos. Cloudpunk es en definitiva un juego divertido, pero que se ve lastrado por algunos problemas de rendimiento.
A veces, juzgar un videojuego tan pronto puede ser engañoso, y estoy seguro de que sus responsables pueden lograr un resultado de lo más óptimo si aplican esas correcciones cuanto antes.
Cloudpunk
24,99€
Pro.
- Un llamativo apartado artístico
- Narrativa elaborada con historias de todo tipo
- Elecciones durante las misiones que afectan a la trama
Contra.
- Importantes bugs y ralentizaciones a corregir
Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.
